Aprender a vivir

Por: ALVIN LEZAMA

Si el mundo está en crisis, en múltiples crisis globales y convergentes, en total 34 ‒9 económicas, 8 sociales, 6 tecnológicas, 5 geopolíticas, 6 naturales‒, según en Informe de Riesgo Global presentado en la ciudad de Davos, en enero 2021, por el Foro Económico Mundial 2024 (WEF, por sus siglas en inglés), de las cuales 28 son causadas directamente por la acción humana, y se presume que en las 6 naturales restantes la intervención humana también tiene mucho que ver, no sería descabellado decir que algo, estructural y culturalmente, se está haciendo mal, digamos en los últimos 200 años.

Si la distribución de los ingresos y las riquezas es desigual, una brecha insalvable entre los pocos que concentran mucho y los más que se reparten las migajas, donde poco importa lo que se haga dentro del sistema actual y sus reglas pues la brecha sigue creciendo; siendo el dinero la base material en la cual se sustenta la economía de mercado, ello no es señal evidente de un sistema económico, de crecimiento y desarrollo en crisis terminal.

Si a nivel micro ya se comienza a generalizar en las poblaciones de los países del mundo, sin excepción, los malos empleos, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la insuficiencia de los ingresos de pensionados y jubilados, sin importar si se trata de seguridad social o de planes de retiros (inversiones) implementados por los propios trabajadores en su edad productiva, todo ello dando como resultado una vida que se precariza progresivamente para la gran mayoría de la población, podríamos decir un 90%; causando angustias y frustración para los que aspiran ‒jóvenes‒ conseguir un trabajo con un ingreso que les permita tener la vida soñada, para los que siguen trabajando duro y quieren lograr un ingreso suficiente que les permita llegar a fin de mes con todos los gastos cubiertos y para los que se retiran y esperan con sus ingresos cubrir sus necesidades dignamente hasta el final de sus días.

Siendo así, a nosotros, los de a pie, amiga y amigo, compañera, compañero, ¿qué nos queda?, optar por la opción binaria: apocalíptica o integrada. ¿Integrarnos ingenuamente o críticamente, pasiva o proactivamente, dentro del paradigma actual o explorar otras opciones paradigmáticas?, ¿hasta dónde llegar, cambiar para que todo siga igual o cambiar radicalmente?

Para esta realidad presente y por venir habrá que aprender a vivir, no hay de otra, verdad.

¿Usted cree que sus problemas personales se resuelven con dinero?, ¿cuánto necesita, en su flujo regular de ingresos, por cuánto tiempo, o en su riqueza acumulada?, ¿en qué denominación quiere el dinero, en moneda local o extranjera?, ¿en efectivo o en una cuenta bancaria o en fondos de inversión o en criptomonedas?, ¿su problema es mayormente financiero?

Si su problema personal se resuelve, ¿ha pensado en las 34 crisis mundiales y convergentes que hemos mencionado?, ¿cree que mientras cuente con ingresos y patrimonio suficiente, usted y los suyos estarán a salvo?, con dinero siempre habrán alternativas.

¿Usted cree que si logra montar su conuco, generar su propia energía, potabilizar su agua, fabricar su vivienda, calzado y vestido, manteniendo una vida sana y autosuficiente con su familia, podrá tener garantizada una vida plena presente y futura?

En ambos casos, lo que suceda con el planeta y los demás lo tiene sin cuidado, ello no le afectará.

Para usted, es lo mismo ¿Vivir Bien, Buen Vivir o Vivir Mejor?, ¿de qué sirve hablar de mejorar la calidad de vida, si la vida sigue siendo la misma?

Para ilustrar, presentaremos, a nivel de enunciados, algunas recomendaciones para vivir desde varias perspectivas

.-Desde la mirada financiera y del inversionista. Entendiendo a las inversiones como la ciencia del dinero que crea dinero. Con lemas como: “No sea esclavo sino amo del dinero”. “Deje que el dinero trabaje para usted”. Se presentan los consejos o lecciones de dos expertos, hombres ricos, que llamaremos WB (Warren Buffet), con 93 años, y RK (Robert Toru Kiyosaki), con 77 años.

RK, de origen humilde, se hizo rico a los 47 años siguiendo las siguientes 6 lecciones de su padre rico (de su Libro Padre Rico, Padre Pobre): Los ricos no trabajan por dinero ‒sino para identificar oportunidades; aprenda inteligencia financiera ‒para tener claro cuánto entra y sale, qué tiene; atienda su propio negocio ‒”el ojo del amo engorda el ganado”; que debe saber sobre los impuestos y las corporaciones ‒”La realidad es que los ricos no pagan impuestos. Es la clase media la que paga por los pobres, especialmente la educada clase media de altos ingresos”; los ricos inventan el dinero; trabaje para aprender, no para ganar dinero.

