Cronología sobre La BATALLA DE STALINGRADO

La Operación Barbarroja fue el nombre en clave dado por Adolf Hitler al plan de invasión de la Unión Soviética por parte de la  Alemania nazi y sus aliados del Eje, que comenzó el 22 de junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial.  

Por Henry Pacheco. :Que fue la batalla de Stalingrado en la segunda guerra mundial

La Operación Barbarroja fue el nombre en clave dado por Adolf Hitler al plan de invasión de la Unión Soviética por parte de la

 Alemania nazi y sus aliados del Eje, que comenzó el 22 de junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial.  

Durante la Segunda Guerra Mundial. Los rusos la consideran una de las mayores batallas de su Gran Guerra Patria, y la mayoría de los historiadores la consideran la mayor batalla de todo el conflicto. Detuvo el avance alemán en la Unión Soviética y marcó el cambio de rumbo de la guerra a favor de los Aliados.

Con una extensión de unos 50 km a lo largo de las orillas del río Volga, Stalingrado era una gran ciudad industrial que producía armamento y tractores, y era un premio importante en sí mismo para el ejército invasor alemán. La captura de la ciudad cortaría los enlaces de transporte soviéticos con el sur de Rusia, y Stalingrado serviría para anclar el flanco norte de la ofensiva alemana más grande hacia los campos petrolíferos del Cáucaso. Además, la toma de la ciudad que llevaba el nombre del líder soviético Iósif Stalin serviría como una gran victoria personal y propagandística para Adolf Hitler. Los planificadores de guerra alemanes esperaban lograr ese fin con Fall Blau (Operación Azul), una propuesta que Hitler evaluó y resumió en la Directiva del Führer No. 41 el 5 de abril de 1942. El objetivo de Hitler era eliminar a las fuerzas soviéticas en el sur, asegurar los recursos económicos de la región y luego llevar a sus ejércitos al norte, a Moscú, o al sur para conquistar el resto del Cáucaso. La ofensiva sería emprendida por el Grupo de Ejércitos Sur bajo el mando del mariscal de campo Fedor von Bock. El 28 de junio de 1942 comenzaron las operaciones con importantes victorias alemanas.

  • El Objetivo principal de Alemania:

La destrucción rápida de la Unión Soviética.

La obtención de «espacio vital» (Lebensraum) para la expansión alemana en Europa del Este.

La adquisición de recursos naturales vitales, como petróleo y materias primas.

  • Desarrollo:

Fue una de las mayores operaciones militares de la historia, con millones de soldados involucrados.

Inicialmente, las fuerzas alemanas lograron avances significativos, pero la resistencia soviética y el duro invierno frenaron su avance.

La batalla de Stalingrado (1942-1943) marcó un punto de inflexión crucial, con la derrota alemana y el inicio del avance soviético hacia el oeste.

  • Consecuencias:

La Operación Barbarroja condujo a una guerra brutal y devastadora en el Frente Oriental, con millones de muertos y heridos.

Contribuyó significativamente a la derrota final de la Alemania nazi.

¿Por qué el nombre «Barbarroja»?

El nombre «Barbarroja» fue elegido en referencia a Federico I Barbarroja, un emperador del Sacro Imperio Romano Germánico del siglo XII. Hitler admiraba a Barbarroja por sus campañas militares y lo consideraba un símbolo de la grandeza alemana. Al usar este nombre, Hitler buscaba evocar un sentido de heroísmo y destino histórico en la invasión de la Unión Soviética.

        La Batalla de Stalingrado.

La Batalla de Stalingrado fue uno de los enfrentamientos más brutales y decisivos de la Segunda Guerra Mundial. Se libró entre el Ejército Rojo de la Unión Soviética y la Wehrmacht de la Alemania nazi y sus aliados del Eje, por el control de la ciudad  de Stalingrado (actual Volgogrado) entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943.  

Operación Barbarroja: La batalla se desarrolló en el contexto de la invasión alemana de la Unión Soviética. Tras el fracaso de la toma de Moscú, Hitler dirigió su atención hacia el sur, buscando asegurar los campos petrolíferos del Cáucaso.

Importancia Estratégica: Stalingrado era un importante centro industrial y de transporte, y su captura era crucial para los objetivos alemanes.

Objetivo Alemán: cortar el suministro de recursos del ejército rojo.

