El Caballo de Troya.

Por. Henry Pacheco: En esencia, un «caballo de Troya» en una disputa implica un engaño donde algo se presenta de manera positiva para ocultar sus verdaderas intenciones dañinas. ¿Cuándo Trump comenzó a subir los aranceles dieron que comenzó la guerra comercial? La afirmación de que el aumento de aranceles por parte de la administración Trump marcó el inicio de una guerra comercial es una perspectiva común, aunque compleja. Aquí hay algunos puntos clave a considerar:

Acciones de la administración Trump:

La administración Trump impuso aranceles a una amplia gama de productos importados, especialmente de China, pero también de otros socios comerciales como la Unión Europea y Canadá. Estos aranceles se justificaron bajo argumentos de protección de la industria nacional y corrección de desequilibrios comerciales.

Reacciones internacionales:

Estas acciones provocaron represalias de otros países, que impusieron sus propios aranceles a productos estadounidenses. Esto llevó a una escalada de tensiones comerciales, con un intercambio de aranceles y amenazas que afectaron el comercio global.

Impacto económico:

La guerra comercial tuvo efectos significativos en la economía global, incluyendo disrupciones en las cadenas de suministro, aumento de precios para consumidores y empresas, y volatilidad en los mercados financieros. También afecto las relaciones comerciales entre países.

Interpretación:

Si bien las tensiones comerciales existían antes de la administración Trump, sus políticas arancelarias marcaron una escalada significativa que muchos analistas consideran el inicio de una «guerra comercial«. Existe debate sobre si estas acciones lograron sus objetivos declarados, y sobre el costo económico y político de la guerra comercial.  En resumen, aunque las relaciones comerciales internacionales siempre han sido complejas, las acciones de la administración Trump y las respuestas que generaron, se pueden considerar como el inicio de una guerra comercial.

En una guerra comercial entre EE UU y la unión Europea quien gana.

Una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea no tendría un ganador claro y probablemente resultaría perjudicial para ambas economías. Aquí hay algunos puntos a considerar:

Interdependencia económica:

Estados Unidos y la Unión Europea tienen una de las relaciones comerciales y de inversión más grandes y complejas del mundo. Miles de millones de dólares en bienes y servicios fluyen entre ambos bloques anualmente. Las empresas de ambos lados tienen cadenas de suministro intrincadas que cruzan el Atlántico. Los aranceles y otras barreras comerciales interrumpirían estas cadenas, aumentando los costos para las empresas y los consumidores.

Posibles impactos negativos:

Para EE. UU.: Los aranceles de la UE sobre productos estadounidenses podrían dañar sectores clave como la agricultura, la industria automotriz y la tecnología. Las empresas estadounidenses podrían perder competitividad en el mercado europeo, lo que llevaría a menores exportaciones y posibles pérdidas de empleo. Los consumidores estadounidenses podrían enfrentar precios más altos por los productos europeos.

Para la UE: Los aranceles estadounidenses afectarían a industrias importantes como la automotriz, la alimentación y las bebidas, y los bienes de lujo. Las empresas europeas podrían tener dificultades para acceder al mercado estadounidense, lo que afectaría sus exportaciones y rentabilidad. Los consumidores europeos podrían ver un aumento en el precio de los productos estadounidenses.

Impacto global: Una guerra comercial entre dos de las economías más grandes del mundo generaría incertidumbre y volatilidad en la economía global. Podría debilitar el crecimiento económico mundial y dañar el sistema de comercio multilateral basado en reglas.

¿Quién “ganaría”?

Es difícil predecir un ganador en una guerra comercial. Los resultados dependerían de muchos factores, incluyendo la duración y la intensidad de las medidas comerciales, la capacidad de cada lado para encontrar mercados alternativos y la respuesta de otras economías importantes.  Algunos sectores en cada economía podrían beneficiarse de la protección arancelaria, pero es probable que los costos generales para la economía en su conjunto superen cualquier beneficio.

Históricamente, las guerras comerciales han demostrado ser costosas para todas las partes involucradas.

En resumen:

Una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea sería un escenario de «pérdida-pérdida«. Ambas economías sufrirían daños significativos, con consecuencias negativas para las empresas, los consumidores y el crecimiento económico general. La interdependencia económica hace que cualquier confrontación comercial sea particularmente arriesgada y costosa para ambos lados.

En una guerra comercial entre EE UU y China siendo china la primera potencia mundial económica quien ganaría.

