La USAID y la hegemonía global de los Estados Unidos

Por: Javier Gómez Sánchez

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) es parte del sistema político estadounidense y del aparato institucional de este para el ejercicio de su hegemonía global. Especialmente en regiones como África, Asia, Medio Oriente y América Latina, donde las secuelas del colonialismo y el subdesarrollo han acumulado grandes necesidades y carencias sociales.

Este tipo de terreno resulta propicio para el ejercicio hegemónico mediante mecanismos de asistencia, ya que ponen a los gobiernos de las naciones más desfavorecidas con el orden económico mundial, en una relación de dependencia. Más aún cuando han estado sometidos a desastres naturales, asociados en muchos casos al calentamiento global, y a conflictos bélicos postcoloniales que generan emergencias humanitarias.

Lo anterior crea las condiciones favorables para el establecimiento de relaciones de influencia para la USAID desde una relación ventajosa para la agencia. Al mismo tiempo, permite penetrar a las sociedades, creando vínculos de dependencia con actores de la sociedad civil, el sector económico privado, grupos de actores sociales y líderes comunitarios. Esto puede llegar a constituir un sistema de relaciones internacionales paralelo al que Estados Unidos establece oficialmente con los gobiernos de esos países.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional o United States Agency for International Development (USAID) fue creada oficialmente el 3 de noviembre de 1961 por el presidente John F. Kennedy mediante la firma de la Foreign Assistance Act.

En ese momento ya existían un grupo de entidades gubernamentales dedicadas a brindar asistencia internacional, pero la creación de una agencia federal especializada en estas funciones permitió reunir en una sola todos los proyectos de ayuda internacional para el desarrollo que se habían establecido desde otras zonas de la estructura del gobierno estadounidense.

El trabajo de la Agencia incorpora las Iniciativas Presidenciales, las políticas y estrategias del gobierno de los Estados Unidos, y su trabajo de asistencia internacional está sincronizado con el de otras agencias gubernamentales (USAID,2023).

En su documento de constitución se presenta que el motivo para su creación es “Promover la política exterior, la seguridad y el bienestar general de los Estados Unidos, ayudando a los pueblos del mundo en sus esfuerzos hacia el desarrollo económico, para la seguridad interior y exterior, y para otros fines”.

A continuación, se declara que el objetivo principal de la política exterior de los Estados Unidos “es el estímulo y apoyo sostenido de los pueblos de los países en desarrollo en sus esfuerzos, creando fortalezas para adquirir el conocimiento y los recursos esenciales para el desarrollo, y construir las instituciones económicas, políticas y sociales que mejorarán la calidad de sus vidas” (Foreign Assistance Act,1961).

En el mismo se establece que la política de cooperación para el desarrollo de Estados Unidos debe hacer énfasis en cinco objetivos principales:

1- El alivio de las peores manifestaciones físicas de pobreza entre la mayoría pobre del mundo.

2- La promoción de condiciones que permitan a los países en desarrollo lograr un crecimiento económico autosostenible con equidad en la distribución de beneficios.

3- El fomento de procesos de desarrollo en los que los derechos civiles y económicos individuales son respetados y garantizados.

4- La integración de los países en desarrollo en un mundo abierto y un sistema económico internacional equitativo.

5- La promoción de la buena gobernanza mediante la lucha contra corrupción y la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas.

La Agencia se plantea dos líneas de trabajo conjuntas: Lograr el desenvolvimiento de los intereses internacionales de los Estados Unidos al tiempo que implementa un sistema de ayudas dentro de un mundo en desarrollo.

Para comprender la lógica de funcionamiento de la USAID, y su papel como parte del sistema político internacional del gobierno estadounidense, es necesario comprender el vínculo indisoluble y complementario entre estos dos principios.

El gobierno de los Estados Unidos no ve la ayuda para el desarrollo de otros países como parte de sus relaciones de cooperación y convivencia internacional, sino como un instrumento conectado directamente a la obtención de resultados como parte de sus intereses geoestratégicos globales.

