Ochenta diputados paraguayos electos en los comicios del pasado 21 de abril tomaron posesión hoy de sus bancas en una ceremonia que tuvo como fondo una protesta popular frente al Congreso.

La Cámara baja, al igual que sucederá en la de Senadores, está en manos de los partidos tradicionales, pues 71 de los legisladores pertenecen a los partidos Colorado y Liberal, quienes, a pesar de enfrentarse en las elecciones, llegaron después a un acuerdo.

De esta forma, los liberales, derrotados en las votaciones de abril consiguieron, a pesar de ello, la presidencia del plenario de diputados, mientras los colorados cedieron la primera vicepresidencia y cedían la segunda al partido Avanza País.

En este último caso, se trata de una organización que se presentó como crítica especialmente de las organizaciones tradicionales y del ahora presidente electo, Horacio Cartes, pero decidió adherirse al pacto a cambio de posiciones en el órgano legislativo.

De esta forma, el liberal Juan Bartolomé Ramírez, fue electo presidente de la Cámara con la abstención solamente de los diputados Ramón Duarte, del Frente Guasú y Perla de Vázquez, del propio partido Colorado.

Más allá de la ceremonia oficial, se hizo sentir la protesta popular fuera del hemiciclo convocada por organizaciones campesinas y sindicales y gremios docentes, entre otros.

Una manifestante logró sobrepasar los cordones policiales y en la puerta del lugar donde se desarrollaba el juramento de los diputados, sin la menor vacilación, iba endilgando el calificativo de corrupto a cada uno de los ministros y altos funcionarios que pasaban a su lado.

Frente al Congreso, grupos de campesinos, docentes y sindicalistas rechazaron el accionar del Parlamento y trabajadores de la administración paraguaya de la hidroeléctrica Itaipú, se ataron a grandes cruces protestando por salarios adeudados o injustos