Lenin y el Estado


Por: Dra. C. Olga Pérez Soto

Recordar a Lenin es siempre un deber militante, marxista, revolucionario y profesional. Es importante reivindicarlo todos los días porque se han lanzado muchas lecturas falsificadoras y caricaturescas de su vida y obra. Lenin sintetiza el desarrollo del marxismo con rigor desde la ciencia, no es un simple continuador, su mérito radica en interpretar fenómenos nuevos y complejos de la lógica del capital imperialista potenciando herramientas analíticas para la transformación social. En su corta vida resume la obra del revolucionario marxista consecuente y coherente, del político y el militante, el hombre de teoría y práctica que profundizando en el desarrollo imperialista y sus tendencias, conduce la primera experiencia socialista para la transformación de la práctica social a favor de la mayoría. Reivindicarlo significa repasar su obra poniéndola a dialogar con nuestros tiempos, sus contradicciones y desafíos para pensar la sociedad de todos los días.

En esta ocasión volvemos a Lenin para colocar algunas de sus principales contribuciones en relación al debate sobre el Estado a la que le concedía gran importancia argumentando que: “…difícilmente se encontrará otro problema en que deliberada e inconscientemente, hayan sembrado tanta confusión los representantes de la ciencia, la filosofía, la jurisprudencia, la economía política y el periodismo burgueses como en el problema del EstadoEste problema ha sido tan embrollado y complicado porque afecta más que cualquier otro (cediendo lugar a este respecto solo a los fundamentos de la ciencia económica) los intereses de las clases dominantescon el problema del Estado, con la doctrina del Estado y con la teoría del Estado descubrirán siempre la lucha entre clases diferentes, una lucha que se refleja o se expresa en un conflicto entre concepciones sobre el Estado, en la apreciación del papel y de la significación del Estado”.[i]

Apuntaremos algunas de sus principales contribuciones agrupadas en tres aristas: Fundamentos generales, Estado Capitalista y Estado Socialista.

Entre los fundamentos generales en el debate del Estado se encuentra un problema que es esencial saber responder: “…¿qué es el Estado, cómo surgió, cuál es su naturaleza, cuál es su significación y fundamentalmente, cuál es la actitud de nuestro partido, el partido que lucha por el derrocamiento del capitalismo, el partido comunista, cuál es su actitud hacia el Estado?”.[ii] Los representantes de la burguesía han presentado al Estado como algo divino y sobrenatural y por encima de la sociedad. En consecuencia, recomendaba ir a la historia del Estado, a su surgimiento y evolución para comprender que no siempre existió. Aparece bajo la forma de Estado Burgués cuando aparece la propiedad privada y la sociedad se divide en clases sociales: los explotadores y los explotados. El Estado Burgués es un producto histórico de la clase burguesa. No es neutral ni económica ni políticamente, no podría serlo porque el Estado es la institucionalización de una dominación, de un poder económico y en consecuencia político. Toda disputa política, económica, social e ideológica está directamente relacionada con la postura que se asuma en relación al Estado. Sintetiza la unidad entre economía y política como procesos ideológicos. La esencia es que el Estado es un aparato de gobierno para que una clase reprima a otra para garantizar el poder económico basado en la propiedad privada capitalista. Es la expresión de la lucha de clases.

El Estado Burgués Capitalista necesita hacer prevalecer la dominación en forma de opresión porque descansa en el hecho material del trabajo no pagado a una mayoría como resultado y expresión de la expropiación sistemática de la riqueza material y espiritual de esa mayoría y su explotación. Está orientado a la opresión y represión, por oposición a un Estado de los trabajadores que emana de la revolución orientado hacia la emancipación. No hay punto de conexión entre ambos, por eso uno debe ser destruido y el otro debe extinguirse. Al analizar al estado burgués como un producto histórico ligado a la dominación de clases, propone como corolario político: que no es reformable. Plantea que no podemos resolver los problemas de la mayoría a partir del instrumento que es la palanca de la minoría. Esta forma de estado no significa igualdad universal; seria un engaño: mientras exista explotación no podrá existir igualdad.

El Estado Socialista en el período de transición del capitalismo al socialismo, la dictadura del proletariado aporta por primera vez la democracia para el pueblo, para la mayoría. La noción de que el Estado de la mayoría se extingue está relacionada con la evolución de la base material, con la evolución de la economía. Significa que la transición socialista es un proceso que acompaña el desarrollo de la base material, de las fuerzas productivas con nuevas relaciones sociales de producción. El socialismo tiene que ser consustancial con el desarrollo del país, no se puede realizar el ideal socialista desde la precariedad económica, la escasez crónica y la lucha individual por la existencia. El Estado de la transición Socialista, descarta toda ilusión de la reforma del capitalismo. Las bases de la reproducción del capital (propiedad privada capitalista) en la transición socialista deben ser transformadas como ruptura y superación de la lógica del capital y no reformadas.

El periodo de transición del Capitalismo al Socialismo contiene un carácter heterogéneo y contradictorio de tipos y formas de propiedad y gestión. Su contradicción esencial: ¿Quién vence a quién, entre el capitalismo y el socialismo? Es por eso que contiene la posibilidad de reversibilidad en función del rumbo que tome la lucha clases.

El desafío de esa nueva forma de Estado de la mayoría, radica en que los tiempos históricos una vez tomado el poder político. No se puede poner en pausa la toma del poder económico para poder consolidar ambos. La complejidad de las tareas de transformación radican en que simultáneamente se deben crear nuevas bases dinámicas de acumulación para la reproducción social , aprovechar algunas de las que existen y romper con otras para no reproducir más de la misma lógica capitalista. No se puede determinar a priori que, por estar en la etapa de construcción del socialismo, cualquier relación económica tiene carácter socialista, o que el sector privado responde espontáneamente y se integra directamente al socialismo. El hostigamiento y aislamiento a un país en transición al socialismo lo hace muy difícil. En ocasiones la transición consiste en no retroceder, lo cual no es poco.

La esencia de la Propiedad Social sobre los medios de producción radica en el proceso de transformación gradual del trabajador asalariado en productor asociado que debe realizar las funciones de la reproducción social a nivel y por cuenta de toda la sociedad. Disponer jurídicamente de los medios de producción fundamentales, no determina por sí solo, la primacía de las relaciones sociales de producción socialistas. Depende de la adecuada matriz entre formas de propiedad y gestión que reproduzcan socialismo.

La propiedad social se expresa en diferentes formas de propiedad y gestión. No debe ser reducida a la forma de propiedad Estatal pues ésta es una de ellas. Es importancia de impedir la deformación burocrática del aparato estatal, para evitar suplantar el poder de los trabajadores por la burocracia y combatir la suplantación de funciones empresariales por funciones estatales sin confundirlas con la esencial contradicción entre formas de propiedad y formas de gestión.

Es Estado de la transición socialista es esencialmente emancipatorio para todos y capaz de garantizar justicia social e igualdad concretando científicamente la utopía revolucionaria.

[i] En 1919, en la Universidad Comunista I. M. Sverdlov , en una preparación  de cuadros del partido, impartió  una conferencia , acerca del Estado)/cubadebate