Desarrollo de la Batalla:

Inicio de la Ofensiva: El 23 de agosto de 1942, las fuerzas alemanas iniciaron un ataque masivo sobre Stalingrado, convirtiendo la ciudad en un infierno de combates urbanos.

Combates Urbanos: La lucha se caracterizó por feroces enfrentamientos calle por calle, casa por casa, con francotiradores y combates cuerpo a cuerpo.

Contraofensiva Soviética: En noviembre de 1942, el Ejército Rojo lanzó la Operación Urano, una contraofensiva que rodeó al Sexto Ejército alemán dentro de la ciudad.

Rendición Alemana: Tras meses de lucha desesperada y sin suministros, el 2 de febrero de 1943, las fuerzas alemanas se rindieron.

Consecuencias:

Punto de Inflexión: La Batalla de Stalingrado marcó un punto de inflexión crucial en la Segunda Guerra Mundial. Fue la primera gran derrota de la Wehrmacht, y señaló el inicio del avance soviético hacia el oeste.

Pérdidas Masivas: Las bajas fueron enormes en ambos bandos, con estimaciones que superan los dos millones de muertos y heridos.

Impacto Psicológico: La victoria soviética elevó la moral de las fuerzas aliadas y demostró la capacidad de resistencia del pueblo soviético.

Importancia Histórica:

La Batalla de Stalingrado es considerada una de las batallas más sangrientas de la historia de la humanidad.

Representó el principio del fin del nazismo en Europa.

La Wehrmacht nunca recuperaría su capacidad ofensiva ni obtendría más victorias estratégicas en el Frente Oriental.

En resumen, la Batalla de Stalingrado fue un evento trascendental que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial y dejó una profunda huella en la historia.

Como fue el fracaso de la toma de Moscú por parte delo ejército alemán en la segunda guerra mundial

La Operación Barbarroja, el plan de invasión nazi de la Unión Soviética, tenía como objetivo la rápida captura de Moscú, la capital soviética. Sin embargo, este objetivo no se logró, y el fracaso de la toma de Moscú fue un punto de inflexión crucial en la Segunda Guerra Mundial. Aquí te presento los factores clave que contribuyeron a este fracaso:

1. Subestimación de la resistencia soviética:

Los alemanes esperaban una rápida victoria, similar a las que habían obtenido en Europa Occidental. Sin embargo, subestimaron la determinación y la capacidad de resistencia del Ejército Rojo y del pueblo soviético.

La vasta extensión del territorio soviético y su duro clima también jugaron un papel importante, desgastando a las fuerzas alemanas y alargando la campaña.

2. El invierno ruso:

El invierno de 1941-1942 fue excepcionalmente duro, con temperaturas extremadamente bajas que paralizaron el avance alemán.

Las tropas alemanas no estaban preparadas para el frío extremo, y su equipo se congeló y falló.

Esto permitió a los soviéticos reagruparse y lanzar contraataques.

3. Retrasos y problemas logísticos:

La campaña se retrasó debido a la resistencia soviética en otras áreas, como la batalla de Smolensk.

Los problemas logísticos, como la falta de suministros y combustible, también obstaculizaron el avance alemán.

Las grandes distancias de la unión soviética y sus malas carreteras dificultaron el aprovisionamiento de las tropas alemanas.

4. Contraofensiva soviética:

A medida que el invierno se intensificaba, los soviéticos lanzaron una poderosa contraofensiva en diciembre de 1941.

Esta contraofensiva sorprendió a los alemanes y los obligó a retroceder, poniendo fin a la amenaza inmediata a Moscú.

El ejército rojo había estado acumulando tropas frescas, preparadas para el invierno, que lanzaron un contraataque devastador.

Consecuencias del fracaso:

El fracaso de la toma de Moscú fue un duro golpe para la moral alemana y demostró que la Unión Soviética no sería derrotada fácilmente.

Marcó el final de la estrategia de «guerra relámpago» de Hitler y condujo a una guerra de desgaste prolongada y brutal.

Este fracaso fue uno de los factores decisivos que condujeron a la eventual derrota de la Alemania nazi.

En resumen, la combinación de la feroz resistencia soviética, el duro invierno ruso y los problemas logísticos alemanes frustraron la toma de Moscú y cambiaron el curso de la Segunda Guerra Mundial.