De ahí que las acciones de la USAID estén directamente en función de las estrategias de Estados Unidos en países y regiones sobre las que intenta implementar y mantener su poder económico, militar y político.

El presupuesto de la USAID es asignado por el Congreso. Cada año este establece el monto de estos fondos federales para asistencia internacional, que no deben superar el 1 por ciento del total del presupuesto federal.

Todos los programas de la USAID tienen como condición estar orientados a su implementación en el extranjero, y esta trabaja en conjunto con Comités del Congreso para determinar las prioridades en el uso de ese presupuesto. (USAID, 2023)

Actualmente la USAID canaliza recursos financieros a proyectos en cinco regiones del mundo: África Subsahariana, Asia, América Latina y el Caribe. Europa y Eurasia y el Medio Oriente. Trabaja directamente en más de 100 países, y tiene misiones permanentes en más de 80 de ellos (USAID, 2023).

Nacimiento de la USAID

Al fundar la USAID, el presidente Kennedy expresó los principios por los que debía guiar la agencia y que justificaban su creación: “No podemos escapar de nuestras obligaciones, nuestras obligaciones morales como líder y buen vecino en la comunidad interdependiente, nuestras obligaciones económicas como el pueblo con mayor bienestar en un mundo de una mayoría de pueblos pobres, como una nación que no depende más de las deudas del exterior que una vez nos ayudaron a desarrollar nuestra economía, y nuestras obligaciones políticas como el único gran contrincante ante los adversarios de la libertad” (USAID, 2023).

El concepto moderno de asistencia internacional al desarrollo toma forma después del final de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1945. George C. Marshall, Secretario de Estado entre 1947 y 1949, dirigió el diseño de un programa de asistencia técnica y financiera para la reconstrucción de Europa occidental tras el conflicto.

El programa fue conocido como Plan Marshall, y fue considerado un éxito en la recuperación de la economía y la estabilidad política de la región europea. Al mismo tiempo significaba crear las condiciones macroeconómicas para que Europa Occidental pudiera hacer frente políticamente a la Unión Soviética y los países ocupados por esta, que luego formaron el bloque socialista de Europa del Este.

Inspirado por este éxito, el gobierno del presidente Harry S. Truman propuso un programa de asistencia internacional en 1949, pensado para iniciarse en el siguiente año. Fue llamado Programa de los Cuatro Puntos: “Una mayor producción es la clave para la prosperidad y la paz. Y la clave para una mayor producción es una aplicación más amplia y vigorosa del conocimiento científico y técnico moderno. Sólo ayudando a los menos afortunados de sus miembros a ayudarse a sí mismos puede la familia humana alcanzar la vida digna y satisfactoria que es el derecho de todas las personas. Únicamente la democracia puede suministrar la fuerza vitalizadora para incitar a los pueblos del mundo a la acción triunfante, no sólo contra sus opresores humanos, sino también contra sus antiguos enemigos: el hambre, la miseria y la desesperación. Sobre la base de estos cuatro principales cursos de acción, esperamos ayudar a crear las condiciones que finalmente conducirán a la libertad personal y la felicidad para toda la humanidad”.

Estaba orientado a dos objetivos principales: Primero, crear y consolidar mercados para la industria de los Estados Unidos, generando capacidad de consumo al reducir la pobreza en países en desarrollo. Segundo: Disminuir la amenaza del comunismo ayudando a mayor cantidad de países a construir un capitalismo próspero.

Este programa tuvo un incremento a partir de 1952, y funcionó hasta 1961 como la forma principal de emisión de asistencia internacional de los Estados Unidos. Durante este tiempo se establecieron varias organizaciones que fueron precursoras de lo que luego sería la USAID: la Mutual Security Agency, la Foreign Operations Administration, y la International Cooperation Administration (USAID, 2023).

