EE.UU. y Venezuela: Injerencia o Justificación de Sanciones

Por. Henry Pacheco: El gobierno de EE.UU. considera a Venezuela una «amenaza inusual y extraordinaria» basándose en una serie de acusaciones que, según su perspectiva, justifican la imposición de sanciones y la declaración de una emergencia nacional.

Razones y Argumentos de EE.UU.

La justificación de esta designación se remonta a una orden ejecutiva de 2015 del ex-presidente Barack Obama, que ha sido renovada anualmente por las siguientes administraciones. Los principales argumentos del gobierno estadounidense incluyen:

Desde que ganó la presidencia de Venezuela  con Chávez a la cabeza, Venezuela se convirtió en una gran piedra para su zapato. Por que  se termino la era del petróleo regalado o a cambio de barajitas, y cómo justifican sus desicion,  

Erosión de la democracia y los derechos humanos: Se denuncia que el gobierno de Venezuela ha socavado los procesos e instituciones democráticas, ha perseguido a opositores políticos y ha restringido la libertad de prensa y de reunión pacífica. (reuniones pacíficas pero con capacidad de orquestar un golpe de estado con su ayuda directa

Corrupción generalizada: Se acusa a altos funcionarios del gobierno venezolano de estar involucrados en actos de corrupción pública, lo que ha generado una crisis económica y social. aquí lo denuncia pero el Narco Rubia y sus colaboradores de Florida ahí no ven nada

Vínculos con el narcotráfico: Estados Unidos ha señalado a funcionarios del gobierno venezolano, incluido el presidente Nicolás Maduro, de liderar o estar involucrados en un «cartel del narcotráfico», lo que representa una amenaza para la seguridad estadounidense y de la región (ese es su argumento, La realidad que toda la seguridad y la banca de su país está comprometido con ese comercio ilegal).

Desestabilización regional: Se argumenta que las políticas del gobierno venezolano han provocado una crisis migratoria masiva, desestabilizando a los países vecinos. Además, se denuncia la presencia de grupos criminales y la colaboración con actores geopolíticos adversos a EE.UU., como Rusia, Irán y China.

Los mismo argumentos contra Nicaragua, Cuba, y otros países emergente no alineados con el neo liberalismo.

La declaración de «emergencia nacional» por parte de un presidente estadounidense es un mecanismo legal que le permite imponer sanciones contra un país, y así superar lo que el Congreso haya aprobado. En este caso, ha sido la base para aplicar un régimen de sanciones que afectan a la industria petrolera, a funcionarios específicos y a otros sectores de la economía venezolana. como son la policía política de mundo lo hacen, cuando anunciaron una invasión a Venezuela,  solo bastó que el presidente Venezolano Nicolás Maduro anunciara todo el pueblo a inscribirse en la reserva Militar, la movilización del pueblo fue tan grandiosa que cuando las autoridades gringas observaron esto, se preguntaron, con qué pueblo contamos para que esto no se vea como una invasión, sin argumentos…

Esto es una injerencia de EEUU en Venezuela 

Esa es una perspectiva central en el debate sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela. La política de EE. UU. ha sido amplia-mente criticada, tanto dentro como fuera del país, por considerarse una forma de injerencia que ha agravado la crisis venezolana.

Argumentos a favor de la injerencia

Sanciones económicas: Las sanciones de EE.UU. a la industria petrolera y a otros sectores de la economía venezolana han sido denunciadas por muchos como una forma de «castigo colectivo«. Argumentan que estas medidas han afectado directamente a la población, exacerbando la escasez de alimentos y medicinas, y han servido para que el gobierno de Venezuela culpe a EE.UU. de los problemas internos, sin que hayan logrado el cambio de gobierno que buscaban. De hecho, hay estudios que sugieren que las sanciones han contribuido a la crisis económica nacional.

Apoyo a la oposición: La decisión de Washington de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino y su apoyo a las facciones de la oposición se han interpretado como una intromisión directa en los asuntos internos de Venezuela. Los críticos sostienen que esta política no ha logrado derrocar a Maduro y, en cambio, ha fragmentado aún más a la oposición y ha debilitado las posibilidades de una solución negociada.( la cual no existe en Venezuela y la única opción de negociar son las elecciones Nacionales).

