Por: Werther Sandoval

Las medidas coercitivas ilegales, aplicadas por el Gobierno de EEUU en contra del pueblo venezolano, han conducido a que Pdvsa se vea obligada a exportar la mitad del crudo, arduamente extraído, a través de la flota oscura, así denominados los tanqueros carentes, en su mayoría, de cobertura de seguros internacionales y dotados de equipos capaces de burlar su identidad y disfrazar sus movimientos en alta mar.

El glosario de la firma windward.ai define la flota oscura como aquellos tanqueros que desactivan sus sistemas de identificación automática (AIS), los que permiten determinar sus ubicaciones; y envían señales engañosas a través de la manipulación del sistema de navegación global por satélite (GNSS).

“La flota oscura se caracteriza por estructuras de propiedad débiles y el uso de múltiples banderas de conveniencia durante períodos cortos de tiempo. El tamaño de esta flota ha fluctuado sustancialmente con cada nueva regulación, aún más después de la prohibición del petróleo ruso y los límites de precios”, dice.

Windward ha identificado aproximadamente 1.100 buques de la flota oscura. Señala que, si bien la práctica existe desde hace años, con fuerte impulso en el comercio de Irán y Venezuela, se ha convertido en un problema mayor desde la operación especial rusa en Ucrania, pues con ella Rusia evita las sanciones y vende petróleo a sus aliados. Según estimaciones de CNN, más del 10% de los grandes petroleros están involucrados en esta práctica ilegal y las cifras están aumentando constantemente.

Existen otros tipos de buques tanqueros denominados flota gris, la cual surgió como respuesta a la operación especial rusa en Ucrania y las sanciones que le siguieron. “En este tipo de flota, las compañías navieras ocultan el origen y la propiedad de los buques para dar una apariencia de legalidad. Esta flota se describe como gris por la dificultad para determinar la legalidad y el cumplimiento de las sanciones”.

Windward identificó más de 900 buques de la flota gris. La carga que transportan es principalmente petróleo ruso, enviado a países que no han prohibido el comercio con Rusia, como China, Turquía e India.

Tankertrackers.com, por su parte, señala que, a pesar de las sanciones, Pdvsa ha logrado alcanzar niveles relativamente aceptables de exportaciones de su petróleo, aunque en caudales todavía distantes del que habría si se permitiera el normal funcionamiento de la industria.

“Las exportaciones de petróleo crudo de Venezuela siguen manteniéndose fuertes tras haber expirado las exenciones de las sanciones”, afirma Tenkertrackers.com. “La mitad de las exportaciones fueron realizadas por la oxidada flota oscura, en combinación con la manipulación del AIS. La estamos fotografiando desde la costa y el espacio”.

El portal señala que apenas un tercio de los tanqueros de la flota oscura que navega por los océanos ha sido incluido en la lista negra de la dependencia de EEUU que aplica las sanciones, la Secretaría del Tesoro, y de esta solo un tercio posee bandera iraní.

Es decir, EEUU aplica sanciones que obligan a los países sancionados al uso de tanqueros que burlan las naciones, pero es indulgente y permite a esos mismos países usar la flota oscura para burlar las mismas sanciones, lo cual indica el volumen de dinero que se mueve en la industria de las sanciones.

De hecho, las sanciones determinan que Venezuela se vea obligada a vender su petróleo con descuentos de hasta 10 dólares por barril; uno de los grandes beneficiarios del contexto de ilegalidad y piratería que causan las sanciones son los propietarios de los tanqueros integrantes de la flota oscura.

El pasado tres de septiembre Tankertrackers publicó los volúmenes de exportación mediante la flota oscura:

• Irán a China: 1.504.054 BD
• Rusia a India: 390.148 BD
• Venezuela a China: 325.474 BD
• Irán a Emiratos Árabes Unidos: 200.992 BD
• Rusia a Türkiye: 64.073 BD
• Arabia Saudita a India: 59.285 BD

Durante el año 2023, el transporte marítimo de hidrocarburos fue realizado a través de 47 buques, de los cuales 22 están adscritos a la flota propia y 25 pertenecen a la flota tercerizada.

Excepto por los dos buques entregados a Venezuela por la República de Irán, ni Argentina ni Portugal han resarcido a la nación venezolana los buques encomendados ni el dinero pagado para sus construcciones.

En el caso argentino, el principal obstáculo, que ha impedido finalizar cabalmente la construcción y entrega de los dos buques tanqueros solicitados por Pdvsa, es la constante amenaza de privatización e, incluso, desaparición, a la cual ha estado y está sometida la naviera constructora Astilleros Río Santiago.

La gestión para construir estos buques comenzó en julio de 2004, cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner y su par de Venezuela, Hugo Chávez, firmaron un acta de compromiso el 11 de agosto de 2005. El contrato inicial incluyó la fabricación de dos buques por un monto de 124 millones de dólares.

La responsabilidad en la construcción fue entregada a Astilleros Río Santiago. Pero nada. Fabiana Solano, en el medio El Destape, reseña en agosto de 2022 que esta empresa “desde su legendario origen peronista, tras el desguace durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y de Mauricio Macri (2015-2019) fue sometida al acoso financiero y a la persecución de sus trabajadores a través de la denominada ‘Gestapo sindical”.

Es así como con la llegada a la presidencia de Macri, el acuerdo con Pdvsa fue suspendido por falta de inversiones del Gobierno argentino en la empresa, “lo cual es una muestra mínima del proceso de desguace, que fue acompañado con la compra de lanchas-patrullas israelíes y cuatro buques de guerra franceses en desuso”.

Además, los gobiernos de Mauricio Macri y del actual presidente Javier Milei se unieron a la política de EEUU de aplicar acciones coercitivas y unilaterales contra Venezuela, como fue el cierre forzado de las operaciones de la empresa Petrolera del Conosur, una sociedad de propiedad del Estado venezolano bajo la regencia de Pdvsa América, filial continental de Pdvsa en la región.

Aun así, desde septiembre de 2023, la curva de exportaciones venezolanas de crudo se ha mantenido con tendencia al alza, con pocas bajas, hasta cifrar 707.000 BD en agosto de 2024. De este volumen corresponde a Asia 460.000 BD, 57%; a EEUU 227.000 BD, 28%.

La data de la Agencia Internacional de Energía dice que en julio pasado Venezuela ocupó el tercer puesto entre los exportadores de petróleo a EEUU, después de Canadá con 4.519 MBD, México 426 MBD y superando a Arabia Saudita 290 MBD y Colombia 216 MBD.