La Batalla de Smolensk se refiere a dos importantes enfrentamientos militares que ocurrieron en la ciudad de Smolensk, en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial:

1. La Batalla de Smolensk de 1941:

Fue uno de los primeros enfrentamientos importantes de la Operación Barbarroja, la invasión alemana de la Unión Soviética.

Tuvo lugar entre julio y septiembre de 1941.

A pesar de que los alemanes lograron capturar la ciudad, la feroz resistencia soviética retrasó significativamente su avance hacia Moscú.

Este retraso fue crucial, ya que le dio tiempo al Ejército Rojo para prepararse para la defensa de la capital.

Fue un punto de inflexión muy importante en la operación Barbarroja, ya que el ejército rojo no fue aniquilado en las fronteras occidentales de la URSS, como estaba en los planes originales de la Wehrmacht.

2. La Segunda Batalla de Smolensk de 1943:

Fue una gran ofensiva del Ejército Rojo, conocida en la historiografía soviética como la Operación Ofensiva Estratégica de Smolensk.

Tuvo lugar entre agosto y octubre de 1943.

Fue una de las principales ofensivas soviéticas después de la Batalla de Kursk, y resultó en la liberación de Smolensk y de gran parte de la región circundante.

Esta operación fue clave para debilitar a las fuerzas alemanas, y para que las fuerzas soviéticas pudieran avanzar hacia el oeste.

En resumen, la Batalla de Smolensk fue un conjunto de dos enfrentamientos importantes que tuvieron un gran impacto en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en el frente oriental.

que fue la Batalla de Kursk en la segunda guerra mundial  1943

La Batalla de Kursk fue uno de los enfrentamientos más grandes y decisivos de la Segunda Guerra Mundial. Se libró entre la Alemania nazi y la Unión Soviética en el verano de 1943, específicamente del 5 de julio al 23 de agosto, en la región alrededor de la ciudad de Kursk, en el oeste de la Unión Soviética.

Aquí hay algunos puntos clave sobre la Batalla de Kursk:

          Contexto:

Después de la derrota alemana en Stalingrado, Hitler buscaba recuperar la iniciativa en el Frente Oriental.

La saliente de Kursk, una protuberancia en las líneas del frente soviético, se convirtió en el objetivo principal de la ofensiva alemana, conocida como Operación Ciudadela.

         Desarrollo:

La batalla involucró una enorme cantidad de tropas y equipo, incluyendo miles de tanques, aviones y piezas de artillería.

Se libraron intensos combates, especialmente la batalla de tanques cerca de Prokhorovka, que es considerada una de las mayores batallas de tanques de la historia.

A pesar de los avances iniciales, las fuerzas alemanas no lograron romper las defensas soviéticas.

La Unión soviética, gracias a su red de espionaje, estaba al tanto de los planes alemanes, y preparo una defensa muy fuerte, con campos de minas, artillería antitanque, y trincheras.

       Consecuencias:

La Batalla de Kursk resultó en una importante victoria soviética, marcando el fin de la última gran ofensiva alemana en el Frente Oriental.

Después de Kursk, la Unión Soviética tomó la iniciativa estratégica, impulsando a las fuerzas alemanas hacia el oeste.

La Wehrmacht, el ejército alemán, perdió una enorme cantidad de hombres y material bélico, y nunca pudo recuperarse completamente.

En resumen, la Batalla de Kursk fue un punto de inflexión crucial en la Segunda Guerra Mundial, que selló el destino de la Alemania nazi en el Frente Oriental.

En 1941 el Tercer Reich se hallaba en la cumbre de su poder. Hitler decidió lanzarse a la conquista de Rusia, para hacerse con sus recursos y eliminar a un amenazador rival. La derrota de la Unión Soviética supondría el triunfo final de la Alemania nazi, pero el plan del Führer no salió como él esperaba.

El alto mando alemán, y en concreto Hitler, despreciaban a los rusos, a quienes consideraban poco más que unos bárbaros. Después de la fácil conquista de Francia suponían que el dominio de la Rusia europea (hasta los montes Urales), tan solo les llevaría unos tres o cuatro meses. Para esta nueva campaña se planteó una ofensiva en tres frentes:   el frente norte atacaría por la costa báltica hacia Lituania y tomaría Leningrado (actual San Petersburgo),    en el centro el ejército se dirigiría primero a Minsk (Bielorrusia), para luego encaminarse hacia Moscú.     Finalmente, el grupo de ejércitos sur atacaría Ucrania, donde se encontraba el 60% de la industria enemiga, además de su fuente principal de alimentación. Una vez asegurada esta zona tan productiva se procedería a tomar la base naval de Crimea y los campos petrolíferos del Cáucaso. Según los especialistas militares, uno de los errores de este planteamiento, era que, al dividir la ofensiva entre varios objetivos, se disminuía su fuerza. Moscú, que era el eje de comunicaciones ruso además de un importante centro industrial, debería haber sido el foco de un ataque concentrado, pues con su conquista se habría dividido a la Unión Soviética en dos partes, fáciles de atacar por separado.

