Von der Leyen y Trump: El Futuro de Europa en Riesgo

Por. Henry Pacheco : Nada en la firma del Acuerdo Económico entre la UE y EEUU es satisfactorio para Europa. Ni la imagen con una Von der Leyen sumisa ante un triunfante Donald Trump, ni el fondo del acuerdo pueden satisfacer a Europa. Las previsiones más pesimistas sobre hacia dónde se encamina una Unión Europea entregada a un rearme absurdo cobran cada vez más fuerza.

El acuerdo económico UE-EE.UU. no es satisfactorio para Europa tanto en la forma como en el fondo, desde la imagen de Von der Leyen cediendo ante Trump hasta el contenido real del acuerdo. Esto refuerza las preocupaciones sobre la trayectoria de la UE hacia un rearme inútil.

Un aspecto crítico del cambio actual de la UE se refiere a las políticas energéticas y al abandono del Pacto Verde Europeo. La insensibilidad ambiental de Von der Leyen ya era evidente con la exclusión de la protección del lobo de la lista de especies protegidas (una política que ella misma inició, supuestamente, después de que un lobo matara a su poni favorito), pero alcanza su punto álgido con este atroz pacto.
La UE se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, según lo requerido por la ciencia. Para lograrlo, se creó el Pacto Verde, compuesto por 13 directivas. Sin embargo, al declarar el gas y la energía nuclear como energías verdes, estas políticas se debilitaron, alejando a Europa del liderazgo global en la lucha contra el cambio climático. La influencia del negacionismo ultraderechista inspirado por Donald Trump está afectando decisivamente a las políticas europeas.

Pero lo que han acordado Trump y Von der Leyen en materia energética rebasa los límites de lo previsible y está, por supuesto, muy lejos de lo aceptable.

 Europa se compromete a importar en tres años Gas Natural Licuado (GNL), petróleo y combustibles nucleares, por valor de 750.000 millones de dólares.

 Con este acuerdo, la UE da un portazo definitivo a sus políticas contra el cambio climático y el pacto verde. Pero la gravedad del asunto va más allá, puesto que compromete el futuro energético europeo a una dependencia del 70% de los Estados Unidos. El otro gran compromiso del acuerdo es que Europa gastará 600.000 millones de dólares en comprar armamento a EEUU. 

En materia energética, entender cómo se puede llevar adelante un pacto de esta magnitud, ya que no son los Estados los que compran el combustible, sino las empresas. Pero la suerte está echada, y parece que no tiene marcha atrás. Y no cabe duda de que EEUU ejercerá todas las vías posibles para obligar a Europa a cumplir con ese compromiso inasumible.  

Este pacto desmantela décadas de políticas climáticas europeas, perjudicando gravemente la lucha global contra el cambio climático justo antes de la COP30. El negacionismo avanza significativamente con este acuerdo, por lo que la movilización social es crucial para evitar que Europa se convierta en un apéndice de políticas trumpistas.

El apoyo de los gobiernos europeos a este inaceptable acuerdo y su tibia crítica son sorprendentes. El gobierno español, liderado por Sánchez, apoya el acuerdo entre la UE y EE. UU., aunque sin entusiasmo alguno. Dado el contenido del acuerdo, cabría esperar una fuerte oposición del gobierno español, lo que decepciona su postura.
Este sustancial compromiso financiero exigirá recortes en otras políticas europeas, con consecuencias impredecibles para el futuro de la UE y sus ciudadanos.
Si bien es cierto, como afirmó Von der Leyen, que Europa es el mayor mercado del mundo, esto no hace más que poner de relieve la humillante rendición de Europa ante Estados Unidos.