Declaraciones y retórica: Las declaraciones de altos funcionarios estadounidenses, como la famosa frase de Donald Trump de que «todas las opciones están sobre la mesa«, han sido vistas como una amenaza de intervención militar, lo que ha generado más tensión en la región y ha sido utilizado por el gobierno venezolano para reforzar nuestro discurso antiimperialista y consolidar el apoyo de sus bases. 

Historial de intervenciones: Muchos analistas señalan el largo historial de intervenciones de Estados Unidos en América Latina, incluyendo el apoyo a golpes de Estado y a dictaduras, como un contexto que da credibilidad a la idea de que su política actual hacia Venezuela no es por motivos humanitarios o de democracia, sino por intereses geopolíticos y económicos. La «Doctrina Monroe» es un punto de referencia recurrente en este tipo de análisis.

¿Se puede considerar injerencia?

Desde el punto de vista del derecho internacional, las sanciones unilaterales, es decir, las que no son aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, son un tema de controversia. Si bien EE.UU. las justifica como una respuesta a violaciones de los derechos humanos y la democracia, muchos países y expertos las consideran una violación de la soberanía nacional.

Hay una fuerte corriente de pensamiento que considera que la política de Estados Unidos hacia Venezuela es una injerencia. Esta perspectiva se basa en el impacto de las sanciones, el apoyo explícito a la oposición y la retórica de Washington, todo ello enmarcado en un historial de intervenciones en la región.

La ruptura de relaciones diplomáticas de Venezuela con EE UU se debe al gobierno actual o a las riquezas del subsuelo venezolano que no pueden obtener de forma regalada . 

La ruptura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos.  La postura del gobierno venezolano y el interés en las riquezas del subsuelo, están entrelazados. No es una cuestión de «uno o lo otro», sino que la riqueza petrolera de Venezuela ha sido una pieza clave en la tensión diplomática que ha escalado bajo el gobierno actual.

Aquí hay una explicación más detallada:

1. El rol del gobierno actual

La ruptura de relaciones diplomáticas en enero de 2019 fue la culminación de una serie de tensiones que se venían gestando desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999. El punto de quiebre se produjo cuando el gobierno de Donald Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, una acción que Nicolás Maduro consideró una injerencia directa en la soberanía nacional.

Las diferencias ideológicas han sido el motor principal:

Antiimperialismo: La retórica del gobierno Venezolano se ha basado en una fuerte oposición a lo que percibe como el «imperialismo estadounidense«, buscando alianzas con países considerados adversarios de EE.UU. como Rusia, China e Irán. Esta postura ha sido vista por Washington como una amenaza a sus intereses en la región. 

Política interna: Las acusaciones de EE.UU. sobre la «erosión de la democracia y los derechos humanos» en Venezuela han sido la justificación para imponer sanciones y ejercer presión sobre el gobierno de Maduro. (el presidente Maduro junto a su pueblo han derrotado, en tres oportunidades con elecciones directas y secretas a los EEUU y su oposición.) 

2. El rol de las riquezas del subsuelo

Las inmensas reservas de petróleo de Venezuela, las más grandes del mundo, han sido un factor determinante en la relación. A lo largo del siglo XX, Venezuela fue un proveedor estratégico de petróleo para EE.UU. Sin embargo, la llegada de Chavez al gobierno y la nacionalización de la industria petrolera cambiaron las reglas del juego.

Control estatal del petróleo: El gobierno venezolano tomó un control más estricto de PDVSA y renegoció los contratos con empresas extranjeras, lo que generó conflictos con compañías estadounidenses. Esto fue visto por EE.UU. como una amenaza a su seguridad energética. (puedes negociar pero no puedes tocarnos nuestros intereses)  

Sanciones petroleras: Las sanciones más severas impuestas por EE.UU. han apuntado directamente a la industria petrolera de Venezuela, buscando asfixiar económicamente al gobierno de Maduro y forzar un cambio político. Estas sanciones demuestran que el control del petróleo es una pieza central en la disputa.