Uno de los errores del ejército nazi fue que, al dividir la ofensiva entre varios objetivos, se disminuía su fuerza. Por su parte los rusos no disponían de un plan coherente de defensa, ni tampoco creían que la invasión fuera inminente.  Si bien se concentraron algunos efectivos en la frontera, apoyados por depósitos de suministros, la mayor parte de fuerzas soviéticas se encontraban desperdigadas. Al estar los defensores concentrados en una estrecha línea, se corría el peligro de que fueran envueltos y obligados a rendirse.

Exceso de confianza

Una muestra de la excesiva confianza alemana es que, solo un quinto de sus fuerzas disponía de ropa de invierno, ya que se suponía que la campaña habría terminado para diciembre. En esas fechas, según los cálculos alemanes, se podría atrincherar al ejército en la nueva frontera oriental del Reich marcada por el río Volga.

Sin embargo, el primer contratiempo con el que se encontró Hitler a la hora de poner fecha a la invasión fue la lluvia. Las crecidas de primavera habían convertido el territorio en un cenagal, lo que obligó a retrasar la invasión hasta el verano.

Para la operación consiguieron reunir 3.400 tanques y casi cuatro millones de hombres, que se enfrentaron a 11.000 carros de combate rusos y tres millones de soldados. El bajo número de efectivos blindados alemanes se explica por la escasez de combustible, propiciada por el bloqueo aliado de importaciones de petróleo. El sistema de transporte también adolecía la falta de efectivos, de hecho, pese a la conscripción de miles de camiones franceses, se tuvo que recurrir a tracción animal.

La invasión alemana

La ofensiva se inició el 22 de junio de 1941 con una barrera de artillería sobre las posiciones rusas, seguida de un ataque aéreo de la Luftwaffe. Entre los objetivos de los bombarderos en picado alemanes, estaban los aeródromos enemigos: en ese primer día se destruyeron cerca de 1.100 aviones rusos, lo que aseguró una cobertura aérea indiscutible durante los primeros meses de la invasión.

Tan solo cuatro días después, el 26 de junio el general Hermann Hoth llegó a Minsk, capturando a 324.000 rusos y 2.500 tanques que se rendirían al cabo de poco tiempo. Al mismo tiempo, los ejércitos norte y sur progresaban de manera similar, rompiendo el frente ruso y tomando ciudad tras ciudad. El avance del ejército central de Hoth siguió a un ritmo de 32 kilómetros por día, atravesando la línea de defensa Stalin, y llegando a Smolensk (a 369 kilómetros de Moscú) el 18 de julio.

Un contraataque ruso para defender la capital se saldó con un nuevo desastre: más de 300.000 soldados soviéticos fueron cercados en otra maniobra envolvente y capturados finalmente.

El núcleo de la estrategia alemana lo constituyeron las divisiones acorazadas, que atacaron usando su famosa blitzkrieg o guerra relámpago: tras un bombardeo inicial para debilitar la línea enemiga, dos unidades de tanques rompían el frente en puntos diferentes, atacando las comunicaciones y envolviendo a los enemigos atrapados en medio, formando una bolsa con el objetivo de capturar a los soldados enemigos.

Los alemanes atacaron en grupos de 50 o 60 carros formados en V, por un estrecho frente de un kilómetro de ancho. Las armas antitanque rusas se hallaban esparcidas por todo el frente, con lo que los atacantes solo se tenían que enfrentar a unos pocos cañones, que eran rápidamente silenciados. Los puntos fuertemente defendidos, como la fortaleza de Brest simplemente se rodearon, siendo sometidos por la infantería y artillería que seguía a los tanques. Una vez detrás de las líneas enemigas, las divisiones blindadas contaban con una fuerza de reconocimiento, formada por semiorugas y motos con sidecar, que exploraban el país por delante de los tanques para escoger la mejor ruta y objetivos.

