Editorial
Cuando publiquemos el número 52 de la revista Colarebo que, por cierto, cumplimos 14 años de vida construyendo la comunicación alternativa y rebelde, estaremos en medio de un cese al fuego entre el ELN y el Gobierno de Colombia.
Cese al fuego nacional, bilateral y temporal.
Es la primera vez en la historia de esta organización insurgente que se logra un cese al fuego de esas características.
Desde el 3 de agosto y hasta el 29 de enero del 2024 está acordado este cese al fuego, prorrogable, que tiene como principal fin crear un ambiente propicio para el desarrollo de los puntos uno, dos y tres de la Agenda de Conversaciones, acordada con el Gobierno de Juan Manuel Santos y repotenciada ahora en México, en la mesa de negociaciones entre el Gobierno del Presidente Petro y el ELN.
El punto uno de esta Agenda de Conversaciones es el de la participación de la sociedad. En donde se acordó que las organizaciones sociales, políticas, los gremios y todo el conjunto de la sociedad organizada, harán un ejercicio de estructuración democrática de las formas cómo la sociedad colombiana puede participar en el desarrollo de la Agenda y en la consecución de acuerdos sustanciales que lleven a la solución política del conflicto social y armado y de ahí a la paz con justicia social en Colombia.
Este punto uno tendrá un desarrollo ya acordado, donde se celebrarán reuniones regionales y sectoriales en todo el país, durante estos seis meses. Se ha conformado un comité impulsor de este proceso de 30 organizaciones de la sociedad, que se instalará el propio 3 de agosto en Bogotá, el cual tendrá resultados en seis meses dándole una arquitectura, dinámica política y colectiva al proceso de participación de la sociedad en un diálogo nacional, ordenado y organizado por la misma sociedad, con la participación del Gobierno Nacional y del ELN.
Después se daría el desarrollo de los puntos dos y tres que tienen que ver con un análisis colectivo sobre el estado de la democracia que viven los colombianos y colombianas, a partir de ahí se entraría en el punto tres que propondría y mandataría las transformaciones necesarias para poder vivir sabroso, con justicia social y en paz.
El cese al fuego nacional, temporal y bilateral tendrá sus propios espacios de monitoreo y verificación, donde estarán las partes que las integran, como los representantes de la Fuerzas Armadas del Estado, la Misión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Colombia.
Colarebo se declara vehículo de la “pedagogía para la paz en Colombia”, desde sus páginas y publicaciones aportará para la creación de un ambiente necesario para la paz y en la construcción de una cultura de paz en el pueblo colombiano.

Buena noches. Hermano, muy buena esta edición… lo felicito a usted y a su equipo de trabajo.
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