Por Carlos Aznárez.

Este pasado martes, en un Parlamento donde un grupo de 142 diputados aprobaron que Argentina se convierta en una colonia de Estados Unidos, de Israel y las corporaciones multinacionales, pisoteando de esta manera la soberanía económica y la independencia política del país, un diputado de la izquierda que por supuesto votó en bloque en contra de este atropello liberal capitalista, pidió la palabra para plantear una cuestión de privilegio, y alli lanzó en ese recinto de traidores y genuflexos, un valiente discurso en defensa del pueblo palestino y condenando sin tapujos la barbarie fascista israelí. Lo dijo con toda la claridad y la contundencia que se necesita en tiempos difíciles pero no imposibles de superar si optamos por no arrodillarnos ante los vendepatria.

Christian “Chipi” Castillo, del FITU, dejó, este martes bien alta la bandera de la verdad al gritarles en la cara a tanto cipayo que se esconde detrás de sueldos millonarios cuando nuestro pueblo pasa hambre, que se han convertido en sostenes del Virrey Milei y toda su casta gobernante, y lo hizo defendiendo la dignidad de un pueblo heroico como es el palestino. No todo está perdido.

/Resumen Latinoamericano