El debate del punto de víctimas comenzó el pasado 12 de agosto y cuatro días después fue escuchado en la mesa de diálogos un primer grupo de doce representantes de los más de 6,5 millones de víctimas de todo tipo que ha generado el conflicto armado.
Un segundo grupo de víctimas viajará a La Habana en una fecha por definir, entre el 9 y el 11 de septiembre, para presentar también a la mesa de diálogo sus historias y planteamientos sobre lo que esperan de este proceso quienes han sufrido la tragedia del conflicto.
El cara a cara de las víctimas con los representantes de las Farc y del Gobierno no ha estado exento de polémica porque en el país hay quienes consideran que la selección hecha por la ONU y el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional no es representativa de los damnificados.
Algunas voces, principalmente del opositor partido Centro Democrático, liderado por Álvaro Uribe (2002-2010), han criticado la cordialidad con la que se saludaron el 16 de agosto algunos representantes de las víctimas con los delegados de las Farc en Cuba.
Sin embargo, los miembros de ese primero de cinco grupos de víctimas que irán a La Habana expresaron por unanimidad su confianza en el proceso de paz como único camino para el fin de la violencia y alcanzar la reconciliación, dijeron estar «unidos en el dolor» independientemente de quienes fueran sus victimarios, e invitaron a hacer causa común en este propósito.
Tampoco ha sido ajena a las críticas la creación de una subcomisión técnica compuesta por altos mandos militares que se encargará de diseñar la estrategia para que los guerrilleros dejen las armas y que hace parte del quinto punto de la agenda, el del fin del conflicto propiamente dicho.
Esa subcomisión militar está liderada por el general Javier Flórez, que dejará el puesto de jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, en la práctica el segundo en la jerarquía castrense, para dedicarse por entero a trabajar por la paz junto con otros seis oficiales de alto rango del Ejercito, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía.
A las críticas a la participación de militares activos en los diálogos con las Farc, el presidente Santos ha respondido que nada dignifica más a las Fuerzas Armadas, que son las que han tenido que librar la guerra, que se les tenga en cuenta a la hora de negociar la paz.
Tan convencido está el presidente de que la paz empieza a asomarse al territorio colombiano que el pasado viernes anunció la creación de una nueva unidad militar, el Comando de Transición, que se encargará de liderar el paso al postconflicto y estará a cargo justamente del general Flórez.
El jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, también lanzó un mensaje alentador el pasado 22 agosto al concluir la anterior ronda de diálogos al afirmar que el proceso, después de 20 meses, ha entrado en momentos decisorios y hay posibilidades serias de terminar el conflicto.
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