Por: Colectivo político al socialismo en nuestra América
¿Es justa la justicia?
La respuesta a esta pregunta conduce a muchas reflexiones. Se ha propagado principalmente la concepción jacobina del estado como contrato social, base de las supuestas repúblicas democráticas; pero otra cosa son los factores reales de poder que hacen que la apariencia sea la democracia, pero la esencia es realmente la dictadura, ejercida por unas élites que definen a quiénes se persiguen con los instrumentos de gobierno y a quiénes no.
Siempre ha existido pues, una justicia manipulable y usada como herramienta de poder de clase para perseguir a los opositores. Por eso dice la sabiduría popular que, «la ley es para los de ruana.» Esas élites minoritarias usan todos los recursos estateles y tramoyas en favor de sus intereses.
Así es como promueven y toleran los narcoestados, lo que les permite llevar a los mafiosos al gobierno, manteniéndolos bajo constante chantaje; con esto obtienen privilegios en esos países, tales como bases militares, recursos naturales, se enriquecen con los dineros que genera el negocio, lavan dinero, a la vez que justifican y encubren las invasiones ante sus propios ciudadanos, quienes los aprueban porque son conscientes de los daños que la drogadicción produce a su sociedad.
Con ese pretexto de combatir el narcotrafico despliegan navíos de guerra en actos de moderna piratería, en donde las carabelas son reemplazadas por los portaaviones; el catalejo, por los radares; el arcabuz por el misil; y la patente de corso, por la lista clinton que les otorga la licencia para atropellar la soberanía de los países y a sus gobiernos. Como dice una canción con respecto a la historia de Cartagena: «paraíso de piratas acosada»; ahora son los países del Caribe los que están bajo amenaza. No obstante, la droga circula por el Pacífico.
Mientras los mafiosos y delincuentes gozan de protección, otros son descaradamente perseguidos con una justicia manipulable; una clara muestra de todo, es el caso de la organización sarmiento angulo: delinque en Colombia, paga la multa en Estados Unidos y en Colombia no tiene ningún proceso judicial. Esto muestra lo poco que vale la justicia en el contexto nacional y global.
El gobierno del presidente Petro ha puesto récord en la incautación de droga, pero bastó que el alcalde de Medellín, perjudicado en sus negocios, se quejara y solicitara sanciones, para que Washington incluyera al presidente de Colombia en la lista clinton, lo que muestra el entramado de las mafias internacionales.
El mundo no puede estar sometido a la amañada justicia de los piratas y narcotraficantes.
Noviembre 05 de 2025