Conclusión

Si bien la ruptura de relaciones fue un acto del gobierno venezolano en respuesta a una decisión política de EE.UU., no se puede disociar este evento de la historia de la relación bilateral. El petróleo venezolano ha sido el telón de fondo de un conflicto ideológico y geopolítico. El gobierno de Venezuela ha utilizado las riquezas del subsuelo para financiar su proyecto político, mientras que Estados Unidos ha visto ese control como una amenaza a sus intereses y ha utilizado las sanciones petroleras como su principal herramienta de presión.

Trump y el Proyecto 2025: La Militarización de la Seguridad Nacional

por henry Pacheco. No es la primera vez que un presidente estadounidense recurre a sus poderes para restablecer el orden público. Estas intervenciones, generalmente en respuesta a emergencias como disturbios violentos ampliamente documentados que causan alarma pública, difieren de lo ocurrido en las últimas semanas, que no tiene precedentes.

Seguir leyendo «Trump y el Proyecto 2025: La Militarización de la Seguridad Nacional»

Cómo destruir la Corte Penal Internacional.

Por. Henry Pacheco: Un abogado que trabaja en La Haya reconstruye, dos años de amenazas y sanciones: « Ahora nadie quiere hacerse cargo del caso palestino debido al temor generalizado, tanto institucional como personal. Más allá de las órdenes de arresto, las investigaciones de Karim Khan sobre los asentamientos preocupan en Tel Aviv por su posible efecto dominó en toda la organización israelí». 

Seguir leyendo «Cómo destruir la Corte Penal Internacional.»

Geopolítica y Recursos en Groenlandia: El Futuro Mineral

Por Henry Pacheco: La situación sobre Groenlandia, Canadá y los recursos minerales como el hierro y el cobre es un tema muy relevante en la geopolítica actual. Aunque Estados Unidos es un importante actor en el mercado global, la dinámica en el Ártico es compleja y no se limita a un solo proveedor.

Aquí hay algunos puntos clave para entender la situación:

Groenlandia y sus recursos: Groenlandia es un territorio autónomo de Dinamarca, pero su subsuelo es rico en una variedad de minerales valiosos, incluyendo hierro, cobre, tierras raras y otros elementos críticos para la industria moderna. Con el deshielo del Ártico, estos recursos se vuelven más accesibles, lo que ha despertado el interés de varias potencias.

El interés de Canadá: Canadá es una nación ártica y tiene un interés estratégico en la estabilidad y el desarrollo de la región. Comparten frontera marítima con Groenlandia y han estado trabajando en estrechar lazos económicos y políticos. Las negociaciones sobre la minería de hierro y cobre, así como de otros minerales, encajan en una estrategia más amplia de cooperación. Las empresas mineras canadienses ya tienen una presencia en Groenlandia y están explorando nuevas oportunidades.

La posición de Estados Unidos: Estados Unidos, aunque es un gran productor y exportador de ciertos metales, no es el único jugador en el mercado. En el caso del cobre, por ejemplo, importa una cantidad significativa de este metal, principalmente de países como Chile y Canadá. Su interés en Groenlandia no es solo por los recursos, sino también por la seguridad nacional y la influencia geopolítica en el Ártico, una región cada vez más disputada. La reciente propuesta del presidente Trump de comprar Groenlandia, aunque fue rechazada, subraya la importancia estratégica que EE. UU. le da a la isla.

La competencia global: La negociación de Groenlandia con Canadá no ocurre en un vacío. Hay otros actores, como China y la Unión Europea, que también están interesados en los minerales groenlandeses. China, en particular, tiene una posición dominante en el mercado de las tierras raras, y otros países buscan diversificar sus fuentes de suministro. Esto hace que Groenlandia y sus negociaciones sean un asunto de interés global.

La independencia de Groenlandia: La explotación de sus recursos minerales es vista por Groenlandia como un camino hacia una mayor autonomía económica y, potencialmente, la independencia total de Dinamarca. Las negociaciones con países como Canadá son cruciales para su desarrollo y su capacidad para forjar su propio futuro.

En conclusión, la negociación entre Groenlandia y Canadá sobre los recursos minerales no es una simple competencia con Estados Unidos. Es parte de un panorama geopolítico más amplio en el que Groenlandia busca aprovechar sus riquezas minerales para su propio desarrollo y autonomía, mientras que Canadá busca asegurar su influencia en el Ártico y diversificar su cadena de suministro. Estados Unidos, por su parte, sigue de cerca estos acontecimientos debido a sus propios intereses económicos y estratégicos en la región.

