Pese al fracaso de un proyecto de ley que buscaba la aprobación del Congreso para los matrimonios entre personas del mismo sexo, una decisión de la Corte Constitucional autorizó la figura de contratos solemnes.

La Iglesia católica de Colombia demandó este martes una oposición categórica contra las uniones de parejas del mismo sexo, que a partir del próximo 20 de junio podrán formalizar sus enlaces a través de contratos ante notarios y jueces.

En la actualidad, las parejas homosexuales colombianas pueden registrar ante notario las llamadas uniones de hecho, o civiles, sin que eso constituya un matrimonio y otorgue todos los derechos a los contrayentes, en particular la adopción.

En abril pasado, un proyecto de ley para legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo fracasó en el Congreso de Colombia; sin embargo, una decisión de la Corte Constitucional permitirá que desde este 20 de junio las parejas homosexuales puedan formalizar sus uniones en «contrato solemne», sin mencionar la palabra matrimonio.

La Conferencia Episcopal de Colombia adujo este martes que, «según lo expuesto en algunos apartes de la citada sentencia (de la Corte Constitucional, de julio de 2011), las uniones homosexuales resultantes se equipararían a la familia y gozarían de los derechos de estar reconocidos por las leyes colombianas».

Agregó que es «deber ineludible de la Iglesia Católica manifestar, ante sus fieles y el pueblo colombiano, que no existe otra familia que la constituida en su origen por la unión del hombre y de la mujer», y con base en esas creencias demandó a notarios y jueces, católicos o no, que se abstengan de actuar de acuerdo con la disposición judicial a partir de la presente semana.

El documento religioso considera además que «la indebida equiparación de las uniones homosexuales a la familia no sólo contradice la voluntad del Creador, sino también en el caso colombiano, la carta magna», que indica que la familia la constituyen un hombre y una mujer.

Por su parte, el gremio de notarios, al menos 750 en todo el país, afirmó que realizará los contratos pues no puede negarse a obedecer lo que ordenó la Corte Constitucional.

Activistas de la comunidad homosexual lamentaron que no se haya satisfecho su aspiración de que sus uniones sean consideradas matrimonios, y sostienen que el contrato solemne restringe derechos ya existentes como declarar en contra de la pareja.