En las navidades del pasadas del año 2010, muchas comunidades se vieron afectadas por problemas de derrumbes de terrenos motivado en mucho de los casos a las lluvias incesantes, donde cantidades de persona quedaron damnificadas sin un hogar que ofrecerles a sus hijos, desde ese momento el presidente de la república Hugo Rafael Chávez Frías inicio un plan de contingencia tomando escuelas, estacionamientos y espacios vacíos para ponerlos en funcionamiento como refugios.
Es fácil criticar el motivo porqué estos ciudadanos han construido en zonas de alto riesgo, pero lo que no sabemos es que los llevó hacer esto, si en tal caso son problemas económicos, problemas sociales, problemas de avaricia. Dentro de las experiencias vividas con las comunidades aprendemos a ponernos en el lugar de otros antes de convertirnos en un juez implacable, por esto nos preguntamos ¿hasta donde es factible tomar conciencia de no construir en un terreno inestable?, acaso se ven obligados porque sus hijos necesitan un techo donde vivir, o las viviendas se escapan del presupuesto por su alto costo, o simplemente es avaricia aplicando la ley del vivo.
Lo cierto del caso es que hacer un llamado a la reflexión nunca está demás, pensemos que en la vida debemos seguir unas normas y que cuando nos salimos de esos estándares no podemos esperar que nos lluevan flores del cielo, también es indispensable medir hasta donde podemos llegar para evitar que nuestra vida corra peligro. La esencia está en caer y volverse a levantar, otra de las cosas importantes es que la comunidad está en todo su derecho a exigir cuentas del destino de los recursos que el estado otorga para mejorar las infraestructuras, como dicen por hay cuentas claras amistades largas.
Por lo pronto instituciones como protección civil, Milicia Bolivariana, Voluntariado, siguen trabajando en función de atender los pendientes con los damnificados para brindarles bienestar, entre ellos atención psicológica con el propósito de ayudarlos a superar los traumas causados por las pérdidas materiales, cosa que para muchos no ha resultado tan rápido de olvidar, gran cantidad han sido reubicados en el fuerte Tiuna para desocupar las escuelas y dar inicio a clases este lunes pasado.