En una guerra comercial entre Estados Unidos y China, incluso si China es considerada la primera potencia económica mundial (dependiendo de la métrica utilizada), no habría un ganador claro y probablemente ambos países sufrirían pérdidas significativas.

Aquí te explico por qué:

Puntos a favor de China (siendo la primera potencia económica):

Tamaño del mercado: China tiene una población mucho mayor que Estados Unidos, lo que representa un mercado interno masivo. Esto podría darle cierta resiliencia ante la pérdida de exportaciones.

Manufactura y exportaciones: China es la fábrica del mundo y tiene una enorme capacidad de producción y una vasta red de exportaciones.

Control estatal: El gobierno chino tiene un mayor grado de control sobre su economía y puede implementar políticas para mitigar los efectos de una guerra comercial.

Puntos a favor de Estados Unidos (a pesar de no ser la primera potencia en todas las métricas):

Innovación y tecnología: Estados Unidos sigue siendo líder en muchas industrias de alta tecnología, investigación y desarrollo, lo cual es crucial para la competitividad a largo plazo.

Sistema financiero: El sistema financiero estadounidense es más desarrollado e influyente a nivel global, y el dólar sigue siendo la moneda de reserva mundial.

Consumo interno: El consumo interno en Estados Unidos es muy fuerte y representa una parte importante de su economía.

Agricultura y recursos naturales: Estados Unidos es un importante productor de alimentos y tiene abundantes recursos naturales.

Por qué no habría un ganador claro:

Interdependencia económica: Las economías de Estados Unidos y China están profundamente entrelazadas. Muchas empresas estadounidenses operan en China y viceversa. Una guerra comercial interrumpiría las cadenas de suministro, aumentaría los costos para las empresas y los consumidores en ambos lados.

Retaliación: Ambos países tienen la capacidad de imponer aranceles y otras barreras comerciales que dañarían las exportaciones del otro. Esto podría llevar a una escalada de la guerra comercial.

Impacto en sectores específicos: Ciertos sectores en ambos países serían particularmente vulnerables a los aranceles. Por ejemplo, la agricultura estadounidense podría verse muy afectada por los aranceles chinos, mientras que la electrónica y otros bienes de consumo chinos podrían enfrentar precios más altos en Estados Unidos.

Consecuencias globales: Una guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo tendría repercusiones negativas para la economía global, generando incertidumbre y afectando el crecimiento mundial.

Conclusión:

Aunque China pueda ser la primera potencia económica en algunas mediciones, Estados Unidos aún posee fortalezas significativas. Una guerra comercial entre ambos resultaría en daño económico mutuo. No habría un ganador claro, y ambos países, así como la economía global, sufrirían las consecuencias negativas de la confrontación comercial. Es más probable que ambos lados buscaran evitar una escalada total y encontrar soluciones negociadas a sus diferencias comerciales.

El interés por el lanzamiento de monedas digitales de bancos centrales (CBDCs, por sus siglas en inglés) también ha llegado a Japón, la economía avanzada más amante del efectivo. El banco central del país nipón y el sector empresarial trabajan para que el yen digital sea una realidad lo antes posible. Ante el creciente interés por las divisas digitales, el objetivo público y privado es común: evitar que las criptomonedas y los medios de pagos privados ocupen el lugar que corresponde a una moneda oficial.

“China está definiendo las reglas del juego en la era de la moneda digital.”

El 17 de marzo de 2025, China ejecutó un movimiento silencioso que está cambiando el sistema financiero global: activó su red de pagos transfronterizos con yuan digital.
Diez 10 países de la ASEAN, seis países del Medio Oriente. Juntos, representan el 38% del comercio mundial. Y desde ahora, sus transacciones internacionales ya no pasarán por el sistema SWIFT dominado por el dólar estadounidense, sino que ingresan de lleno en el “momento del yuan digital”.
Lo advertimos: El declive del dólar es parte de una estrategia geopolítica de transición, acelerada desde la administración Trump.

Mientras el sistema SWIFT todavía arrastra demoras de 3 a 5 días en pagos internacionales, el puente digital chino ha reducido ese tiempo a 7 segundos.
En la primera prueba entre Hong Kong y Abu Dhabi, una empresa transfirió fondos a un proveedor de Medio Oriente sin pasar por seis bancos intermediarios. Resultado: recepción en tiempo real y 98% menos comisiones.