Tras su creación por el gobierno de Kennedy, el trabajo de la USAID tuvo un crecimiento durante la administración de Lyndon B. Johnson, considerándose los años 60 en términos de alianzas y proyección internacional de Estados Unidos como la ¨década desarrollista¨.

Al iniciar los 70s, la USAID comienza a cambiar su centro de atención principal, de programas consistentes en ayuda técnica y financiera, hacia las “necesidades básicas humanas”: Alimentación y nutrición, planificación familiar y poblacional, salud, educación, y desarrollo de recursos humanos.

Los 60s y 70s fueron de una expansión del terreno internacional de operaciones para la asistencia estadounidense en la medida en que en estas dos décadas fueron apareciendo en el mapa mundial nuevas naciones independientes, especialmente en África, cuando los antiguos imperios coloniales europeos todavía existentes -británico, francés, portugués, y belga- fueron desintegrándose, en muchos casos tras prolongadas guerras irregulares de liberación.

Estos nuevos países independientes, con identidades nacionales aún en formación, con una nueva voz en las Naciones Unidas, tenían y todavía mantienen, grandes carencias y necesidades de desarrollo económico, educacional, sanitario y de infraestructura, producto de su pasado colonial, lo que representaba un espacio creciente de oportunidades para el trabajo de influencia a través de la asistencia internacional de los Estados Unidos y para la creación de condiciones neocoloniales.

En gran medida, este nuevo escenario geopolítico, abandonado por las antiguas potencias coloniales en medio de la Guerra Fría, requería de una presencia efectiva por parte de Estados Unidos para evitar, o al menos equilibrar, la creciente influencia política de la Unión Soviética, China y Cuba en el continente africano.

En este período, los Estados Unidos también intentan contrarrestar la mala imagen que proyectaba la Guerra de Vietnam, y su apoyo a la represión ejercida por las dictaduras militares latinoamericanas.

En los 80s surgieron programas orientados a estabilizar los sistemas monetarios y financieros de los países receptores. Estos estaban también orientados a promover los principios básicos del mercado para restructurar las políticas institucionales de países en desarrollo y de economías agrícolas. En esta década, la USAID consolida su atención a crear condiciones para la economía capitalista de libre mercado, bajo una retórica de ¨crecimiento económico¨ y ¨creación de empleo y oportunidades¨. En esta década la USAID comienza a implementar el trabajo a través de actores privados o private voluntary organizations (PVOs) y a identificar proyectos pequeños a los que entregar apoyo financiero (USAID, 2023).

Con la caída del muro de Berlín, y la descomposición política del Campo Socialista europeo, la transición al capitalismo de los antiguos sistemas socialistas de Europa del Este, y finalmente la transición capitalista en la URSS, la USAID jugó un papel fundamental en el establecimiento del nuevo modelo de economía de libre mercado en estos países.

Los años 90 llevan a un diseño más sofisticado de las asistencias internacionales, en aras de una sistematización, que convierte los distintos tipos de ayuda en fórmulas aplicables o “programas tipo”, con una nomenclatura técnica según la clasificación que hace la USAID de cada país: Los países clasificados como “en desarrollo” (developing countries) , reciben “paquetes de asistencia” ( package of assistance) , los ¨paises en transición¨(transitional countries), reciben “ayuda en tiempos de crisis” (help in times of crisis) (USAID,2023).

En esta década se expande y consolida el trabajo de la USAID con Organizaciones no Gubernamentales (ONG), especialmente en países donde la presencia de personal de la agencia era limitada. El uso de ONGs tendrá un aumento durante los años siguientes, convirtiéndose en un instrumento muy eficaz para diversificar el trabajo y la imagen de la USAID, así como disminuir la atención sobre su penetración injerencista y trabajo de influencia sobre los escenarios políticos nacionales aprovechando las problemáticas sociales internas (USAID,2023)

En los 2000, con la Guerra contra el Terrorismo impulsada por el gobierno de George W. Bush, que llevaron a las invasiones de Afganistán e Irak, la USAID participó en la llamada reconstrucción.

