Dirigentes del estudiantado chileno negaron hoy que el Movimiento Social que reclama educación pública y gratuita esté debilitado y aseguraron que en próximas manifestaciones se podrá aquilatar su dimensión histórica.
Queremos demostrarle al gobierno que nuestras demandas mantienen el respaldo popular; en la calle vamos a demostrar que este movimiento es histórico, afirmó Sebastián Farfán, secretario ejecutivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Valparaíso.Hoy trascendió asimismo que el Colegio de Profesores de Chile se sumará al ya anunciado paro nacional del próximo jueves en rechazo a la actitud del gobierno en relación con el diseño de la mesa de diálogo.
El aparente clima distendido de las semanas anteriores y que ya daba señales de llegar a su fin tuvo ayer su punto de giro definitivo, cuando el ministro de Educación, Felipe Bulnes, anunció que el gobierno sólo aceptaría una de las tres garantías planteadas por los actores sociales para la puesta en marcha de una mesa de diálogo.
Si el presidente Sebastián Piñera no quiere ceder en cosas tan básicas para que haya un diálogo, pasará a la historia como el mandatario que no quiso escuchar lo que su país está demandando, dijo hoy a ADN Radio Chile el vocero de la Confederación de Estudiantes (Confech), Giorgio Jackson.
El líder estudiantil criticó que no se haya querido acceder al pedido de paralizar la agenda legislativa mientras transcurriera la instancia de diálogo. Eran condiciones mínimas lo que pedíamos para sentarnos en una mesa juntos. «Yo lamento que el gobierno no quiera tener una mesa de trabajo», señaló. Ante el crispado ambiente y el acentuado malestar de los actores sociales, el titular de Educación, Felipe Bulnes, expresó este viernes que La Moneda no está optando por debilitar el Movimiento, sino busca que los sectores más flexibles (dentro de Confech) ejerzan el liderazgo y se impongan.
Bulnes insistió en que el Ejecutivo mantiene la disposición al diálogo, pero los estudiantes sostienen que la reacción gubernamental ante la solicitud de mínimas garantías apunta en sentido contrario./PL
RM