Al quedar eliminado de todo tipo de negociación de Groenlandia con USA, cual será la relación USA, Groenlandia y Dinamarca.

Si bien Groenlandia tiene la autonomía para negociar acuerdos económicos y de recursos, su relación con Estados Unidos y Dinamarca es compleja y no puede ser reducida a una simple «negociación». La situación actual se basa en tres pilares principales:

1. Seguridad y Defensa Estratégica:

Un legado de la Guerra Fría: La relación entre EE. UU., Dinamarca y Groenlandia está fuertemente anclada en acuerdos de defensa que datan de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. El acuerdo de 1951, que permite a Estados Unidos operar bases militares en Groenlandia, como la Base Espacial Pituffik (antes Thule), sigue vigente. Esta base es crucial para el sistema de alerta temprana de misiles de EE. UU. y la vigilancia del hemisferio norte.

El Ártico como punto caliente: Con el cambio climático, el deshielo del Ártico ha abierto nuevas rutas marítimas y ha hecho más accesibles los recursos naturales. Esto ha intensificado el interés de potencias como Rusia y China en la región. Para EE. UU. y Dinamarca, mantener la seguridad y la influencia en el Ártico es una prioridad estratégica. La relación entre los tres actores, por lo tanto, no se limita a la economía, sino que está impulsada por la defensa mutua y la disuasión de amenazas externas.

El papel de la OTAN: Dinamarca y EE. UU. son miembros de la OTAN. Esto significa que la seguridad de Groenlandia está enmarcada en la alianza de defensa colectiva. Un ataque a Groenlandia sería considerado un ataque a toda la OTAN.

2. Relaciones Políticas y Económicas:

La posición de Dinamarca: Dinamarca sigue siendo responsable de la defensa y la política exterior de Groenlandia. Aunque Groenlandia tiene un alto grado de autonomía, sus decisiones en asuntos internacionales importantes a menudo implican la coordinación con Copenhague. Esto significa que EE. UU. trata con Dinamarca en muchos asuntos relacionados con Groenlandia.

La autonomía de Groenlandia: Groenlandia ha buscado activamente socios para diversificar su economía y reducir su dependencia de las subvenciones danesas. Ha abierto oficinas de representación en lugares clave, incluyendo Washington D.C., lo que muestra su interés en una relación directa con EE. UU. En este sentido, aunque EE. UU. no haya logrado comprar la isla, sí ha buscado acuerdos de cooperación con Groenlandia en el ámbito minero y comercial.

El factor Trump: El interés del presidente Donald Trump en comprar Groenlandia fue un hito en la relación entre los tres. Aunque la propuesta fue rechazada de plano por Dinamarca y Groenlandia, puso de manifiesto la importancia estratégica de la isla para EE. UU. y generó un debate sobre la soberanía y el futuro de Groenlandia. Esto ha impulsado a los groenlandeses a reafirmar su autonomía y a Dinamarca a reforzar su compromiso con la seguridad ártica.

3. El futuro de la relación:

Cooperación frente a compra: A pesar de que la idea de una compra quedó descartada, la relación se ha orientado hacia una mayor cooperación. EE. UU. probablemente seguirá buscando maneras de fortalecer los lazos económicos y de seguridad con Groenlandia, posiblemente a través de acuerdos de inversión o de colaboración en proyectos de infraestructura y minería.

Un socio, no una posesión: La relación de Estados Unidos con Groenlandia será la de un socio estratégico, no la de un dueño. Groenlandia continuará buscando el equilibrio entre su autonomía, sus ambiciones de independencia y su relación con Dinamarca, mientras que EE. UU. buscará asegurar sus intereses de seguridad en la región.

En resumen, aunque Estados Unidos haya «quedado fuera» de la negociación de compra, su relación con Groenlandia y Dinamarca no se detendrá. En su lugar, se mantendrá una compleja red de acuerdos de defensa, cooperación estratégica y relaciones diplomáticas que se adaptarán a las cambiantes dinámicas del Ártico y a los intereses de las tres partes.