Ante el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, la USAID ha proporcionado $ 13 mil millones en apoyo presupuestario directo, ayudando al gobierno de Ucrania a financiar servicios públicos básicos como atención médica, educación y respuesta de emergencia; $1.4 mil millones en asistencia humanitaria para salvar vidas y satisfacer las necesidades urgentes del pueblo ucraniano; y más de $ 800 millones en asistencia para el desarrollo para reforzar la red de energía, las instituciones de gobierno, la agricultura, las pequeñas empresas y la sociedad civil de Ucrania en tiempos de guerra (USAID , 2023).

Estructura de la USAID

El sistema de trabajo de la USAID está organizado por Countries Development Cooperation Strategies (CDCS). Estas consisten en una planificación de trabajo, orientada a un país en específico y dirigida por una misión permanente, con una proyección de funcionamiento durante al menos cinco años.

La agencia emite informes llamados Bussines Forecast Reports (BFR), dedicados a identificar condiciones de necesidad y conveniencia de asistencia internacional, los cuales son actualizados trimestralmente.

Los BFR se dividen en dos tipos, a partir de si el emisor se trata de la dirección central de la agencia, o si se trata de visiones desde las misiones en el extranjero a partir de la evaluación en el terreno, así se dividen en Mission/Overseas Opportunities (MOO) y Whashington DC Opportunities (WO) (USAID,2023)

La USAID está encabezada por un Administrador y un Administrador Adjunto (Deputy Administrator), ambos designados por el Presidente y confirmados por el Senado.

En la sede central en Washington, las principales unidades de organización de USAID se denominan ¨bureaus¨ (burós). Estos reúnen al personal responsable de las ¨subdivisiones¨ de las actividades de la agencia.

La USAID tiene burós geográficos (geographic bureaus), que son responsables de las actividades en los diversos países, y burós funcionales (funcional bureaus), que llevan a cabo programas globales de la agencia. También tiene burós centrales, varias oficinas independientes que realizan funciones diversas y comités de asesoría federal.

Burós geográficos:

-Bureau for the Middle East ( Medio Oriente)

-Bureau for Asia (Asia)

-Bureau for Africa (Africa)

-Bureau for Europe and Eurasia ( Europa y Eurasia)

-Bureau for Latin America and the Caribbean (America Latina y el Caribe)

Burós funcionales:

-Bureau for Conflict Prevention and Stabilization (Prevención de conflictos y estabilización)

-Bureau for Development, Democracy, and Innovation (Desarrollo, democracia e innovación)

-Bureau for Global Health ( Salud mundial)

-Bureau for Humanitarian Assistance (Asistencia Humanitaria)

-Bureau for Resilience and Food Security (Seguridad alimentaria)

Burós centrales:

-Bureau for Foreign Assistance (Asitencia internacional)

-Bureau for Legislative and Public Affairs (Legislación y politicas públicas)

-Bureau for Management (Gestión)

-Bureau for Policy, Planning and Learning (Política, Planificación y Aprendizaje)

Oficinas independientes:

-Office of Budget and Resource Management (Gestión de recursos y presupuesto)

-Office of Civil Rights ( Derechos civiles)

-Office of Human Capital and Talent Management ( Recurso Humanos y gestion del conocimiento)

-Office of Security ( Seguridad)

-Office of Small and Disadvantaged Business Utilization ( Atencion a pequeñas empresas en desventaja)

-Office of the Administrator ( Administración)

-Office of the Executive Secretariat ( Secretario Ejecutivo)

-Office of the General Counsel ( Consejero general)

Comités Asesores Federales

-Advisory Committee On Voluntary Foreign Aid (Comité Asesor de Ayuda Exterior Voluntaria)

-Partnership for Peace Fund Advisory Board (Junta Asesora del Fondo de la Asociación para la Paz)

-Board for International Food and Agricultural Development (Junta para el Desarrollo Internacional de la Agricultura y la Alimentación)

El trabajo de la agencia se evalúa a través de los Annual Program Statements (APS), que a su vez establecen la planificación de resultados para el siguiente año, y otros períodos de tiempo de mayor o menor plazo. Los APS pueden ser regionales, globales, sobre el trabajo de una misión un solo país, o enfocada en un objetivo específico. Incluyen los progresos en el trabajo con actores de la comunidad no gubernamental del país de destino.

