Tras su escandalosa fuga de la Escuela de Artillería en 2003, el coronel del Ejército Jorge Eliécer Plazas Acevedo, vinculado a la muerte del periodista Jaime Garzón y condenado por secuestro y asesinato, se refugió en los Llanos Orientales y terminó haciendo parte de la banda criminal de Pedro Oliverio Guerrero, alias ‘Cuchillo’.
A las diez de la mañana de este jueves terminó para Plazas su vida de prófugo. La Fiscalía y la Policía lo capturaron cuando caminaba tranquilamente frente al parque de San Martín (Meta), vestido como parroquiano y notoriamente envejecido.

Las autoridades aseguran que Plazas, que como oficial fue la mano derecha del general Rito Alejo del Río, terminó siendo una especie de ideólogo del ‘Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia’ (Erpac), banda criminal surgida tras la desmovilización del Bloque Centauros de las Autodefensas y que fue el brazo armado del narcotraficante Daniel el ‘Loco’ Barrera.

Según documentos de inteligencia conocidos por EL TIEMPO, el coronel Plazas escribió los ‘estatutos’ de la disidencia del Erpac, que delinque en Meta, Vichada y Guaviare y que se presenta como un grupo antiinsurgente, aunque su único objetivo es el narcotráfico. Su rastro se perdió en julio del 2003, cuando se fugó de una unidad militar en la que cumplía una pena de 40 años por el secuestro y homicidio del industrial Benjamín Khoudari. Hombres del jefe paramilitar Luis Eduardo Cifuentes, alias el ‘Águila’, apoyaron esa fuga.

La captura de Plazas podría provocar un terremoto judicial, puesconoce la verdad sobre los nexos de altos miembros de la Fuerza Pública con los paramilitares de Urabá y los Llanos. Además, tendría información sobre más oficiales vinculados a la masacre de Mapiripán.

El vicefiscal Jorge Fernando Perdomo dijo este jueves que el oficial tendrá que empezar a responder por el apoyo a los paramilitares que asesinaron al periodista Jaime Garzón, en agosto de 1999. Por ese caso, la Fiscalía lo llamó a juicio la semana pasada.

Interceptaciones, claves

Precisamente, después de que se conoció esa noticia se intensificaron los monitoreos a las líneas telefónicas utilizadas por Plazas. La pista sobre su paradero surgió en medio de las investigaciones por secuestro y extorsión contra la banda de Martín Farfán, alias ‘Pijarvey’, el jefe de lo que queda del Erpac.

Hace seis meses los investigadores de la Policía y de la Dirección contra la Macrocriminalidad volvieron a tener información de ‘don Diego’, el alias del coronel cuando se desempeñó como jefe de Inteligencia de la Brigada 13 de Bogotá. La ubicación se completó gracias a un informante que entregó los datos exactos de sus movimientos por el Meta.

Un equipo élite de la Policía se infiltró en San Martín y con una fachada estuvo varios días en la zona. A pesar de que su apariencia física había cambiado, fue identificado cuando se desplazaba por la calle. Un cerco de seguridad de 20 hombres le cerró el paso para hacer efectiva la captura por homicidio agravado, concierto para delinquir y secuestro.

Mano derecha de Del Río

El coronel Jorge Plazas era el hombre de confianza del condenado general Rito Alejo del Río en la Brigada 17 de Urabá, y, luego en la 13 de Bogotá.

Según testimonio de paramilitares, el general Del Río fue quien presentó a Plazas con los jefes de las Auc, quienes habrían enviado hombres a la capital para ponerlos al servicio del coronel cuando él era jefe de inteligencia de la Brigada 13.

La Fiscalía investiga si ‘paras’ de Carlos Castaño y de Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’, realizaron operaciones con los militares en Bogotá./El Tiempo.com