“Tres barbarismo que se deben evitar a toda costa”

Por: Alvin Lezama

Siempre cuando se habla de ajuste en los gobiernos se da por hecho que se trata de ajustes económicos ya sean monetarios, fiscales, de presupuesto y gastos, ajustes con el propósito de controlar variables macroeconómicas; puede que ello implique reducción del llamado Estado de Bienestar o Estado Social cuyas consecuencia se pueden manifestar en la seguridad social, la salud, la educación, las inversiones públicas en infraestructura vial o de servicios públicos, pueden tener un mayor impacto y un alto costo político, que se suele subestimar.

El foco siempre está en lo económico, siguiendo recomendaciones de expertos de renombradas escuelas como los Chicago’s Boys que se hicieron famosos asesorando, en la década de los 90’s, del siglo pasado, a varios gobiernos de la región de América Latina y el Caribe en sus ajustes. Hasta ahora ninguno de esos ajustes que se solían llamar: paquetes o agendas lograron obtener el éxito esperado en los gobiernos de los países del Sur Global, entre ellos: Argentina, Venezuela, Ecuador, Chile, Perú, entre tantos otros; unos con mayor resonancia e impacto, cuyos resultados desencadenaron hasta crisis políticas, económicas financieras y sociales agudas.

En esta materia Carlos Matus ha hecho una propuesta teórica, en base a sus experiencias como tecnopolítico: el balance político global; éste es el resultado de tres balances: el político, más vinculado a la macro-política, el técnico – económico y el gerencial – operativo, este último  impacta directamente en la vida cotidiana de la gente, de los actores del juego social, donde se abordan los problemas concretos de la micro-política y la micro-organización, donde los problemas del plan se eligen, priorizan y atienden. Estos tres balances es lo que el autor llama tres cinturones, el balance político global es el resultado de los tres balances o del ajuste de los tres cinturones.

Estos balances  se deben evaluar antes, durante y después de tomar las medidas o acciones operativas vinculadas con el problema que se atiende y después incluso del periodo de gobierno. Esta evaluación implica viabilidad e impacto esperado y resultados en términos de eficacia y aceptación para cada problema de la lista de la planificación estratégica situacional (PES), para cada uno de los tres balances.

Sin entrar en el detalle del cómo se hace, el balance político global debe ser positivo pues el objetivo de quien dirige es acumular poder no perderlo, evita perder capital político pues siempre corre riesgo su mandato, llegado el punto hasta puede ser objeto de una salida abrupta, por vía constitucional o por la fuerza de los hechos como consecuencia de los resultados, mientras más  se alejan éstos de lo prometido mayor peligro.

Fíjese lectora y lector, esta evaluación aplica tanto para el directivo ‒gobernante‒ de una organización  pública como para una privada, lo que cambia es la forma de gobierno, de su elección y de quiénes le eligen, claro también la motivación, valoración, intereses, objetivos e ideología de quien dirige.

Cuando el foco se centra en un solo balance se llega a casos indeseables,  Carlos Matus califica a estos comportamientos de barbarismos, una forma de ignorancia que es desconocida por parte del sujeto que la tiene; así, por ejemplo, si el foco se centra en el balance político se trata de barbarismo demagógico o político, si se centra en el balance técnico-económico: barbarismo tecnocrático, si se centra en el  balance gerencial operativo se trata de un barbarismo burocrático, gerencial u operativo. En los tres casos expuestos se pierde capital político, aparte de no lograr resolver los problemas reales que más aquejan a la sociedad.

Premisas

.-Así como toda acción tiene su reacción, toda acción operativa también tiene  sus reacciones de agentes y actores del juego social; no se está en un laboratorio, en un ambiente ideal y controlado.

.-Una o varias acciones operativas buscan abordar un problema, ya sea para solucionarlo, mitigar sus efectos o postergarlo.

.-Una organización, pública o privada, tiene objetivos que cumplir y problemas que enfrentar, los previstos y los ocasionales, los que elige y los que la eligen, en ambas el análisis situacional es indispensable, al igual que el análisis del procesamiento tecnopolítico de los problemas.

.-En el juego social hay actores y agentes, los primeros son libres e impredecibles, los segundos, reproducen y repiten conductas, unos pueden ser aliados y otros oponentes  en determinado momento y problema.

.-Se asume la Planificación Estratégica Situacional (PES) en lugar de la planificación tradicional normativa economicista; en ella se elabora una lista de problemas con sus correspondientes acciones operativas, evaluando los resultados en cada momento.

Se trata de un juego social donde el gobernante apuesta en un campo de juego donde otros actores participan; aun cuando hay azar se trata de una apuesta calculada donde la acción del gobernante pesa, influye; donde se escogen problemas, no siempre claros y bien definidos, con sus variables, a veces insuficientes ‒en cantidad y calidad‒, a veces equivocadas; donde las condiciones cambian sin previo aviso; donde surgen y desaparecen actores, con intereses comunes y contrarios; se trata de cálculos que siempre están acotados entre límites y condicionados por las circunstancias. 

