La negativa de Estados Unidos a otorgar visas a los delegados palestinos para asistir a la ONU, en agosto de 2025.

Por. Henry Pacheco: La decisión de Estados Unidos de negar visas a delegados palestinos para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York en agosto de 2025, ha generado una fuerte controversia. Esta acción, que ha sido condenada por la Autoridad Palestina y la Unión Europea y el mundo entero a exención de Israel y EE UU, ha sido interpretada como una violación del Acuerdo sobre la Sede de las Naciones Unidas.

Estados Unidos, a través de un veto, impidió que Palestina se convirtiera en miembro de pleno derecho de la ONU en abril de 2024, decisión que generó fuerte oposición y críticas internacionales, ya que Palestina es miembro observador y tiene derecho a la representación diplomática. Aunque Estados Unidos no le dio la visa a Mahmud Abás, presidente palestino, para asistir a la reunión de la ONU, Palestina obtuvo nuevos derechos diplomáticos en mayo de 2024 tras una votación de la Asamblea General, después de que Estados Unidos vetara su admisión plena en el Consejo de Seguridad. El estatus de Palestina:

Palestina tiene el estatus de Estado observador no miembro de la ONU desde 2012. 

El veto en 2024: En abril de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU no aprobó la resolución que habría concedido la plena membresía a Palestina, gracias al veto de Estados Unidos. 

Veto a la entrada en 2024: La decisión estadounidense de impedir la entrada de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU fue un obstáculo para su aspiración de reconocimiento y derechos diplomáticos. 

Rechazo internacional: El veto de EE. UU. generó una condena internacional, especialmente porque contradice el derecho internacional y el Acuerdo de Sede de la ONU, que garantiza la participación de los Estados miembros y observadores. 

Nuevos derechos diplomáticos: Pese al veto del Consejo de Seguridad, la Asamblea General de la ONU, en mayo de 2024, concedió a Palestina nuevos derechos y privilegios sin que adquiriera la plena membresía, como parte del Estado observador no miembro. 

La decisión más reciente  La denegación de visas por parte de Estados Unidos a delegados palestinos para la Asamblea General de la ONU en Nueva York en agosto de 2025 ha provocado controversia. Condenada por la Autoridad Palestina y la Unión Europea, la acción se considera una violación del Acuerdo sobre la Sede de las Naciones Unidas.

Puntos clave sobre la situación: Violación del Acuerdo de la Sede: El Acuerdo de la Sede de la ONU, firmado en 1947 entre las Naciones Unidas y Estados Unidos, establece la obligación del país anfitrión de permitir la entrada de todos los delegados de los Estados miembros y observadores, independientemente de sus opiniones políticas. La negativa a otorgar visas a los delegados palestinos se considera una contravención directa de este acuerdo.

Reacción Internacional: La Autoridad Palestina ha manifestado su «profundo pesar y conmoción» por la decisión, calificándola de «incompatible con el derecho internacional». La Unión Europea, por su parte, ha instado a Estados Unidos a reconsiderar su postura. Rusia y otros países también han expresado su preocupación, argumentando que este tipo de acciones socavan los esfuerzos de paz.

Posición de Estados Unidos: El gobierno de EE.UU. ha justificado su decisión alegando «intereses de seguridad nacional» y responsabilizando a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y a la Autoridad Palestina por «socavar las perspectivas de paz» a través de lo que Washington denomina una «guerra jurídica» en cortes internacionales.

Contexto Político: La medida se produce en un contexto de tensiones elevadas, con un debate en curso en la ONU sobre el reconocimiento de un Estado palestino. Francia, junto con otros países, (menos EE UU y Israel) , lidera una iniciativa para que más naciones reconozcan a Palestina como Estado, lo que ha generado la oposición de Estados Unidos e Israel.

Precedentes Históricos: Un precedente notable ocurrió en 1988, cuando Estados Unidos negó una visa a Yasser Arafat, el entonces líder de la OLP. Como resultado, la Asamblea General de la ONU se vio obligada a trasladar su sesión a Ginebra, Suiza, para que Arafat pudiera dirigirse a la organización. Algunos analistas sugieren que una situación similar podría repetirse si la negativa de visas a la delegación palestina persiste.

La situación resalta la complejidad de las relaciones diplomáticas y el rol de los miembros observadores en la ONU, así como la influencia que puede ejercer el país anfitrión sobre las actividades de la organización.

Al dia de hoy.

La reciente negativa de Estados Unidos a otorgar visas al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y a otros delegados para asistir a la Asamblea General de la ONU ha generado un fuerte debate sobre el derecho internacional y los privilegios diplomáticos. Hay opiniones contrapuestas sobre la legalidad y la justificación de esta acción, que se pueden resumir en los siguientes puntos:

Argumentos a favor de la posición de Estados Unidos

Acuerdo de la Sede: Aunque el Acuerdo de la Sede de la ONU de 1947 obliga a EE. UU. a permitir la entrada de diplomáticos, se reserva el derecho a denegarla por seguridad nacional.

Justificación estadounidense: EE. UU. justifica la denegación de visas a funcionarios palestinos aludiendo a una «guerra jurídica» de la Autoridad Palestina, que busca resolver su conflicto con Israel en tribunales internacionales, socavando la paz. Argumenta que la medida responde a «intereses de seguridad nacional» y al incumplimiento palestino de compromisos, incluyendo la no repudiación del terrorismo. Además, el presidente de EE. UU. declaró que Gaza será un oasis para Occidente, justificando así la postura de todo Occidente.

Argumentos en contra de la posición de Estados Unidos

La denegación de visas a representantes de la Autoridad Palestina constituye una violación del Acuerdo de la Sede de la ONU, según la Autoridad Palestina, expertos en derecho internacional y otros países. Dicho acuerdo obliga al país anfitrión a garantizar la participación de delegados de todos los estados miembros y observadores. Esta acción socava los principios de igualdad entre naciones y la diplomacia para la resolución de conflictos, al impedir que un líder represente a su pueblo y exponga su posición en la Asamblea General.

Precedentes históricos: Este no es el primer caso en el que Estados Unidos ha negado visas a delegados. En 1988, la ONU se vio obligada a trasladar una sesión a Ginebra después de que EE. UU. negara una visa a Yasser Arafat, el entonces líder de la OLP. Este tipo de acciones debilitan la autonomía de la ONU y plantean interrogantes sobre su capacidad para funcionar de manera independiente del país que la alberga.

Doble rasero: Los críticos señalan un doble rasero, ya que EE. UU. a menudo permite la entrada de delegados de otros países con los que tiene relaciones tensas. donde EE UU su función es desconocer a Palestina como Pueblo originario.

En síntesis, la controversia refleja una tensión fundamental entre las obligaciones de Estados Unidos como país anfitrión de la ONU y sus propios intereses de política exterior. Mientras que EE. UU. se ampara en su derecho a proteger su seguridad nacional, la comunidad internacional, y en particular la Autoridad Palestina, denuncian la acción como un abuso de poder y una violación de los principios diplomáticos que sustentan a la organización.