.- Que pasaría si Groenlandia se independizara de Dinamarca y este se junta con los Brics como la ha manifestado su primer ministro.
Si Groenlandia se independizara de Dinamarca y se uniera a los BRICS (el bloque económico formado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, y más recientemente, Etiopía, Egipto, Irán y Emiratos Árabes Unidos), las consecuencias serían profundas y de gran alcance.

Aunque hay evidencia claras de que el primer ministro de Groenlandia haya manifestado formalmente su intención de unirse a los BRICS, si esto fuera cierto, aquí los posibles escenarios de una mayor autonomía e independencia. A continuación detallo, qué pasaría en este escenario:

1. Reconfiguración de la seguridad en el Ártico:

Pérdida de la presencia de la OTAN: Groenlandia es actualmente un pilar de la seguridad del Ártico y de la OTAN, debido a su posición estratégica y a la presencia de la Base Espacial Pituffik (antigua Base Aérea de Thule) de Estados Unidos. Si Groenlandia se independizara y se aliara con los BRICS, Dinamarca y la OTAN perderían el control directo sobre este territorio crucial.

Aumento de la influencia de Rusia y China: La entrada de Groenlandia a los BRICS daría a Rusia y China, miembros clave del bloque, una influencia directa en el Ártico. Esto podría significar el acceso a puertos, la posibilidad de establecer bases o estaciones de investigación, y la participación en la explotación de los recursos minerales y las nuevas rutas marítimas. Esto alteraría significativamente el equilibrio de poder en la región.

Escalada de tensiones: Este movimiento sería visto por Estados Unidos y sus aliados como una amenaza directa a su seguridad nacional. Podría provocar una escalada de tensiones en el Ártico, que se convertiría en un nuevo frente de la competencia geopolítica entre Occidente y el bloque BRICS.

2. Impacto económico y comercial:

Acceso a recursos minerales: La razón principal del interés de los BRICS en Groenlandia sería su vasto potencial mineral. La isla es rica en elementos críticos como tierras raras, uranio y zinc, que son esenciales para las industrias de alta tecnología. La unión con los BRICS daría a estos países un acceso privilegiado a estos recursos, reduciendo la dependencia de las cadenas de suministro occidentales.

Desarrollo de la «Ruta de la Seda Polar«: La pertenencia a los BRICS facilitaría la colaboración con China en el desarrollo de infraestructura ártica. China ha manifestado su interés en una «Ruta de la Seda Polar» que utilice las nuevas rutas marítimas del Ártico. Groenlandia podría convertirse en un punto nodal clave en este proyecto.

Pérdida de subvenciones danesas: La independencia de Groenlandia significaría la pérdida de las importantes subvenciones anuales que recibe de Dinamarca. Aunque la explotación de los recursos minerales podría compensar esta pérdida a largo plazo, la transición sería financieramente muy desafiante y haría que el país dependiera de la inversión extranjera, probablemente de los miembros del BRICS.

3. Consecuencias para la relación con Dinamarca y Estados Unidos:

Crisis diplomática: Una declaración de independencia de Groenlandia seguida de una alianza con los BRICS provocaría una grave crisis diplomática entre Dinamarca y los miembros del bloque.

Renegociación de acuerdos: La independencia anularía los acuerdos de defensa actuales. EE. UU. se vería obligado a renegociar o a tomar medidas para proteger sus intereses de seguridad en la región, lo que podría incluir una mayor militarización de la zona.

Posible presión internacional: Dinamarca, Estados Unidos y la Unión Europea ejercerían una fuerte presión diplomática sobre Groenlandia para que no se uniera a los BRICS, argumentando que esto iría en contra de los principios democráticos y la estabilidad regional.

En conclusión, la independencia de Groenlandia por sí sola ya sería un evento histórico. Si este escenario se combinara con una adhesión a los BRICS, tendría consecuencias geopolíticas y económicas masivas, redefiniendo el equilibrio de poder en el Ártico y, posiblemente, en el mundo. Aunque los líderes groenlandeses buscan la independencia y han expresado frustraciones con la relación con Dinamarca, unirse a un bloque como los BRICS sería un paso drástico con enormes implicaciones sobre todos para USA, y Europa del este.

Seguir leyendo «Geopolítica y Recursos en Groenlandia: El Futuro Mineral»