Mientras muchos colombianos celebran el triunfo de la selección Colombia en el Maracaná, campesinos en el Catatumbo huyen de los bombardeos que el Ejército realiza hace días en su territorio. Cerca de 250 personas desplazadas se encuentran en un refugio humanitario localizado en el municipio de Hacarí, a la espera de soluciones para retornar. Entre el 18 y 19 de julio se realizará una comisión humanitaria en la zona.

Comunidades de los municipios de El Tarra, San Calixto y Hacarí, región del Catatumbo, realizaron una asamblea general la semana pasada con el fin de tomar decisiones ante los continuos bombardeos. Esta situación pone en peligro la vida de los habitantes de la región.

José del Carmen Abril, integrante de la Asociación de Campesinos del Catatumbo (Ascamcat), manifestó a Colombia Informa que después de hablar con las comunidades, se acordó el traslado hacia un refugio humanitario. Argumentó además que las comunidades viven en constante zozobra y llamó a la comunidad en general para el acompañamiento a quienes se encuentran  en el refugio humanitario.

Abril comentó que los próximos 18 y 19 de julio hará presencia una comisión humanitaria en el sector, con el fin de dar a conocer y denunciar los hechos. Este espacio fue convocado por organizaciones y líderes de izquierda quienes solicitaron el cese al fuego bilateral inmediato para poner freno a la situación.

Finalmente, agregó que los diálogos iniciados en agosto de 2013 entre campesinos del Catatumbo y el gobierno nacional no han avanzado mucho y que en estos momentos están detenidos porque «para el gobierno no es fácil aceptar las propuestas de los campesinos que solicitan mayor inversión en salud, en educación, en vías».

Antecedentes

Las acciones irregulares de la fuerza pública se presentan desde el 14 de junio, cuando un grupo de campesinos que se encontraba en el río, en la vereda Mesitas del municipio de Hacarí, fue atacado por balas disparadas por militares. En esa ocasión, las víctimas del ataque lograron salir ilesos.

Al día siguiente continuaron los hostigamientos, esta vez las balas que provenían de un helicóptero dejaron como resultado la destrucción de los techos de las casas campesinas. Luego, el 16 de junio, murió una niña de 8 años al ser alcanzada por una bala perdida y el 19 del mismo mes, es asesinado un campesino y destacado miembro de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Santa Catalina, municipio de San Calixto.