La USAID elabora anualmente dos informes de ayuda internacional para rendir cuenta de su gestión (Foreign Assistance, 2023).

1- Informe de la Publicación de los préstamos y subvenciones anuales en el extranjero de los EE. UU. (Este informe es conocido informalmente como el Green Book o Libro Verde).

Desde 1962, USAID ha sido responsable de presentar este informe al Congreso. La publicación anual resume los datos de asistencia exterior del gobierno de EE. UU, económicos y militares, país por país, desde 1946 hasta el presente. Su presentación es un requisito exigido por el Congreso a partir de la Ley de Asistencia Extranjera (FAA) de 1961.

2- El Informe Anual de Asistencia del Gobierno de EE. UU. (USAAR) al Comité de Asistencia para el Desarrollo (DAC) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Es un informe que presenta anualmente la USAID, en nombre del Gobierno de los Estados Unidos, presentando los flujos de ayuda y otros recursos financieros a los beneficiarios (solo países en desarrollo) (Foreign Assistance, 2023).

Trabajo de Seguridad, Inteligencia y Contrainteligencia

Aunque la función de la USAID debe consistir en la gestión de la asistencia internacional de los Estados Unidos, su presencia en casi todo los países del mundo, incluyendo zonas en conflicto, el contacto con una gran diversidad de sectores y actores sociales, económicos y políticos, y su funcionamiento como parte del sistema político estadounidense enfocado en la implementación y consolidación de estrategias de política exterior, en conjunto con operaciones de índole militar, hacen que la agencia tenga un importante volumen asociado de trabajo de Inteligencia, Contrainteligencia y Seguridad.

Este trabajo es realizado por la Office of Security (SEC), esta proporciona apoyo de seguridad centralizado a la Agencia y mantiene un enlace diario con la Oficina de Inteligencia del Departamento de Estado, La Oficina de Investigación y la Oficina de Seguridad Diplomática.

Esta oficina administra un programa de seguridad centralizada y de contrainteligencia en apoyo a las operaciones de USAID en todo el mundo, consistente en seguridad física, información de seguridad nacional (clasificada), seguridad del personal, seguridad industrial, contraterrorismo y contrainteligencia. (USAID,2022)

Dentro de la Oficina de Seguridad funcional División de Seguridad del Personal (SEC/PS) la cual desarrolla políticas, criterios, y procedimientos para USAID con respecto al alcance y conducta del personal basándose en:

-Seguridad del personal, idoneidad y antecedentes.

– Investigaciones y reinvestigaciones periódicas, investigaciones especiales e indagaciones limitadas

– Evaluaciones de integridad, confiabilidad y lealtad a la USAID de empleados, posibles empleados y contratistas.

Esta División también investiga quejas de mala conducta del personal, proporciona información sobre problemas de seguridad significativos, y hace recomendaciones apropiadas. Mantiene oficiales de enlace con la Dirección de Inteligencia Nacional (DNI), la Oficina de Administración de Personal (OPM), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Estado, la Oficina de Seguridad Diplomática y otras agencias gubernamentales. (USAID, 2022)

El Trabajo para expandir y consolidar el modelo de económico, político y democrático estadounidense, es realizado principalmente por el Bureau for Development, Democracy, and Innovation (Oficina para el Desarrollo, la Democracia y la Innovación-DDI), dentro de esta funciona el Center for Economics and Market Development (Centro para la Economía y el Desarrollo de Mercados) que organiza el trabajo de la USAID con la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos para promover el desarrollo y aumentar la rentabilidad de la empresa privada.

