Por Deisy Francis Mexidor *
La Habana, (Prensa Latina) El líder liberal Justin Trudeau sobrevivió a los escándalos que ensombrecieron su imagen, al final hizo lo suficiente para recuperar la confianza de los canadienses y logró otro mandato como primer ministro aunque gobernará en minoría.
Los resultados coinciden con las apreciaciones de buena parte de los expertos previo a la reñida jornada electoral del 21 de octubre, a la que fueron convocados 27.4 millones de empadronados, según las últimas cifras oficiales.
Para los analistas era clara la opción de un gobierno en minoría ya fuera con Trudeau a la cabeza o con los conservadores de Andrew Scheer, pues ambas formaciones ?que se alternan aquí el poder desde 1867- llegaron en igualdad de condiciones al día cero: con un empate técnico de acuerdo a las encuestas de intención de voto.
Hasta la mañana del 22 de octubre, los liberales fueron elegidos o marchan a la vanguardia en 157 distritos, en comparación con los 121 de los conservadores, los 32 del Bloque Quebecois (BQ) y los 24 del Nuevo Partido Democrático (NPD).
Pero pese a saborear el triunfo, Trudeau perdió el voto popular por unos 243 mil sufragios y más de 20 escaños en la Cámara de los Comunes, lo cual demuestra que en alguna medida los problemas enfrentados en sus cuatro años en el sillón de Ottawa le pasaron factura.
Ese resultado fue más pronunciado en la región de las praderas, donde la participación y el apoyo a los conservadores resultaron muy altos.
Por ejemplo, en Alberta los correligionarios de Scheer ganaron casi el 70 por ciento del voto popular por cerca del 14 por ciento los de Trudeau. En Saskatchewan, los conservadores obtuvieron el 65 por ciento de las papeletas y el 10 por ciento los liberales.
Entretanto, los de Trudeau se aferraron a las butacas suficientes en el Atlántico canadiense, Quebec y Ontario para asegurar ese gobierno minoritario. Bien, del lobo un pelo, como reza el refranero popular.
El reelecto gobernante agradeció a sus partidarios, a su equipo de campaña, al personal y a los candidatos por su ‘arduo trabajo’. ‘Lo lograron, amigos míos. Felicitaciones’, expresó tras darse a conocer su victoria.
‘De costa a costa esta noche, los canadienses rechazaron la división y la negatividad’, apuntó.
Rechazaron los recortes y la austeridad, y votaron a favor de una agenda progresista y de una acción enérgica sobre el cambio climático, subrayó Trudeau, quien se presentó como la gran esperanza en las federales de 2015.
Ahora el hijo del desaparecido ex primer ministro Pierre Trudeau tendrá que entrar en acuerdos y alianzas para concretar su agenda de gobierno en el venidero cuatrienio.
De tal manera se avecinarían ‘apretones de manos’ con otras fuerzas más pequeñas como el NPD, de Jagmeet Singh o el BQ de Yves-François Blanchet, por cierto los independentistas de Quebec entrarán más fortalecidos al futuro parlamento.
Días antes de las elecciones, Singh afirmó que haría ‘lo que sea necesario’ para evitar una vuelta de los conservadores a Ottawa, lo cual dejó sobre el tapete la eventual alianza con los liberales.
Por su parte, Blanchet ratificó que apoyaría a cualquier gobierno en cualquier asunto ‘siempre y cuando la política sea buena para Quebec’.
CAMPAÑA EN 40 DÍAS
Trudeau defendió su gestión durante la campaña con asuntos claves como la introducción de un impuesto al carbono para frenar el calentamiento global.
También abogó por una economía fuerte con un desempleo particularmente bajo y nuevos pactos comerciales con Europa y las naciones del Pacífico, así como con Estados Unidos y México.
Mientras tanto, los conservadores prometieron medidas de austeridad para volver a un presupuesto equilibrado en un lapso de cinco años.
El reelecto Trudeau reiteró hasta el cansancio que un gobierno conservador recortaría miles de millones de dólares de los programas esenciales y detendría el progreso del país contra el cambio climático, entre otros males.
Por lo que para los canadienses que no querían eso la elección era ‘muy, muy clara’, enfatizó. Sin embargo, a lo largo de la campaña fue su pasado el que prevaleció.
Cuando todavía seguía en la memoria colectiva el escándalo por su injerencia política en el caso de la compañía con sede en Montreal SNC-Lavalin, aparecieron unas fotos de 2001 por las que fe acusado de racista.
En su momento se especuló que el primer ministro decidió interceder por la empresa SNC-Lavalin, un gigante de la construcción, porque Quebec, la llamada Belle Province, es un bastión liberal.
La controversia escaló a tal punto que provocó incluso la renuncia de dos ministras y del jefe de gabinete de Trudeau.
No faltaron tampoco señalamientos por el estancado proyecto del oleoducto Trans Mountain, el plan de impuesto al carbono y una promesa incumplida sobre la reforma electoral.
En cuanto a las imágenes. Los medios difundieron a un Trudeau de 29 años con el rostro y las manos pintados de negro y vestido a la usanza oriental, lo que fue motivo de fuertes críticas.
Para un líder que había defendido desde la llegada al poder la diversidad y prometió luchar contra cualquier forma de discriminación, las fotos supusieron un duro golpe para su credibilidad entre los votantes de las minorías y los indígenas.
Pero los votantes pasaron la página a los dimes y diretes que llevaron más de una vez a Trudeau a pedir disculpas públicas.
Aún así, Trudeau logró obtener el respaldo de celebridades del más alto perfil, en particular del expresidente de Estados Unidos Barack Obama.
LOS CUATRO AÑOS TRANSCURRIDOS
Trudeau entró al escenario mundial con un gran éxito cuando ganó un gobierno mayoritario en 2015, pero el entusiasmo se fue apagando debido a todos los tropiezos que tuvo en estos cuatro años.
Aún así, el gobierno de Trudeau legalizó el uso recreativo de la marihuana, convirtió a Canadá en un líder mundial en lo que respecta al reasentamiento de refugiados y negoció un nuevo acuerdo del TLCAN y una reformulada Asociación Transpacífica.
Datos oficiales arrojan que en todo Canadá hay 338 distritos electorales, 170 es la cantidad de escaños que se necesitaban en la Cámara de los Comunes para un gobierno de mayoría, se imprimieron 35 millones de boletas electorales y se habilitaron unos 20 mil centros de votación.
Además, fueron 21 los partidos políticos inscritos para la campaña 2019, tres más que en igual ejercicio anterior.
En 2015 el Partido Liberal, liderado el joven Trudeau, se alzó con el triunfo dando fin a nueve años del gobierno conservador de Stephen Harper.
Al momento de disolver el 42 Parlamento para el inicio de la campaña 2019, los liberales contaban con 177 asientos en el hemiciclo y 95 los conservadores.
De manera que el camino escogido por los canadienses es de la continuidad para el 43 Parlamento federal. Con ello dan borrón y cuenta nueva.
Por eso, ‘a los que no votaron por nosotros, sepan que trabajamos todos los días por ustedes’, comentó Trudeau.
‘Gobernaremos para todos. Independientemente de cómo voten, el nuestro es un equipo que luchará por todos los canadienses’, escribió de forma conciliadora el reelecto gobernante en su cuenta en la red social Twitter.
arb/dfm / https://www.prensa-latina.cu
*Periodista de la Redacción Norteamérica de Prensa Latina.
CONSTRUYENDO EL BUEN VIVIR
COLAREBO 