Diez lecciones de WB: “…nunca apuestes contra Estados Unidos”; el paciente gana, “El mercado de valores es un dispositivo para transferir dinero del impaciente al paciente”; ignora a los pronosticadores de mercado de capitales; ve por lo seguro no “busques cazar una ave exótica”; ten una reserva de efectivo suficiente para aprovechar las oportunidades inesperadas mientras los demás intentan sobrevivir ‒la empresa de inversiones de WB tenía, para diciembre del 2023, una reserva de efectivo de US $182 millardos; ten miedo cuando otros son codiciosos y sé codicioso cuando otros tienen miedo; “Para muchos es mejor tener participaciones en los Fondos Indexados S&P 500, esto es, un fondo de inversión basado en el índice de las 500 mejores del mercado”; saca provecho del Interés compuesto; la integridad lo es todo; pasa tu tiempo con la gente que más te importe. Signal to Noise, Charlie Bilello, episodio 26

Si el mundo fuera sólo financiero, un mundo de sólo dinero, sería un mundo feliz para el que gana e infeliz para el que pierde, sería un mundo “suma cero”. Frente a la pandemia como la COVID-19 o frente a un evento natural extremo, sorpresivo, está riqueza ¿cuánta diferencia haría?, ¿le salvaría de una crisis financiera mundial?, ¿le salvaría de una gran depresión como la de 1929 en los EE.UU.?.

Desde la psicología

MS (Martin Selligman), un psicólogo estadounidense, de 81 años, promotor de la psicología positiva.

De manera muy resumida, hace un planteamiento de la nueva teoría del bienestar donde se dan cinco consejos personales: tener emociones positivas, logros ‒aunque sean pequeños, compromiso, sentido ‒llena de sentido tu vida‒ y relaciones positivas.

En ambas perspectivas sólo hay individuos, nada de las relaciones con los demás, nosotros, los otros, nada de la relación con la naturaleza. La realidad de ellos se limita a su entorno inmediato, a su dimensión individual, ¿vivirán en una burbuja?

.-Desde la perspectiva holística, como la planteada por los pueblos originarios, se propone el “Vivir Bien” (Suma Qamaña en aymara) de Bolivia o el “Buen Vivir” (Sumak Kawsay, neologismo en quechua), de Ecuador. Vivir bien es “el acceso y disfrute de los bienes materiales y de la realización afectiva, subjetiva, intelectual y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos” Plan Nacional de Desarrollo, Bolivia, 2006. Vivir Bien es una visión holística cuya base es la vida y/o el cosmos, por eso se suele decir que es una concepción biocéntrica o cosmocéntrica. Lo más importante no es el humano, ni el dinero, sino la vida.

Este planteamiento del Vivir Bien, de Bolivia coincide con los postulados de la Economía Descalza y su Desarrollo a Escala Humana del economista chileno Manfred Max-Neef y con las recomendaciones del filósofo y educador francés Edgar Morin, en especial en su ensayo “La cabeza bien puesta”, 2001.

Morin, ante la incertidumbre propone, para aprender a vivir tres caminos: camino uno, pensar bien, con un pensamiento integrador y totalizador, y actuar siempre, recordando que las interacciones y retroacciones son impredecibles; camino dos, tener estrategia en lugar de programa, la primera, obliga a estar preparado para escenarios imaginables, inimaginables e imprevistos, teniendo claro los objetivos estratégicos; mientras, la segunda, se concibe a sí misma como un conjunto de acciones para un escenario estable, poco real; camino tres, apostar, integrando la fe a la incertidumbre. Morin, también, aconseja aprender de las Escuelas de la vida, entre otras, las Escuelas del descubrimiento, las Escuelas de la complejidad humana, las Escuelas de la comprensión humana.

También, es oportuno mencionar los cincos postulados y el valor esencial para la nueva economía (descalza) que propone Max-Neef: 1.- La economía está para servir a las personas y no las personas para servir la economía; 2.-El desarrollo es para las personas, no para las cosas; 3.-Crecimiento no es lo mismos que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere crecimiento; 4.-La economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera, por lo tanto el crecimiento permanente es imposible; 5.-No hay economía que sea posible en la ausencia de ecosistemas. El valor esencial para sostener la nueva economía debería ser “ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la vida, en todas sus manifestaciones”. Entrevista 2010, Democracy Now, con Amy Goodman

Comentarios generales

.-Fíjense que no se dice enseñar a vivir, ni reaprender a vivir, pues no se trata de reproducir los viejos esquemas, estrategias y formas, se plantea la necesidad de nuevas formas de ser, de saber, de decidir, de hacer aún inexploradas por la mayoría, nuevas formas de vivir para la mayoría. No más antropocentrismo.

.-Otro mundo posible pasa por otra actitud, otras formas de relacionarnos, otras formas de conocer y comprender al mundo y sus problemas, nuevas formas de pensar y construir conocimientos. Exige captar y abordar el mundo en su complejidad.