Exxon Mobil y sus “relaciones de cama” con el gobierno de Guyana

WERTHER SANDOVAL

En un artículo titulado Exxon Mobil y la política, escrito por Christopher Ram el pasado 16 de febrero de 2024, en el periódico guyanés Stabroeck News, el articulista cuestiona las relaciones “de cama” entre la transnacional y el gobierno, al tiempo que denuncia el factible financiamiento a los partidos políticos de ese país y desvela la intencionalidad política de las relaciones públicas de la compañía con el pueblo guyanés.

En una primera frase afirma que “Exxon no es ajeno a la política. Entien- de la importancia de las vallas publicitarias (India y Guyana) y por si alguien se lo perdió, Exxon se encuentra ahora en una gira en autobús por todo el país para fomentar la comunicación con el público, promover oportunidades de empleo y, según un informe en los medios, compartir información sobre las operaciones de la empresa y hacer preguntas”.

“A primera vista”, añade, “no hay nada intrínsecamente malo en el Bus Tour. Sin embargo, existen algunas preocupaciones obvias. ¿Dónde están sus socias Hess, recién comprada por Che- vron y dónde está la empresa petrolera china Cnooc? ¿Es esta una iniciativa exclusiva de Exxon? ¿Pensó la petrolera que, por cortesía, necesitaba discutir esto con el Gobierno?”

De inmediato el escritor alerta que “Es difícil aceptar esto como un mero truco de relaciones públicas. Exxon ha demostrado no ser digna de confianza y no estar dispuesta a compartir información con un público más informado. Cualquier intercambio de información se parecerá más bien a propaganda entregada de la manera más cínica y desdeñosa”.

“Todos somos muy conscientes de cómo Exxon trató al jefe de la Comisión de Geología y Minas de Guyana, y de cómo doblegaron al líder y expresidente de Guyana, David Granger, y Raphael Trotman, ambos fundadores del Partido Congreso Nacional del Pueblo; y somos testigos de que trata al gobierno como a un compañero de cama y al público como un enemigo con quien nunca se debe compartir información”.

Ram señala que la gira de Exxon Mobil recuerda la voluntad de esta empresa de jugar juegos populares con el pueblo de Guyana, en un entorno electoral en el que tanto el Partido Progresista del Pueblo, PPP, del presidente de Guyana, Irfan Alí, como la Asociación para la Unidad Nacional, Apnu, que agrupa a los partidos de Alí, se han mostrado absolutamente reacios a rendir cuentas de las recaudaciones para las elecciones.

“Exxon tiene dinero disponible con décadas de experiencia clandestina en la participación en la arena política. Entonces, la verdadera pregunta es si Exxon planea involucrar a los partidos políticos, y cómo, haciendo contri- buciones significativas a un partido
y ofreciendo migajas al otro para las elecciones de 2025”.

Reseña el libro de Steve Coll, apro- piadamente titulado Private empire Exxon Mobil and american power, el cual describe la acción política abierta de Exxon a través de lo que se llama un comité de acción política (PAC) y particularmente su papel en el apoyo a los líderes del Partido Republicano, de Estados Unidos, para las elecciones de 2008. El PAC invirtió 722.000 dólares en candidatos a cargos políticos federales, cantidad que puede no parecer particu- larmente significativa, pero el interés real está en cómo se compartió el dine- ro entre los dos partidos.

“Exxon no tuvo reparos en su papel: un ejecutivo involucrado en las decisiones de gasto político dijo que el grupo PAC estaba orientado a los negocios y que estaba buscando candidatos que estuvieran a favor de los negocios. Uno de sus correos proclamaba audazmente: “Elegir personas que apliquen políticas que sean buenas para nuestra industria y que tengan sentido para nuestras familias es una responsabilidad importante”. Esto confirma algunas cosas que en Guyana hemos llegado a saber. Exxon no tiene escrúpulos, ni línea roja ni umbral que no deba cruzar”.

Ram denuncia que “No existe el concepto de PAC en Guyana y todo vale cuando se trata de donaciones a partidos políticos, que todos sabemos no tienen reparos en aceptar dinero de todos y cada uno. La expectativa entonces es que Exxon desempeñe un papel en la financiación de las elecciones en todas sus formas, ya sea pagando a especialistas en información y análisis, impresión, material obsequio y, por supuesto, dinero en efectivo. El motivo más grande de preocupación es que nadie puede hacer nada al respecto”.

Para el autor, a la Comisión de Elecciones de Guyana, Gecom, no le interesa cómo la democracia se ha convertido en una mercancía en Guyana, donde no hay reglas. El PPP/C y la Apnu siempre tendrán excusas para quitarle dinero a los evasores de impuestos y a cualquier otra persona. Para Exxon, hay mucho en juego: un entorno maravilloso y conveniente.

Sin duda, Exxon preferiría no tener que lidiar con el flujo continuo de publicidad negativa que recibe casi a diario. Pero se fortalece al saber que Aubrey Norton, el líder de la oposición, después de más de tres años, no comprende ni se posiciona sobre el Acuerdo de 2016, las auditorías, el medio ambiente o las operaciones petroleras. Y que el pueblo del Gobierno, sin excepción, es su mayor defensor y protector, dispuesto a cumplir sus órdenes.

No es que a Exxon necesariamente le guste alguno de los dos, pero la protección del Acuerdo de 2016 con todos sus beneficios es lo más importante para la empresa. Necesita asegurarse de poder conseguir ese apoyo ciego y para ello hará cualquier cosa./UN