El mercado capitalista, encarnado en la Bolsa del Wqll Street y sus tentáculos financieros, no es más que un mecanismo de opresión global que convierte la vida en mercancía, despojando a los bienes esenciales —como la miel medicinal, el oro— de su valor intrínseco para someterlos a la tiranía de la especulación. Al establecer precios según la lógica del casino financiero, este sistema desarraiga los productos de su contexto ecológico, cultural y comunal transformándolos en fichas de un juego perverso donde ganan solo los dueños del capital.

El mercado capitalista, encarnado en la Bolsa del Wqll Street y sus tentáculos financieros, no es más que un mecanismo de opresión global que convierte la vida en mercancía, despojando a los bienes esenciales —como la miel medicinal, el oro— de su valor intrínseco para someterlos a la tiranía de la especulación. Al establecer precios según la lógica del casino financiero, este sistema desarraiga los productos de su contexto ecológico, cultural y comunal transformándolos en fichas de un juego perverso donde ganan solo los dueños del capital.


La Farsa de la «Valoración Objetiva» Capitalista La Bolsa de Nueva York, lejos de reflejar el valor real de la miel tachirense o el oro medicinal, impone precios basados en la codicia, la manipulación de la oferta-demanda artificial y la explotación extractivista. Mientras en Petare, un mercado popular autogestionado gracias a las políticas socialistas vende miel de calidad superior a 6 divisas, el mercado formal —secuestrado por intermediarios, corporaciones y bancos— infla el precio a 11 divisas, no por su valor nutritivo o medicinal, sino para alimentar las ganancias de accionistas anónimos. Esto revela la hipocresía de un sistema que enriquece a parásitos financieros mientras empobrece a productores y consumidores. El Saqueo Neocolonial en Forma de «Mercado Libre» La miel tachirense, producida por comunidades con saberes ancestrales, es despojada de su identidad y vendida como commodity en Wall Street. El capitalismo convierte lo sagrado (la medicina natural, la tierra) en un activo bursátil, replicando la lógica colonial: extraer riqueza del Sur Global para convertirla en números en pantallas de Manhattan. Mientras, en los mercados populares como el de Las flores de Petare, persiste una economía antagónica al imperialismo de precios, donde el valor se define por el trabajo concreto, la confianza comunal y la necesidad humana, no por la especulación de fondos buitre.

La Insurgencia de los Mercados Populares, Contrahegemonía en Acción El ejemplo de Petare no es una «anomalía», sino un acto de resistencia. Estos espacios son trincheras de batalla, donde se practica una economía radicalmente distinta: – Precios justos, determinados por relaciones humanas, no por algoritmos financieros. – Calidad auténtica, sin estándares impuestos por sellos corporativos que encarecen artificialmente los productos. – Solidaridad económica, donde no hay cabida para la acumulación privada de riqueza, sino para la redistribución colectiva. Aquí, la miel no es un «activo», sino un bien común; su valor no lo dicta un corredor de bolsa, sino la reciprocidad entre quien cultiva y quien consume.

El Capitalismo como Enemigo de la Vida Al financiarizar hasta el oro medicinal —un elemento con profundos usos terapéuticos y culturales—, el capitalismo muestra su rostro más grotesco, todo lo vivo es susceptible de ser convertido en deuda, en apuesta, en ficha de ruleta. Pero en los márgenes del sistema, donde el pueblo organiza su subsistencia, se gesta la semilla de un mundo postcapitalista: uno donde los precios no sean armas de exclusión, sino puentes de acceso.

¡Desobedecer al Mercado, Defender la Comuna!

La disparidad entre las 11 divisas del mercado capitalista y las 6 divisas del mercado popular no es un «error» del sistema, es la prueba de su podredumbre. Frente a esto, la tarea es clara: – Boicotear los circuitos financieros que encarecen la vida. – Fortecer las redes autónomas de producción y distribución nacional. – Reivindicar el conocimiento ancestral frente a la estandarización capitalista. (Cultura del Konuko) La miel tachirense a 6 divisas en Petare no es solo un product, es un manifiesto político. Es hora de elegir entre alimentar al monstruo de Wall Street o nutrir las raíces de la soberanía popular.

¡Que la rebeldía de los mercados populares sea la chispa que incendie la jaula de los precios especulativos!

Konuko
Colectivo Resistencia y Rebelión. Frente Nacional de Colectivos Revolucionarios Sergio Rodríguez