Osman Llavaneras Muguerza
Ahora más que nunca estamos obligados a vernos en el espejo de Libia, en el espejo de Siria, y tomando en cuenta los últimos 14 años de historia acelerada que vivimos en Venezuela y de cara a la nueva etapa histórica que se presenta con la desaparición del comandante presidente Hugo Chávez. Desaparición que generó, en el marco de la guerra económica y mediática que libra el imperio corporativo mundial contra el pueblo venezolano una gran ofensiva caracterizada por escalada de precios, acaparamiento-desabastecimiento artificial, inflación, aunada a una feroz y gigantesca arremetida mediática nacional e internacional de difamación- desinformación-disociación-manipulación en contra de la revolución Bolivariana. Estos dos factores destinados a generar descontento, desasosiego, miedo en la población actuaron coordinados como componentes principales de la estrategia de la campaña electoral de la derecha para las elecciones del 14 de Abril. Como hechos negativos en el campo del Gobierno Bolivariano, está sobre todo el peso de una burocracia colosal que se traduce en inoperancia, ineficacia, papeleo, lentitud, frustración y en corrupción aguas abajo, empañando así innegables logros de la revolución bolivariana. De esta manera se generó un escenario que condujo a la fuga de 700.000 votos hacia la oposición. El desconocimiento de los resultados y posterior llamado a descargar la arrechera e intento de golpe de estado fascista del 13 de abril donde perdieron la vida once compatriotas a manos del odio desatado, (aun estaríamos recogiendo cadáveres si el presidente Maduro no prohíbe la marcha hacia el CNE) fue sin duda una acción dictada por el Jefe Imperial, esto lo confirma la gira internacional de los representantes de la oposición, desconociendo el resultado de las elecciones, la legitimidad de las instituciones nacionales y clamando por una intervención internacional en Venezuela, en flagrante traición a la patria.Ahora se suma el espaldarazo que le dio el presidente Santos al “líder” de tal oposición traicionera, validando por un lado la argumentación fascista de la oposición venezolana, dando al traste con las buenas relaciones que se intentaron desarrollar y tomando partido en la política venezolana. No es cualquier mano la de Santos, detrás de esa mano está el bombardeo de Sucumbíos en Ecuador, está la mano del ministro de la defensa del presidente Uribe quien confesó no haber tomado una acción militar contra Venezuela por falta de tiempo. Está la mano de la recién estrenada Alianza del Pacifico, formada por países que tienen en común albergar bases yanquis en sus territorios y conducir guerras de desalojo contra sus propios pueblos en aras del Libre Mercado. Por cierto otro espejo donde estamos obligados a vernos los venezolanos. Ahora detrás la mano se Santos está la mano de la OTAN, formada por países tales como Alemania, Italia, Francia, Inglaterra, EE.UU, España, Turquía, los mismos que bombardearon Libia y ahora hacen todo lo posible por bombardear a Siria. Algunos de ellos como EEUU y España participaron activamente en el golpe del 11 de Abril 2002. Y remontándonos en la historia, que los líderes de la oposición tanto detestan, vale la pena recordar que ahora forman parte de la OTAN los países europeos que participaron en el bloqueo a los puertos venezolanos en 1902, agresión ante la cual presidente Cipriano Castro lanzó la proclama: ¡La Planta Insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!
Estamos obligados a vernos en nuestro propio espejo.
Pongamos a Venezuela por Libia o Siria. Comparemos a los personeros de la oposición contra Kadafy o Al Assad con los agentes de la triste oposición venezolana: ambos grupos son financiados y mantenidos por las grandes potencias occidentales: casualmente todos miembros de La OTAN, dirigida por EEUU, sede del Imperio, al que están totalmente sometidos.
Los tales combatientes de la “resistencia” tanto en Libia como en Siria, la mayoría son mercenarios entrenados por Israel, EEUU, Inglaterra, Francia, y comandados por las fuerzas especiales de estos países. Aquí en Venezuela tenemos el recuerdo de los mercenarios salvadoreños que participaron en la masacre planificada por los golpistas y sus asesores gringos contra el pueblo el 11 de Abril de 1.992. Tenemos a 130 paramilitares colombianos detenidos en la finca Daktary, concentrados en Caracas para asaltar el palacio presidencial y asesinar a Chávez. Tenemos los viajes por el tenebroso mundo de la extrema derecha mundial de los líderes de la oposición notorios Radonski y López a entrevistarse con Uribe, fundador de los paramilitares, enemigo de Venezuela, como Antonio Ledezma retratándose en Tel Aviv con Benhamin Netanyau, genocida del pueblo palestino. Como antes lo hizo María Machado con George Bush, genocida del pueblo de Irak y Afganistán, enemigo del pueblo de Venezuela, En Madrid con Aznar invasor de Irak y participante del golpe de Abril. Además el hecho objetivo de que Colombia es un país que cedió su soberanía, está ocupado por el ejército yanqui sobre el cual no tiene ninguna jurisdicción y que ese ejercito patrulla las fronteras venezolanas.