También posee el Center for Democracy, Human Rights, and Governance (Centro para la Democracia, los Derechos Humanos y la Gobernabilidad) apoya la programación de USAID para temas sobre democracia, los derechos humanos y la gobernanza sensible a los ciudadanos. Proporciona experiencia técnica en el desarrollo y preservación de la democracia, diseñando programas de campo y mediante programación directa para actuar en espacios geográficos cerrados y países con ¨no presencia¨ de la USAID.

La USAID en América Latina

Imagen: Archivo.

En América Latina la USAID tiene 13 oficinas de campo, 4 programas regionales y programas con sede en Washington que se enfocan en Cuba, Ecuador y Venezuela estos están dirigidos por el Bureau for Latin America and the Caribbean (USAID, 2023).

La agencia declara abiertamente que Estados Unidos brinda asistencia exterior a los países de América Latina y el Caribe para apoyar el desarrollo y otros objetivos estadounidenses (Meyer, 2022).

Los formuladores de políticas estadounidenses han enfatizado diferentes intereses estratégicos en la región en diferentes momentos, desde combatir la influencia soviética durante la Guerra Fría a la promoción de la democracia representativa y la apertura de los mercados, así como a la lucha contra los narcóticos ilícitos.

Durante la última década, las principales prioridades de financiamiento de EE. UU. para la asistencia exterior en la región han incluido aliviar las condiciones que generan la migración desde América Central, combatir producción de drogas y el apoyo a la implementación del acuerdo de paz en Colombia, y el fortalecimiento seguridad y el estado de derecho en México.

Las agencias estadounidenses también han dedicado recursos significativos a programas destinados a combatir el VIH/SIDA y fomentar la estabilidad en Haití, abordar las preocupaciones de seguridad en el Caribe y responder a los desafíos políticos y crisis en Venezuela y su impacto en la región en general (USAID, 2023).

Todos los elementos que conforman el ejercicio internacional de la USAID, la señalan como un actor político global, no comprometido con los intereses de desarrollo nacional y local de los gobiernos, y autodeterminación nacional, sino a los intereses que le interesa desarrollar en estas naciones a la política exterior de los Estados Unidos.

Esto ha generado conflictos por la presencia y el accionar de la USAID, en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador. Estos dos últimos países expulsaron a las misiones de la agencia de su territorio nacional, al revelarse su trabajo para la subversión, Bolivia en 2013 y Ecuador en el 2014.

El gobierno establecido en Bolivia tras el golpe contra Evo Morales, hizo retornar a la USAID en 2019, mientras que Lenin Moreno pidió el retorno de la agencia a Ecuador en el mismo año.

Otros enfoques ven el trabajo de la USAID como parte inevitable de su relación con los Estados Unidos, como en el caso de México, y lo asumen con resignación: “La democracia y la libertad son solo un pretexto para ayudar casualmente a aquellos países que cuentan con algún recurso natural no renovable como el petróleo (…) Cualquiera que sea la intención de los Estados Unidos al brindar esta cooperación lo único cierto es que la brinda y que México tiene la responsabilidad de aprovecharla de la mejor manera” (Cid Martínez, 2017,p.50).

En el escenario de las relaciones internacionales, lejos de ayudar a los países pobres a salir de su situación de dependencia, la USAID ha formado parte de un sistema que por el contrario ha profundizado y aprovechado estas condiciones de dependencia para potenciar el dominio hegemónico de Estados Unidos sobre los países receptores.

Las naciones que en ejercicio de su soberanía han limitado o puesto fin al trabajo de la Agencia en su territorio, han sido objeto de golpes de Estado y agresiones que buscan restablecer las condiciones de dependencia que garantizan el acceso de la USAID al espacio nacional junto a todo el sistema de dependencia proestadounidense, lo que la propia Agencia trabaja por garantizar como su principal objetivo en instrumento de la hegemonía global estadounidense.