Por. Henry Pacheco: La afirmación de que «Palestina no existe» es una perspectiva política, no un hecho universalmente aceptado. La mayoría de la comunidad internacional reconoce a Palestina como un estado soberano, y la ocupación de sus territorios (Cisjordania y Gaza) por parte de Israel es considerada ilegal bajo el derecho internacional. Dicho esto, los argumentos de Israel para querer anexar estos territorios se basan en una serie de premisas históricas, religiosas y de seguridad. Y por el poder de las grandes corporaciones trans-nacionales?
Argumentos israelíes
La postura de Israel se fundamenta en varias creencias y objetivos:
Reivindicaciones históricas y religiosas: Una parte significativa de la población israelí, especialmente los sectores de derecha y ultraderecha, se refiere a Cisjordania como Judea y Samaria, los nombres bíblicos del área. Consideran que estos territorios forman parte de la patria histórica del pueblo judío y, por lo tanto, deben ser parte del Estado de Israel. Esta visión está profundamente arraigada en el sionismo, que busca establecer y mantener una patria judía en la Tierra de Israel.
Seguridad: Israel argumenta que el control de estos territorios es crucial para su seguridad nacional. La Franja de Gaza, controlada por Hamás, y Cisjordania, con la presencia de grupos armados, son vistas como amenazas directas. La anexión, según esta lógica, permitiría a Israel tener control total sobre sus fronteras y evitar ataques terroristas, además de garantizar la seguridad de los asentamientos israelíes que ya existen en Cisjordania.
Expansión de asentamientos: Israel ha construido y expandido asentamientos en Cisjordania desde 1967. La anexión formalizaría la soberanía israelí sobre estos asentamientos, que son ilegales según el derecho internacional, y permitiría su crecimiento sin restricciones. Este proceso es visto por muchos como un «vaciamiento» gradual de palestinos para la apropiación de la tierra.
Control de recursos: Israel también busca el control total sobre recursos vitales, especialmente el agua, en estos territorios.
Perspectiva del Derecho Internacional
Es fundamental entender que, desde la perspectiva del derecho internacional y la gran mayoría de la comunidad global, la anexión de Gaza y Cisjordania es ilegal.
Resoluciones de la ONU: Las Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia han declarado que la ocupación israelí de estos territorios es ilegal y han exigido el fin de la misma.
Cuarta Convención de Ginebra: La anexión de territorio por la fuerza está prohibida por la ley internacional. La Cuarta Convención de Ginebra establece que la potencia ocupante no puede anexionar el territorio que ocupa.
Solución de dos estados: La anexión unilateral de Cisjordania fragmentaría el territorio restante y pondría fin a la posibilidad de una solución de dos estados, que prevé la creación de un estado palestino soberano, independiente y viable junto a Israel. Esto, según los críticos, haría imposible una paz duradera en la región.
El gobierno israelí, bajo el liderazgo de figuras como Benjamin Netanyahu, ha propuesto en el pasado planes para la anexión de partes de Cisjordania. Estos planes se han enfrentado a una fuerte oposición internacional, incluso de aliados como Estados Unidos, y han sido suspendidos temporalmente, pero la idea sigue siendo parte de la agenda de la derecha israelí.
El presidente Trump informa que había que deshabitar gaza para crear un oasis turístico en la región. EE UU es el único país de occidente que le venden armas y personal militar a Israel
La propuesta de un «oasis turístico» en Gaza
La idea de convertir la Franja de Gaza en un «oasis turístico» ha sido objeto de discusión y controversia. El ex Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto públicamente la idea de reconstruir la Franja de Gaza para convertirla en un destino turístico de lujo. Estas propuestas se han hecho a través de videos generados con inteligencia artificial, que han mostrado una Gaza reconstruida con rascacielos, hoteles de lujo y centros turísticos. Y sin población originaria.
Sin embargo, esta propuesta ha sido criticada por varias razones:
Desplazamiento de la población: La visión de este proyecto implica el desplazamiento de la población palestina de Gaza para hacer espacio para el desarrollo turístico. Esta idea ha sido calificada como una «limpieza étnica» y ha sido rechazada por la comunidad internacional y por la mayoría de los países árabes, quienes ven en esta propuesta una negación del derecho del pueblo palestino a regresar a su tierra.
Inviabilidad política: La propuesta de un «oasis turístico» ignora por completo la situación política, la historia y la identidad del pueblo palestino, así como la complejidad del conflicto. Los países árabes y otros actores internacionales se oponen a cualquier plan que no incluya la creación de un Estado palestino soberano y viable.
El apoyo de Estados Unidos a Israel
La afirmación de que «EE. UU. es el único apoyo que le queda a Israel» es una situación geopolítica más compleja. Si bien es cierto que Estados Unidos es el principal y más importante aliado de Israel, Y ya no cuenta con el apoyo de otros países Occidentales, aunque los países occidentales exceptos los EE UU, reconocen el estado de palestina. Principal aliado: Estados Unidos ha sido históricamente el principal aliado de Israel desde su creación en 1948. Este apoyo se manifiesta a través de una considerable ayuda militar, diplomática y económica.
