POR LUCIANA CADAHIA
Aunque hoy el avance de las extremas derechas regionales suele percibirse como un fenómeno inédito, valdría la pena preguntarse desde cuándo este monstruo fascista nos viene respirando en la nuca.
Seguir leyendo «La derecha colombiana como laboratorio fascista regional»Colombia tiene la particularidad de ir a contramano de la historia política de la región. Mientras la mayoría de los países latinoamericanos sufrían dictaduras cívico-militares, el discurso oficial colombiano se jactaba de no haber interrumpido su Estado de derecho. Algo similar ocurrió a comienzos del siglo XXI: mientras varios países enfrentaban profundas crisis económicas acompañadas por revueltas populares bajo la consigna «¡Que se vayan todos!», la élite colombiana celebraba el supuesto éxito de su modelo económico. Ejemplos como estos abundan en su mitología nacional: un relato diseñado para aislar a Colombia de América Latina y presentarla como el motor económico-militar del continente.


Todas y todos hemos visto la mediocre campaña que ha realizado Capriles, un camaleón despigmentado que ni copiar sabe, disfrazado de Chávez, copión de discursos, todo fríamente calculado para intentar mimetizarse con la gran mayoría que es socialista y chavista.