Para ilustrar 

En relación la desviación de foco de la acción en un solo balance, Matus cita los casos, como ejemplos, de cuatro jefes de gobierno:

Barbarismo Tecnocrático: Carlos Andrés Pérez con el llamado paquetazo y Rafael Caldera con la Agenda Venezuela, ambos en su segundo mandato, en Venezuela, y Carlos  Menem en Argentina, en todos la forma de aplicar los  ajustes macroeconómicos fueron los detonantes de inestabilidad social, económica y política; no se evaluaron los impactos ni antes, ni durante y si se hizo se subestimaron o equivocaron. En algunos casos, se consumieron a tal punto el capital político que salieron del gobierno antes de culminar sus mandatos; caso Carlos Andrés Pérez, segundo mandato 1989-1993, acusado y condenado por malversación de fondos públicos y fraude a la nación, fue destituido, también dejo al  país en recesión económica y grave crisis política y social;  Carlos Menem si culminó su segundo mandato 1995-1999, pero en este período se  inició la recesión económica de argentina, se elevó al doble la deuda externa, pasó de US $65 millardos a US $151 millardos, la inflación se llevó casi a cero pero se redujo la  producción industrial, pasó de 42%  al 26% del PIB, está recesión económica es  considerada la peor de la historia del país, también fue condenado; Rafael Caldera aun cuando culminó su segundo mandato, 1993-1999, recibió al país con una crisis financiera que obligó al Estado a rescatar a los bancos privados estatizándolos, los saneo y se reinsertaron nuevamente  en el sistema financiero,  se agravó  la crisis política y de los partidos, la reducción de los precios del petróleo impactó en el presupuesto público obligando a una disminución en un 10% del presupuesto público,se logró cierta paz social pero no se avanzó en la solución del problema económico, terminó su mandato.

Llama la atención una cita que hace Matus, en su libro los tres cinturones (2007), de una declaración de Carlos Menem en una entrevista televisada donde responde a un periodista brasileño:

“Yo le ofrecí al pueblo argentino cirugía sin anestesia, y eso es lo que estoy haciendo”.( 2007, Tres cinturones). Recuerda a Javier Milei, por el tipo de liderazgo y el discurso, éste cambió el bisturí por la motosierra, ¿habrá realizado y estará realizando en su gestión los tres balances o le espera la misma suerte al presidente y al país?

En relación al barbarismos político esta cita de Matus es pertinente, oportuna y clara:  

 “…Las acciones políticas giran, sin límite, contra el balance económico y las estructuras organizativas. El caso del Presidente Alan García en Perú, en su segundo mandato,  2006-2011, ejemplifica bien esta posibilidad.”  Se comprometen los recursos económicos del presente y los del futuro, que aún no se tienen, y se desestima si se tiene la capacidad de gobierno para responder a la carga operativa que se impone”. (2007, Carlos Matus, Tres cinturones)

Caso aparte de este balance político global y de interés son los casos de los últimos mandatos presidenciales de los Estados Unidos: Joe Biden y Donald Trump, ¿qué ofrecieron y qué lograron?  

El lema de campaña de Joe Biden fue “Reconstruir mejor” (“Build Back Better”) y el de Donald Trump “Hacer América Grande de Nuevo” (“Make America Grear Again”), ¿cuánto de lo prometido en las campañas se habrá reflejado positivamente en los resultados obtenidos al final de sus mandatos, ¿ cuánto  capital político les habrá costado? Creo que las evidencias abundan. En esencia ambos plantean recuperar a los EE.UU., política, económica, industrial y socialmente. 

Como se planteó en las conjeturas y premisas este balance político global que  considera los tres balances también aplica a cualquier gobierno de organización privada, con los cambios que se mencionaron anteriormente.

A modo hipotético se presentan estas notas de prensa relacionadas con grandes empresas transnacionales, en base a los impactos y efectos: ¿cree usted que ellas, y/o los gobiernos de los países donde residen y operan, deban realizar un balance político global para gobernar? 

Alemania, Volkswagen y ahora BMW

“Nuevo día negro para el automóvil alemán: toda la industria europea tiembla en bolsa por los problemas de BMW con los frenos” (10-9-2024, el economista)

Corea del Sur, Samsung

“Terremoto en Samsung: despedirá a 44.000 empleados, casi un tercio de su fuerza laboral mundial” (12-9-2024, Banca y negocios)

Conjeturas

.-Un proyecto de gobierno, en el caso de un país,  debe tener la mirada lejos, a largo plazo, debe trascender partidos y elecciones, debe gozar de amplio consenso nacional.

.-Para cada problema de la lista que se elabora en la planificación estratégica situacional (PES) debe identificarse si el problema es estructurado o es cuasiestructurado, ello determinará la forma de tratarlo, de manera simple o compleja, respectivamente; elaborando modelos predictivos estadísticos y matemáticos o con estrategias interactivas en un juego social, respectivamente.

¿Qué hacer?

.-Cambiar la práctica, ampliar la visión, ir del árbol al bosque o más aún al ecosistema, al planeta tierra, para realizar el análisis situacional y el procesamiento de los problemas en todo momento.

.-Dada la mundialización, como modelo de desarrollo, cualquier acción tiene su reacción, desencadena su efecto domino, en particular cuando se trata de empresas transnacionales, estos impactos pueden llegar a afectar económica, política y socialmente al país; en este nuevo paradigma las empresas y los gobiernos deben atender estos problemas proactivamente.