
Lupi, quien en los últimos seis años ha estado traduciendo – por el periódico italiano La Stampa – el blog de la mediática contrarrevolucionaria cubana, se lanzaba en un vehemente desahogo contra Yoani Sánchez y enseñaba su frustración y decepción por descubrir el verdadero rostro de una mujer que antaño le había despertado ideales y ensueños democráticos, por correctos o incorrectos que se consideren.
La decepción de Lupi quedaba muy clara en otros fragmentos de su carta abierta que más se parecía a un más o menos velado mea culpa por haber considerado a la bloguera como compañera de una lucha en la que el periodista italiano parecía – y parece – creer auténticamente.
“Por defender su rostro recibí ofensas y amenazas de castristas y comunistas italianos, por compartir una lucha inexistente, un sueño de libertad deseado por muchos, pero no por ella, que solo pensaba en el dinero proveniente de premios y contratos. (…) He creído en una lucha ideal que no existía. En realidad el objetivo de Yoani Sánchez siempre ha sido el de hacerse rica y famosa. Ahora lo ha conseguido. (…) Ahora Yoani Sánchez lanzará un periódico embustero (…), junto a sus amiguitos, que en Cuba nadie leerá (…). Pero, ¿qué le importa a Yoani? Ella solo necesita que alguien la financie, que se lea en Miami, mucho en España, que la comunidad cubana siga ilusionándose con una paladina inexistente. (…) Hasta el momento hemos viajado juntos, querida Yoani. Pero ya basta. Mi viaje continúa por sí solo, lejos de tus objetivos. (…) Fidel Castro dijo que la historia decidirá. Vamos a ver a quién absolverá.”
Seguramente hay que considerar loable un gesto de semejante honestidad intelectual por parte de una persona que verdaderamente demuestra creer en su causa y que también demuestra tener la humildad de reconocer sus errores. Sin embargo, dicha honestidad, para resultar completamente auténtica, requeriría por lo menos ser acompañada por otras dos cartas abiertas: una dirigida a todos los lectores italianos, a todas esas personas cuyas opiniones, durante los últimos seis años, han sido forjadas – y manipuladas – con noticias absolutistas que ahora resultan haber sido el fruto de un error de evaluación del periodista e impuestas por vínculos contractuales y editoriales; y otra dirigida a todos los que en esos años han intentado intercambiar infructuosamente con el señor Gordiano Lupi sobre las contradicciones de la bloguera y que solamente han recibido – y a leer sus palabras siguen recibiendo – la anacrónica y reductiva etiqueta de procastristas./Cubadebate- Cubainformación