The Economist lo bautizó como “La batalla de avanzada del Sistema Bretton Woods 2.0”. Y no es una exageración: se está reescribiendo el código base de la economía global usando tecnología blockchain.
Este avance no solo es velocidad. Es poder. El yuan digital permite trazabilidad total y ejecución automática de normas contra el lavado de dinero.
En el proyecto “Dos Países, Dos Parques” entre e Indonesia, el Banco Industrial completó el primer pago transfronterizo con yuan digital: solo 8 segundos desde la orden hasta la recepción. Eso es 100 veces más eficiente que los métodos tradicionales.

Ya hay 23 bancos centrales participando activamente en las pruebas del puente de moneda digital chino. Comerciantes energéticos del Medio Oriente han reducido sus costos de liquidación en un 75%.
Esto no es una evolución financiera: Es una revolución silenciosa que redefine la soberanía monetaria.
El yuan digital no es solo una herramienta de pago. Es la plataforma tecnológica de la estrategia de la Franja y la Ruta.
En proyectos como el Ferrocarril China-Laos o el Tren Rápido Yakarta-Bandung, el yuan digital se integra con la navegación Beidou y la comunicación cuántica, formando lo que China llama el “Camino de la Seda Digital.”
Cuando fabricantes europeos pagan fletes por la Ruta del Ártico usando yuan digital, China incrementa en 400% la eficiencia del comercio global. Esta combinación de infraestructura física y virtual es una amenaza sistémica para la hegemonía del dólar.

Hoy, el 87% de los países del mundo ya han completado la adaptación a la infraestructura del yuan digital. El volumen de pagos transfronterizos supera ya los 1.2 billones de dólares.
Mientras en Washington aún debaten si las monedas digitales representan un riesgo para el estatus del dólar, China ya construyó una red de pagos digitales que abarca 200 países.
Esta revolución financiera no solo trata sobre pagos o monedas. Se trata de quién controlará la arteria central de la economía global en el siglo XXI. Y, sin hacer ruido, ya tomó el control del nuevo sistema operativo financiero del mundo.

China acaba de implementar el yen digital como repercute esto sobre el sistema Swift.

La implementación del yuan digital (e-CNY) por parte de China tiene el potencial de repercutir en el sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) de varias maneras, aunque el alcance total y el cronograma de este impacto aún están en desarrollo.  Aquí te explico los puntos clave:

Posibles desafíos para el sistema SWIFT:

Sistema de pagos transfronterizos alternativo: El yuan digital está diseñado para facilitar pagos transfronterizos más rápidos y potencialmente más baratos, especialmente con países que forman parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta o que tienen fuertes lazos económicos con China. Su tecnología subyacente podría permitir tiempos de liquidación más rápidos y costos de transacción más bajos al evitar potencialmente a los bancos intermediarios.

Menor dependencia del dólar estadounidense: SWIFT es el sistema de mensajería dominante para los pagos internacionales, y una parte significativa de estas transacciones se denomina en dólares estadounidenses. Si el yuan digital gana terreno para el comercio transfronterizo, podría reducir la dependencia del dólar como moneda intermediaria y, en consecuencia, el volumen de transacciones que pasan por SWIFT.

Implicaciones geopolíticas: Algunas naciones podrían verse incentivadas a utilizar el yuan digital para liquidaciones internacionales para reducir su dependencia del sistema financiero dominado por Estados Unidos y SWIFT, particularmente a la luz de las sanciones y las tensiones geopolíticas. China está promoviendo activamente el uso del yuan digital con países de la ASEAN y de Oriente Medio.

Eficiencia y costo: La promesa del yuan digital de liquidaciones casi instantáneas y tarifas significativamente más bajas podría convertirlo en una opción más atractiva para empresas e individuos en comparación con el sistema SWIFT, que a menudo es lento y costoso.

Participación directa del banco central: Como moneda digital del banco central (CBDC), el e-CNY cuenta con el respaldo y la posible infraestructura del Banco Popular de China (PBOC), lo que podría darle una ventaja en términos de estabilidad y aceptación dentro de su esfera de influencia.

Limitaciones y factores que afectan el impacto:

Confianza y adopción internacional: La adopción internacional generalizada del yuan digital dependerá de la confianza en el gobierno chino y sus políticas monetarias, así como de la voluntad de otros países de integrarse con su infraestructura digital.

Efectos de red de SWIFT: SWIFT tiene una red masiva de más de 11.000 instituciones financieras en más de 200 países. Superar estos efectos de red establecidos será un obstáculo importante para cualquier sistema alternativo.

