Carlos Lucero
Cuando en el 2011 regresé a esta Mendoza, mi ciudad natal, percibí que era necesario organizar un núcleo, aunque fuera pequeño, que se interesara en difundir la verdad de lo que estaba sucediendo en la República Bolivariana de Venezuela. La desinformación que reinaba, justificaba con creces el intento. Con esa premisa en la mente, hicimos que naciera el Frente Bolivariano de Mendoza, integrado por algunos estudiantes becados venezolanos, docentes mendocinos y en general, personas inquietas de mentalidad lo suficientemente amplia como para valorar lo que ocurre más allá de las fronteras nacionales. Lo cual no es una tarea sencilla en un país que padece de una clara mentalidad provinciana.
Así fue como, de a poco, se fueron dando acontecimientos favorables. Anoche tuvo lugar un ejemplo.
Justo cuando en Caracas concluían los actos de juramentación del pueblo junto al Presidente Hugo Chávez y la comitiva dirigida por el compañero vicepresidente Nicolás Maduro con los presidentes de países hermanos se encaminaba al Teatro Teresa Carreño, acá en Mendoza, el Frente Bolivariano concurría, junto a la Juventud Peronista, a una misa convocada por la secretaria de Acción Social del gobierno regional, para pedir por la salud del Comandante Hugo Chávez.
Luego en la calle, tuvo lugar un acto de apoyo al gobierno revolucionario de Venezuela, que comenzó a las ocho de la noche, en la avenida peatonal Sarmiento.
Unas ochenta personas de varias organizaciones gritaron a toda voz: «Chávez somos todos» y a continuación sus gargantas vibraron a ritmo de su famosa «Marcha Peronista».
No fue un acto multitudinario, pero tuvo su significación importante para todos los que lo vivimos. Gracia a Tele sur, todos estábamos con sensibilidad bolivariana.
Esta fue la manera en que se generó la oportunidad de establecer contactos con organizaciones afines y surgió la posibilidad de reuniones de intercambio, de información y en general para seguir juntos atendiendo este magnífico ejemplo revolucionario que cada día se afianza más en el corazón humano.
Y si somos humanos, somos chavistas, todos.