A PESAR DEL GENOCIDIO, LA RESISTENCIA SE HACE SENTIR (II)

Por: Juan Hernández Machado*

En un trabajo anterior nos referimos a cómo la resistencia palestina estaba respondiendo, en Gaza y Cisjordania, contra el genocidio que comete el régimen sionista de Israel contra ese pueblo desde el pasado 7 de octubre.

Hoy nos vamos a referir al comportamiento de Hezbolá como apoyo a sus hermanos palestinos.

Recordemos que Hezbolá (Partido de Dios) es una organización musulmana libanesa de tendencia chiita fundada en el Líbano en 1982, la que cuenta con una dirección política y una rama militar.

¿Qué tiene que ver con los palestinos?, pudiera preguntarse usted.

Los enfrentamientos entre varios países árabes e Israel en 1948 y 1967 no tuvieron efecto directo en el Líbano, pero en total unos 400 mil palestinos, desplazados de su territorio por ambos conflictos se refugiaron en el sur del país, lógicamente, con una presencia de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Israel pasó a aliarse con las Falanges Libanesas, de orientación cristiana, y en varias ocasiones atacaron y bombardearon, con énfasis en 1978 y 1982, cuando ocuparon partes del sur del Líbano. A partir de ese momento comienzan los enfrentamientos directos entre Hezbolá- cuyo objetivo era terminar con la ocupación militar israelí de su territorio- y el régimen de Tel Aviv.

En el año 2000, ante la presión ejercida por Hezbolá, Israel se retira a la llamada Línea Azul, frontera demarcada por la ONU y reconocida internacionalmente, pasando Hezbolá a controlar el sur del país.

Desde el año 2005, Israel había accionado contra efectivos de Hezbolá en el Líbano, por lo que dicha organización respondió el 12 de julio del 2006 con una andanada coheteril contra Israel, quien invadió por tierra el sur del Líbano e impuso un bloqueo aéreo y naval, que provocó severos daños a la población civil del país, reportándose cerca de 1,300 bajas mortales entre los libaneses, así como un desplazamiento temporal de un millón de libaneses y de medio millón de israelíes.

No es nuestro objetivo profundizar en esos enfrentamientos. Los interesados o quienes no recuerden los resultados pueden consultar la gran cantidad de información existente al respecto.

Solo decir que el arrogante Estado de Israel, que debido al apoyo que recibe del gobierno estadounidense y otros miembros de la OTAN ha sido siempre reacio a aceptar las decisiones de organismos internacionales, tuvo que aceptar la resolución N o. 1701, adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 14 de agosto del 2006, la que establecía un alto al fuego entre los contendientes. Los efectivos israelíes se retiraron a su territorio y una fuerza de la ONU junto al ejército libanés comenzó a desplegarse en la zona fronteriza entre los dos países.

Luego del inicio de las acciones israelíes contra la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre, Hezbolá, en apoyo total a sus hermanos palestinos, ha mantenido un asedio coheteril, artillero y con drones contra unidades militares sionistas, centros de inteligencia y de comunicaciones, almacenes de abastecimiento para los militares, asentamientos de colonos israelíes y otros lugares ocupados por Israel al sur del Líbano.

Los propios medios de prensa de Tel Aviv han reconocido que Hezbolá predomina en el norte de los territorios palestinos ocupados, poniendo en ridículo al ejército de Israel que se encuentra atrapado en la zona.

La Oficina de Información de Hezbolá informó que en los primeros 120 días de enfrentamiento, desde el pasado 7 de octubre, han ejecutado 961 operaciones contra posiciones israelíes en la Palestina ocupada.

El daño principal a Israel ha sido el abandono que han hecho los colonos de sus lugares en territorio ocupado.

La Autoridad Nacional de Gestión de Emergencia (NEMA, por sus siglas en inglés) de Israel, ha informado que unos 253 mil colonos han abandonado sus viviendas en el norte y sur de los territorios ocupados, lo que ha significado un fuerte golpe a la economía del país, siendo considerado como la mayor evacuación de colonos desde la fundación del Estado sionista.

Esta situación llegó a ser reconocida hasta por el diario estadounidense The New York Times, el que calificó los asentamientos israelíes como “ciudades fantasmas”. Tanto ese diario como medios israelíes de prensa han divulgado que un mayoritario por ciento de esos colonos ha reconocido su descontento con el actuar del ejército de su país y ha admitido que es Hezbolá quien dicta las pautas en esos lugares.

Y este aspecto resalta tanto en estos momentos porque durante la guerra del 2006 entre Hezbolá e Israel que durara más de un mes, los sionistas no tuvieron que evacuar a sus colonos de los asentamientos fronterizos.

Al igual que los combatientes de Hamas en la Franja de Gaza, los de Hezbolá han sido capaces de derribar drones israelíes súper modernos, hechos admitidos por el ejército de ocupación. En febrero pasado lo hicieron con un dron del tipo Zik (Hermes 450) y, más recientemente, lo hicieron con uno del tipo Kochav (Hermes 900).

El Hermes 450 es fabricado por la compañía Elbit Systems y está diseñado para cumplir misiones de inteligencia y de combate, al estar armado con varios tipos de municiones para esta última misión.

Por su parte, el Hermes 900 entró en servicio en el 2014, alcanza una altura de 9 kilómetros y una velocidad de 220 km por hora. Es el segundo mayor dron en el inventario de Israel y cada uno tiene un costo estimado de 6 millones de dólares.

Aunque eminentemente es utilizado con fines de inteligencia, ya que tiene largo alcance y capacidad de vuelo, además de estar dotado con medios sofisticados para ese fin, también puede portar 4 cohetes tierra-aire del tipo Spiker, que tienen un alcance de 10 km.

Algo que dice mucho a favor de Hezbolá, sobre todo en estos momentos cuando las campañas desinformativas de Israel y sus aliados son fuertes, ha sido poder demostrar mediante videos colocados en las redes sociales, a tiempo casi real, sus diferentes acciones contra el agresor sionista.

Un solo ejemplo para que usted tenga una idea del alcance de sus acciones.

Hezbolá lanzó un ataque coheteril contra el asentamiento israelí de Kiryat Shmona luego de que las fuerzas sionistas agredieran varias ambulancias en la ciudad de Al-Habaria, en el sur del Líbano.

Diferentes medios israelíes de comunicación confirmaron que los daños de dicho ataque se valoran en decenas de millones de dólares, al ser destruidos una buena cantidad de apartamentos, una fábrica de papel y la sede de la Brigada 769 del ejército israelí.

Lo que comenzó en octubre del pasado 2023 a un ritmo de 2-3 acciones por día por parte de Hezbolá, ahora son entre 6 y 10.

Tanto los colonos desplazados, periodistas hasta funcionarios del régimen sionista han expresado, algunos de forma pública y otros en voz baja, pero convencidos de lo que dicen, que Israel no tiene la forma para contener a Hezbolá.

Desde los primeros momentos de la agresión israelí, Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbolá ha declarado, en diferentes ocasiones, que dejarán de actuar contra Israel cuando finalice su guerra contra Gaza y que las operaciones de su organización contra Israel tienen como objetivo solidarizarse con sus hermanos palestinos y ejercer presión para debilitar al enemigo común hasta que cese su agresión.

Ellos también sufren, sus familiares son asesinados por los sionistas, pero se impone el enfrentamiento a un enemigo que es común y no tiene aprecio alguno al pueblo palestino ni al pueblo árabe en general.

11 abril 2024

* miembro de la Unión de Historiadores de Cuba