Obstáculos regulatorios: Diferentes países tienen regulaciones financieras variables y pueden dudar en adoptar plenamente una moneda digital emitida por el banco central de otra nación.

Enfoque inicial en el uso doméstico: Si bien China tiene ambiciones transfronterizas para el yuan digital, su enfoque inicial ha estado en la adopción doméstica y la mejora de su propia infraestructura de pagos.

Respuesta de Estados Unidos: Estados Unidos y sus aliados están monitoreando de cerca el desarrollo de las CBDC, incluido el yuan digital, y pueden tomar medidas para contrarrestar su posible impacto en el orden financiero global existente.

Situación actual y perspectivas futuras:

China ha estado probando activamente el yuan digital en varias ciudades y ha ampliado su uso a pagos transfronterizos en regiones como Hong Kong y Abu Dabi.

El PBOC ha establecido conexiones para su sistema de liquidación transfronteriza con países de la ASEAN y varios países de Oriente Medio.

Si bien el yuan digital está ganando impulso en ciertas regiones, aún está lejos de ser una fuerza dominante en las finanzas globales.

En conclusión, la implementación del yuan digital presenta un posible desafío a un no, largo plazo para el sistema SWIFT al ofrecer una alternativa para los pagos transfronterizos que podría ser más rápida, más barata y menos dependiente del dólar estadounidense. Sin embargo, el impacto real dependerá de la velocidad y el alcance de la adopción internacional, los desarrollos regulatorios y las respuestas de otras potencias económicas importantes.  Es probable que SWIFT sea reemplazado por completo en el futuro no cercano, pero el yuan digital ciertamente podría crearse un nicho significativo, particularmente en el comercio con China y entre sus aliados. El panorama financiero global está entrando en un período de posible transformación significativa.

Cuál es la relaciona al uso del yen digital por parte de china, Japón, corea del sur, Rusia, Irán, y Sudáfrica.

La relación potencial entre el uso del yuan digital (e-CNY) por parte de China y su adopción o interacción con Japón, Corea del Sur, Rusia, Irán y Sudáfrica es un tema complejo con implicaciones geopolíticas y económicas significativas. Aquí te presento mis opiniones al respecto:

Opinión General:

Considero que el interés y la posible adopción del yuan digital por estos países reflejan una tendencia más amplia hacia la exploración de alternativas al orden financiero global existente, dominado por el dólar estadounidense y el sistema SWIFT. La motivación y el enfoque varían significativamente entre estos países, impulsados por sus circunstancias y prioridades particulares.

Opiniones Específicas por País:

Japón y Corea del Sur: Creo que su enfoque será cauteloso y pragmático. Si bien podrían explorar la interoperabilidad del yuan digital para facilitar y hacer más eficiente el comercio bilateral con China (un socio comercial crucial para ambos), es probable que prioricen la protección de sus propias monedas y la soberanía de sus sistemas financieros. Su alianza con Estados Unidos también introduce una capa adicional de complejidad. Sin embargo, los beneficios para las empresas que comercian con China podrían ser un fuerte incentivo para cierta adopción.

Rusia e Irán: En mi opinión, estos países tienen un fuerte incentivo para adoptar y utilizar el yuan digital en su comercio internacional con China y otros socios dispuestos. Dada su exclusión parcial o total del sistema SWIFT y las sanciones occidentales, el yuan digital podría ofrecer un canal alternativo crucial para realizar transacciones, evitando algunas de las limitaciones impuestas por el sistema financiero tradicional. Su relación estratégica con China apoya esta posibilidad.

Sudáfrica: Como miembro del bloque BRICS, Sudáfrica ha participado activamente en discusiones sobre la búsqueda de alternativas al sistema financiero centrado en el dólar. Considero que el yuan digital podría ser un componente de un marco de pagos más amplio dentro de los BRICS, destinado a reducir la dependencia del dólar y promover el comercio en las monedas de los países miembros. Su postura política y económica, buscando diversificar sus relaciones, respalda esta visión.

Implicaciones y Consideraciones Generales:

Desafío a SWIFT y al Dólar: La creciente adopción del yuan digital por estos países podría, a largo plazo, erosionar la dominancia del sistema SWIFT y el dólar estadounidense en el comercio bilateral con China. Esto dependerá de la escala de adopción y la confianza en el sistema chino.