¿Qué más falta por decir? Claro que mucho. Venezuela tiene las reservas de petróleo más grande del mundo, además de gas, hierro, bauxita, agua, una posición geoestratégica privilegiada, selva amazónica, biodiversidad, en fin es un territorio increíblemente favorecido por la naturaleza y apetecido históricamente por las grandes potencias, es decir la OTAN. También que gracias a la Revolución Bolivariana el pueblo venezolano reconquistó su independencia, el control de sus recursos naturales y de sus decisiones políticas. Es el país donde se lleva a cabo un proceso político socialista, humanista, innovador y creativo que ha calado hondo en el pueblo venezolano, latinoamericano y en los pueblos explotados del mundo que perciben que otra manera de vivir es posible. Difícil encontrar ahora un país con mayores, libertades y un pueblo más optimista sobre el futuro que Venezuela: por ese motivo ha logrado un peso específico en la política mundial y por ese motivo es intolerable para el imperialismo internacional.
Queda claro que la oposición venezolana está secuestrada hasta nuevo aviso por el infame liderazgo de una banda de la extrema derecha que conspira contra su propio país y a favor de una potencia extranjera: su estrategia es provocar una intervención yanqui en Venezuela y su táctica abonar el terreno para que suceda. Ya lo ha intentado varias veces y lo seguirá intentando.
Desde el punto de vista de los Medios de Comunicación de Masas, podría decirse que la invasión comenzó hace décadas. Presentes en Venezuela desde los años cuarenta, se adueñaron del espacio radioeléctrico del país y lo poblaron con un discurso banal, disociador, enajenante, desde entonces el pueblo venezolano viene sufriendo los embates de una implacable intervención mediática, una verdadera ofensiva planificada, un gigantesco lavado de cerebro. Sólo así se explica (en parte) la antipatriótica conducta del liderazgo de la derecha venezolana. Guerra de Cuarta Generación que ha hecho mella en el espacio mental de muchos venezolanos, provocando disociación, frustración, angustia, miedo, rabia ¿Cómo hacemos para que despierten y desalojar esos contenidos?
El Espejo perdido
Pero paradójicamente, en el mal está la cura, y la misma inyección letal de desinformación a través de falsos noticiarios, publicidad, telenovelas, enlatados, Gacetas Hípicas, loterías, lucha libre, certámenes de belleza; mientras que la calidad de la vida diaria se caía a pedazos, y el país llegaba a los peores niveles de pobreza y desesperanza, produjo el antídoto y el pueblo venezolano supo tomar distancia, supo tocar fondo y contra todo pronóstico desencadenó la Rebelión Popular del 27 de febrero de 1.989. Primer levantamiento social en el mundo en contra de los designios del FMI y el Neoliberalismo. Entonces el pueblo venezolano, quizá torpemente, sintió su fuerza y en ese momento se produjo el quiebre y comenzó la aceleración de la historia.
Y entonces vino el cometa Chávez, breve y fulgurante como son los cometas, llegó con un morral en que traía un espejo que había rescatado del penúltimo rincón del olvido. Se trataba nada más y nada menos que del espejo de la historia de un pueblo. Y es que en Chávez se cumple la sentencia de que los líderes son producto de sus pueblos y si algo ha sucedido desde entonces, es el redescubrimiento y empoderamiento por parte del pueblo venezolano de sus raíces. Recobró a sus ancestros y de golpe el recurrente “problema de identidad”, muletilla intelectual de moda durante gran parte de los años de la Cuarta República desapareció. Guaicaipuro fue llevado simbólicamente a donde debía estar, al Panteón Nacional, en reconocimiento a su importancia como padre de la nacionalidad: honor a los ancestros, base sólida donde se asienta la historia. Recobró a sus antepasados, los héroes de la independencia, su coraje su determinación, su fuerza, la Libertad representados por Simón Bolívar, indiscutido Padre de La Patria.
Es mucho lo aprendido por el pueblo en estos catorce años de vertiginosa historia, de Revolución Bolivariana, se ha dotado la Constitución Nacional más avanzada del planeta que consagra la democracia participativa y protagónica y sitúa a Venezuela en el eje de la política mundial como un proyecto político social liberador y de vanguardia. Ha derrotado golpes de estado, asedios económicos, agresiones mediáticas. Erradicó el analfabetismo, cuenta con 10 millones de estudiantes en aula. Tiene un plan a seguir expresado en los “Cinco Grandes objetivos históricos nacionales” sobre todo el primero: “DEFENDER, EXPANDIR Y CONSOLIDAR EL BIEN MÁS PRECIADO QUE HEMOS RECONQUISTADO DESPUÉS DE 200 AÑOS: LA INDEPENDENCIA NACIONAL”
Ellos van al norte para pedir instrucciones. Nosotros nos organizamos para ser cada día más fuertes y más libres. Ellos se aferran al pasado porque no tienen otra propuesta de país que la tutela colonial. Por lo tanto representan el pasado y nosotros el futuro. Contamos con nuestro bagaje ideológico que emerge de la historia de este pueblo valiente y heroico que la Revolución Bolivariana ha sabido rescatar del olvido a que había sido condenada, que parte del ejemplo de Guaicaipuro emblema de la resistencia de nuestros pueblos originarios, de Bolívar Libertador, de Simón Rodríguez que nos enseñó que tenemos que inventar porque si no erramos.
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