EE. UU. ha proporcionado miles de millones de dólares en ayuda militar a Israel, ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear resoluciones que han sido críticas con las acciones israelíes, La relación entre ambos países se ha fortalecido bajo la actual administración estadounidense.
Otros aliados: Aunque no al mismo nivel que EE. UU., Israel tiene otros aliados importantes, entre los que destacan: Alemania: Debido a su compromiso histórico de «nunca más», Alemania ha sido un firme defensor del derecho de Israel a existir y a defenderse. Mantiene una estrecha cooperación militar y tecnológica. pero reconoce el derecho de palestina a existir y reconoce la frontera de israel del ano 1967.. Reino Unido: El Reino Unido también mantiene una estrecha relación diplomática y militar con Israel. pero reconoce el derecho de palestina a existir y reconoce la frontera de Israel del ano 1967.
Otros países de Europa: Países como Francia, Italia y otros en Europa Occidental apoyan el derecho de Israel a existir, aunque tambien expresan críticas a la política de asentamientos y a la ocupación de los territorios palestinos. y reconoce el derecho de palestina a existir y reconoce la frontera de Israel del ano 1967.
Países de Medio Oriente: Los Acuerdos de Abraham, negociados en 2020, llevaron a la normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos. Estos países mantienen relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, aunque en el contexto de la guerra actual estas relaciones se han vuelto más tensas, Reconoce el derecho de palestina a existir y reconoce la frontera de Israel del ano 1967.
Aunque EE.UU es el más significativo, no es el único que tiene el país. Israel mantiene relaciones diplomáticas y militares con varios países en Europa y en el Medio Oriente, lo que le permite tener una red de alianzas más amplia. En el transcurso del 2024 en adelantes sus comercio con otros países occidentales ha mermado en un 65 % .
¿Qué papel juegan las grandes corporaciones transnacionales? eliminación de la gazza y cis jordania.
Las grandes corporaciones transnacionales desempeñan un papel complejo y multifacético en el contexto del conflicto y la ocupación en Gaza y Cisjordania, principalmente a través de la inversión, el comercio y el suministro de tecnología, Su participación no solo influye en la economía de la región, sino que también tiene implicaciones políticas y éticas significativas.
Apoyo y Beneficio de la Ocupación
Un número considerable de empresas se beneficia directamente de la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, lo que ha sido denunciado en informes de la ONU y por organizaciones de derechos humanos. Estas empresas operan en sectores clave como:
Armamento y tecnología militar: Empresas de defensa de Estados Unidos y otros países, como Lockheed Martin y Raytheon, suministran armas y equipos militares a Israel. Estas armas se utilizan en operaciones en Gaza y Cisjordania, lo que convierte a las empresas en actores indirectos o directos del conflicto.
Tecnología y vigilancia: Compañías de tecnología transnacionales, como Microsoft y Amazon, han sido señaladas por suministrar tecnología de vigilancia que se utiliza para monitorizar a la población palestina, contribuyendo así a la consolidación del control israelí.
Construcción y servicios: Empresas de construcción, como Caterpillar, han vendido maquinaria pesada que se utiliza para demoler viviendas palestinas y construir asentamientos israelíes en territorios ocupados. Además, empresas de servicios, como Siemens, han participado en proyectos de infraestructura, como el «Interconector Euro-Asia», que conecta los asentamientos ilegales de Israel con Europa.
Proyectos de Desarrollo y Recursos Naturales
Las grandes corporaciones también tienen intereses en los proyectos de desarrollo y los recursos naturales de la región. Israel ha autorizado la explotación de las reservas de gas en la costa de Gaza, y ha establecido acuerdos con empresas internacionales para su exploración y extracción. El control de estos recursos naturales es un factor económico y geopolítico importante en el conflicto. La economía de Gaza ha sido diezmada por el conflicto, y la Inversión Extranjera Directa (IED) es casi inexistente, más allá de la ayuda humanitaria, lo que deja a la economía palestina en una situación de extrema fragilidad.
Movimientos de Boicot y Desinversión
Como respuesta al papel de estas empresas en la ocupación y el conflicto, han surgido movimientos de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Estos movimientos buscan presionar a las empresas para que dejen de operar en los territorios ocupados y corten sus lazos comerciales con los asentamientos israelíes.
Boicots de consumo: Organizaciones como el movimiento BDS han instado a los consumidores a boicotear marcas transnacionales que tienen vínculos con Israel o con la ocupación, como Carrefour, Puma y McDonald’s.
Presión a los inversores: Se han ejercido presiones sobre los fondos de inversión y los bancos, como JP Morgan Chase y Citigroup, para que cancelen sus inversiones en empresas de defensa y en bancos israelíes.
En resumen, el papel de las grandes corporaciones transnacionales en el conflicto no es neutral. Su participación en el suministro de armas, la construcción de asentamientos y la explotación de recursos naturales contribuye a la continuidad del conflicto y a la consolidación de la ocupación, lo que ha generado una fuerte reacción por parte de organizaciones de derechos humanos y movimientos de boicot en todo el mundo.
Conclusión. Israel, EE UU y el poder de las grandes corporaciones transnacionales, están en una trampa y no saben como salir.