Rebrota violencia en Karachi, Pakistán

Katmandú, 18 ago (PL) Un resurgimiento de la violencia en la sureña ciudad paquistaní de Karachi dejó como saldo en los dos últimos días la muerte de 38 personas, entre ellas un exdiputado.

Medios de prensa locales dieron cuenta hoy de intensos tiroteos en numerosos barrios de la mayor ciudad del país, inmersa desde inicios de año en su período más sangriento en los últimos 15 años debido a una incontrolable ola de violencia de motivaciones étnicas, políticas y religiosas.

Entre las últimas víctimas de los llamados «asesinatos selectivos» se cuenta un exdiputado del gobernante Partido Popular (PPP), Ahmed Karimdad, y un funcionario del cuerpo de bomberos, Liaquat Zafar Farooqui, secuestrado unos días antes junto con un colega cuyo destino se desconoce.

De acuerdo con reportes de la televisora privada Geo News, los barrios más afectados son los del sur y el oeste de la capital financiera de Pakistán, en particular el de Liyari, donde proliferan las bandas armadas y los criminales.

Entre los fallecidos -algunos de ellos con señales visibles de tortura- hay varios miembros de las etnias pastún, punyabí y mohayir, esta última una comunidad de habla urdu llegada a Pakistán desde la India tras la partición del subcontinente en 1947, añaden las fuentes.

Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, de enero a julio de este año la violencia se ha cobrado 800 vidas en Karachi, 300 de ellas en el último de esos meses, pese a la represión policial, los llamamientos de los políticos y las manifestaciones por la paz.

Es de general consenso que la rivalidad entre las tres principales fuerzas políticas -el PPP, el Movimiento Muttahida Qaumi (de militancia mayormente urdu) y al Partido Nacional Awami (de base pastún) – es el mal de fondo de la actual tormenta.