(…)porque levantan el pecho cuando le dicen harina sabiéndose que es afrecho(Violeta Parra)
Desde el pasado mes de junio se vienen sucediendo de manera cada vez más reiterada las movilizaciones de estudiantes en Chile a las que se les han sumado, obreros, trabajadores y la ciudadanía en general. El pasado 24 y 25 de agosto se llevó a cabo el paro general convocado porla Central Unitariade Trabajadores de Chile (CUT). Todas las manifestaciones han sido reprimidas brutalmente por las fuerzas de seguridad del estado y los resultados son de esperarse: Un adolescente muerto, decenas de heridos y miles de detenidos.
Producto de las movilizaciones permanentes el presidente de Chile, Sebastián Piñera no tuvo otro remedio que “acceder” a sentarse junto a los actores para buscar una solución al conflicto. Sin embargo, la salida al conflicto puede representar otra “máscara” más de las que se vale el capitalismo y sus lacayos para engañar y embaucar a los luchadores que surgen naturalmente de las precariedades que se viven en el sistema económico “modelo” de Chile.
Piñera ya ha adelantado que busca bajar la tasa de interés de los créditos que se les cobra a los estudiantes por el financiamiento para entrar a la universidad, he aquí la máscara develada. Por otro lado hemos podido oír en las marchas y concentraciones las declaraciones de voceros de los partidos de “oposición” (PDC, PPD, PRSD, PS, PC) entre otros, apoyando las demandas de los distintos sectores. Lo que traducimos sin temor a equivocarnos de que están “pescando en río revuelto”.
En consecuencia es necesario advertir y ratificar -a los estudiantes y trabajadores- que como dicen sus propias pancartas: «La única lucha que se pierde es la que se abandona». Estamos seguros como bien lo demuestra la historia, que en este momento es más necesario que nunca que se mantengan firmes para alcanzar los objetivos y que el hecho de que Piñera acepte sentarse en una mesa de diálogo quiere decir por un lado –el del gobierno- que desea buscar la manera de desmovilizarlos, sin embargo ya manifestó el mandatario que “Nada es gratis en la vida” y por la otra –de los trabajadores y estudiantes- que tres meses de movilización han logrado que el gobierno pierda equilibrio, pero hasta que las demandas no sean alcanzadas en los asuntos de fondo, la presión debe continuar.
Si la unión se mantiene pueden lograr el objetivo más serio: El de alcanzar una nueva constitución que acabe con la era Pinochet. Sólo así podrá abrirse el camino para los cambios reivindicativos en los otros aspectos de la lucha.
Para concluir, llamo la atención en lo curioso que me resulta la poca asistencia en Caracas para apoyar a los estudiantes y trabajadores en Chile en un acto convocado enla Plaza Bolívarel jueves 25 pasado. En un país en vías de socialismo y que vive en revolución permanente, mínimo hay que cuestionarse si la convocatoria tuvo poca efectividad por parte de los organizadores o si Caracas está cada vez más desmovilizada, en cuyo caso habría que hacer un análisis aparte en otro espacio.