Geopolítica: El uso del yuan digital tiene claras implicaciones geopolíticas, ya que podría fortalecer los lazos económicos y la influencia de China con estos países, ofreciéndoles una alternativa a la influencia occidental en las finanzas globales.

Confianza y Regulación: La adopción generalizada requerirá confianza en la seguridad y estabilidad del sistema del yuan digital, así como el establecimiento de marcos regulatorios claros en cada país.

Interoperabilidad: La facilidad con la que el yuan digital pueda interactuar con los sistemas de pago existentes en estos países será un factor clave para su adopción exitosa.

Respuesta de Estados Unidos: Es probable que Estados Unidos observe con atención el aumento del uso del yuan digital por parte de sus aliados y rivales, y podría tomar medidas para contrarrestar su creciente influencia.

En resumen, considero que el yuan digital representa una alternativa emergente en el panorama financiero global, y su adopción por estos países está impulsada por una combinación de intereses económicos, necesidades geopolíticas y el deseo de diversificar las opciones de pago internacional. Si bien no creo que SWIFT o el dólar sean reemplazados de la noche a la mañana, el yuan digital tiene el potencial de tallar un nicho significativo, especialmente en el comercio bilateral con China y entre sus socios estratégicos. La evolución de esta relación será un factor importante a seguir en el futuro del sistema financiero internacional.

Cuando dos potencias económicas están enfrascadas en una intensa lucha por la supremacía, a menudo se describe esta situación con los siguientes términos:

Guerra Económica: Este es un término general que abarca una variedad de acciones tomadas por una nación para dañar la economía de otra, con el objetivo de debilitarla o lograr objetivos políticos. Esto puede incluir aranceles, sanciones, boicots, manipulación de divisas y otras medidas proteccionistas.

Guerra Comercial: Un tipo específico de guerra económica que se centra principalmente en el uso de aranceles y otras barreras comerciales para restringir el flujo de bienes y servicios entre las naciones en disputa.

Rivalidad Económica: Este término describe la competencia intensa entre dos o más potencias por la influencia económica global, el control de mercados, recursos y tecnologías. Si bien no siempre implica acciones agresivas directas, la rivalidad puede escalar a una guerra económica o comercial.

Disputa Económica: Un término más general que puede referirse a desacuerdos y tensiones económicas entre naciones, que podrían o no escalar a una guerra.

Conflicto Económico: Similar a disputa, pero a menudo implica un nivel más alto de confrontación y acciones perjudiciales para ambas partes.

En el contexto de dos potencias luchando por la supremacía, los términos «guerra económica» y «guerra comercial» son los más apropiados para describir la situación, ya que implican un enfrentamiento activo y estratégico utilizando herramientas económicas como armas. «Rivalidad económica» describe el estado subyacente de competencia que puede llevar a una guerra económica.

El concepto de «caballo de Troya» en una disputa se refiere a una táctica o estrategia donde una de las partes involucradas introduce algo que parece beneficioso o inofensivo, pero que en realidad esconde una intención o elemento perjudicial que puede ser utilizado en su contra.

Origen de la Metáfora

La metáfora proviene de la mitología griega, específicamente de la Guerra de Troya. Los griegos, después de un largo y fallido asedio a la ciudad de Troya, construyeron un enorme caballo de madera. Lo dejaron como un supuesto regalo de rendición y se retiraron. Los troyanos, creyendo que habían ganado, llevaron el caballo a la ciudad. Dentro del caballo se escondían soldados griegos, quienes salieron por la noche, abrieron las puertas de la ciudad y permitieron que el ejército griego entrara y la conquistara.

Aplicación en Disputas Modernas

En disputas modernas, el concepto de «caballo de Troya» puede aplicarse en diversos contextos:

Negociaciones: Una parte puede ofrecer una concesión que parece muy atractiva, pero que en realidad tiene cláusulas ocultas o consecuencias negativas a largo plazo para la otra parte.

Política: Un grupo puede apoyar una ley o política con un objetivo declarado, pero su verdadero propósito es obtener una ventaja o socavar a sus oponentes.

Ciberseguridad: Un «troyano» es un tipo de malware que se disfraza como un programa legítimo para engañar a los usuarios y lograr que lo instalen, permitiendo así el acceso no autorizado a un sistema.

Relaciones internacionales: Un país puede ofrecer ayuda o cooperación a otro, pero en realidad busca obtener influencia política o económica.

En esencia, un «caballo de Troya» en una disputa implica un engaño donde algo se presenta de manera positiva para ocultar sus verdaderas intenciones.