Los anticuados tanques rusos modelo T26 y BT7 sucumbieron, impotentes, ante la superior potencia de fuego y blindaje enemigos, acabando completamente masacrados. Los primeros tanques T34, un diseño ruso moderno y revolucionario, causaron algunos problemas a los alemanes, pero su número era demasiado escaso para frenar el avance.

La voluntad de Hitler

Pese al éxito del ataque contra Moscú, el dictador alemán estaba convencido de que Ucrania y Leningrado tenían prioridad, por lo que desoyendo a sus generales cursó el 19 de Julio la directriz 33. En ella se ordenaba a los tanques del ejército central reforzar los otros dos frentes: el general Hoth giraría hacia el norte para asegurar el cerco de Leningrado, y el general Heinz Guderian se dirigiría al sur para completar la toma de Kiev, las regiones carboníferas de Ucrania y la conquista de Crimea.

Esta orden debilitó fatalmente al ejército central, que se vio obligado a frenar su avance sobre Moscú, y dio a los defensores de la capital el tiempo suficiente para recomponer su ejército con reservistas y preparar una formidable defensa contra la que, finalmente, se estrellarían los alemanes.

Aunque con la toma de Kiev se aseguró la rendición de 220.000 rusos más, los inagotables recursos humanos del enemigo, hacían que fuera imposible derrotarlo en una guerra de desgaste mientras sus líneas de comunicación siguieran intactas. Además Rusia consiguió suavizar el golpe contra la industria ucraniana, se suavizó en cierto modo con el traslado de fábricas y obreros por tren, desde zonas amenazadas por los alemanes hasta Siberia, lo que permitió continuar con la producción de armas y municiones.

Detrás de la línea del frente, la dura represión policial de las fanáticas SS alemanas y los atentados de grupos partisanos organizados por la NKVD (la policía secreta rusa), pronto convirtieron a la retaguardia en un avispero de atrocidades y represalias que impidió consolidar el terreno ya conquistado y ralentizó el transporte de suministros.

La batalla de Moscú

Con Crimea sometida y Leningrado bajo un duro asedio, se pudo reemprender el ataque sobre la capital. Viazma (una importante ciudad en la carretera que unía Smolensk con Moscú) era atacada por Guderian el 30 de septiembre, siendo tomada el 20 de octubre con la captura de 500.000 prisioneros por las divisiones envolventes del general Hoth.

Con la puesta en marcha de la directriz 33 se habían perdido más de dos meses de tiempo, lo cual fue decisivo para el desenlace final de la operación Barbarroja.

La fatal demora fue crucial. El 15 de octubre y con los alemanes a solo 105 kilómetros de Moscú, una fuerte tormenta junto con la caída de las primeras nevadas, convirtió las carreteras en lodazales por los que era imposible avanzar. Gracias a este respiro los rusos consiguieron traer refuerzos significativos desde Siberia hasta Moscú, incluyendo 1.000 tanques y otros tantos aviones de combate. Al mando de la defensa se encontraba el hábil general Gueorgui Zhúkov. Con los alemanes hundidos en el barro, Stalin decidió celebrar el desfile de la Revolución de Octubre el 7 de noviembre como en tiempos de paz, lo que contribuyó a elevar la moral del ejército ruso.

En solo un mes, con la llegada del frío, se congeló el suelo y los alemanes volvieron a atacar el 16 de noviembre. Siguiendo su táctica habitual, dos grupos acorazados rodearían al enemigo, mientras el ejército principal atacaba de frente. Pero al contrario que en ocasiones anteriores, los invasores se encontraron ahora con un fuerte contraataque ruso, que los hizo retroceder pese a que habían llegado a solo 8 kilómetros de la capital rusa. Una fuerte bajada de la temperatura el 2 de diciembre terminó de poner punto final a la batalla, una de las más largas y sangrientas de la Segunda Guerra Mundial, obligando a los poco preparados soldados germanos a guarecerse en posiciones fortificadas que sufrirían asaltos a lo largo de todo el invierno.

La operación Barbarroja abrió un segundo frente para la Alemania nazi en esta cruenta guerra que se alargaría hasta 1945 y que se saldaría con millones de muertos entre militares y civiles, y que terminaría con la victoria de los Aliados frente a las Potencias del Eje