Morelia, México, 24 oct (PL) La octava edición del Festival Internacional de Cine de Morelia concluyó en la capital michoacana con un éxito total para los filmes mexicanos que se proyectaron en la sección de competencia.
Con una amplia presencia de figuras de primer orden internacional del séptimo arte presentes en esta urbe mexicana, esta vez el principal galardón Ojo, al mejor largometraje, fue otorgado a Las Marimbas del infierno, del director Julio Hernández Cordón.
Además de esa modalidad, en la que Tierra Madre, realizada por Dylan Verrechia y Aideé González recibió mención honorífica, el distintivo al más sobresaliente largometraje documental le fue conferido a El Varal, de Marta Ferrer.
Por otra parte, el premio del público fue para Acorazado, una comedia de Álvaro Curiel que aborda la problemática de la emigración, a la vez que como mejor cortometraje de ficción fue escogido La mirada de oro, del teatrista Jaques Bonnavent.
Asimismo resultó premiado como mejor documental mexicano realizado por una mujer, Nadie es inocente veinte años después, de Sarah Mister, en tanto a Carne que recuerda, de Dalia Huerta, se le premió como mejor cortometraje documental nacional.
En la gala de clausura del Festival, que se considera en México como un trampolín al cine grande internacional, fue proyectada la cinta Somewhere, de Sophia Coppola.
Otros dos filmes que tuvieron muy buena acogida en la jornada final fueron El baile de San Juan, de Francisco Athie, quien se sumerge en las expresiones de racismo enquistadas en México a partir de la conquista española, y La Otra familia, de Gustavo Loza, con las denominadas relaciones gay como hilo central.
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