Por: Ivan Posada Pedraza

Ha culminado la primera década del siglo XXI y la sociedad afronta una de las problemáticas mas complejas por resolver por la incidencia que tiene en el campo económico, político, social y ambiental. Es la que tiene que ver con los recursos minero – energéticos, pero entre ellos el petróleo por el peso que tiene como fuente de energía en la industria y el transporte , dos componentes claves para mover la economía mundial.

La energía proveniente de elementos fósiles continua dominando la canasta energética mundial: petróleo 37%, carbón 25%, gas 24 %, y otras como la hidroelectricidad el 7 %, y la nuclear el 7%. Toda la tecnología del mundo está diseñada para la aplicación de este tipo de energía. Se esta experimentando para obtener energía de otras fuentes como la eólica y para el transporte se esta probando la energía eléctrica para reemplazar la gasolina. Mas recientemente se esta implementando los biocombustibles.

No obstante todo indica que aún se esta lejos de lograr el reemplazo del petróleo en un porcentaje significativo como fuente de energía , además por la importancia geoestratégica que tiene hoy día. Se habla de intereses específicos de las empresas petroleras por bloquear y sabotear la implementación de otras fuentes de energía para asi asegurar su posición dominante en el mercado.

Mientras que el creciente consumo está ubicado en los países industrializados y que tienen poder económico y político, un gran porcentaje de las reservas de los recursos energéticos fósiles se encuentran ubicados en países marginados del poder mundial. En el caso del petróleo, en su orden de reservas probadas están: Arabia Saudita, Irán, Irak, Emiratos, Kuwait, Quatar, Venezuela, Libia y Nigeria entre otros. Si se tiene en cuenta las reservas probadas y pprobables, Venezuela estaría encabezando la lista de los países con más reservas de este recurso en la Franja del Orinoco. Buena parte de estos países están aglutinados en la OPEP ( Organización de Países exportadores de petróleo) , la cual le permite a los países miembros tener poder de decisión para fijar precios , volúmenes a exportar, etc.

Los países imperialistas y sus empresas transnacionales, desarrollan estrategias legales e ilegales, dentro de las cuales está la justificación y generación de guerras para saquear y asegurar los recursos minero-energéticos al menor costo posible.

En cuanto a Colombia por ahora solo mencionaremos dos momentos en la reciente política petrolera:

1. Entre 1977 y 2001 se crean los contratos de asociación, con varias modalidades, entre las cuales se destaca como la más favorable la de 50 y 50; un elemento fundamental en esta etapa es que desde 1.996 hasta el año 2.000 ECOPETROL se margina de la actividad exploratoria.

2. Desde el año 2002 con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, la política petrolera da un giro de 180 grados, que singnicó un retroceso sin precedentes para los intereses y la soberanía energética del país.. El gobierno colombiano ve que su integración al mercado energético, sólo está ligado a la definición política de las empresas transnacionales de la energía, en el papel de entregar nuestros recursos naturales y en importadores de productos terminados, de acuerdo con su filosofía y práctica neoliberal.

Con relación a la situación de ECOPETROL El ministerio de minas y energía mediante Decreto 1760 del 26 de junio de 2003, escinde de Ecopetrol la administración integral de las reservas de hidrocarburos de propiedad de la Nación y la administración de los activos no estratégicos representados en acciones y participaciones en sociedades.

En el V Seminario sobre recursos energéticos organizado por el colectivo Aury Sara Marrugo [1] en mayo de 2010 , se presentaron las siguientes propuestas como alternativa a la lesiva política gubernamental:

1. Un modelo que frente a la tendencia privatizadora del modelo neoliberal, que deja en manos de las transnacionales, la exploración, explotación, producción, generación, distribución y comercialización de toda la rama energética, pidiendo a cambio bajas regalías e impuestos, se fomente la creación y recuperación de empresas estatales de energía como ECOPETROL, como un ejercicio de soberanía sobre los recursos naturales y se reglamente y controle la presencia de las trasnacionales que permita una mejor redistribución de la renta petrolera.

2. Integración solidaria regional de cooperación entre empresas estatales y mixtas de la energía de la región, que integre a los países que carecen de los recursos minero energéticos. En este aspecto Ecopetrol desempeñaría un papel clave.

3. Reinversión social, para que los excedentes de las empresas estatales se redistribuyan de acuerdo con prioridades sociales y en particular en las regiones minero-energéticas.

4. Derecho a la Energía. Es necesario, que al tiempo que se avanza en la construcción de una política energética soberana, se supere la visión de la energía como una mercancía que se vende al mejor postor, es decir al que tiene el dinero. Que se reconozca el acceso a la energía como un derecho humano fundamental, al cual debemos tener acceso todos los habitantes de nuestro país. Que se establezcan unos mínimos básicos de consumo, pero que no haya poblaciones sin acceso a la energía.

[1] Colectivo fundado en memoria del dirigente sindical de la USO , presidente de la subdirectiva Cartagena.

Desaparecido, torturado y asesinado por grupos paramilitares en 2001.♦