Charles Chaplin, el genio que combatió al fascismo con humor

Modaira Rubio.

Un 16 de abril de 1889, nació Charles Spencer Chaplin, uno de los artistas más relevantes del mundo en el siglo XX. Hijo de una familia dedicada a la música y al teatro, no tardó en manifestar su vocación creadora debutando en el escenario a la edad de cinco años.
Fue discriminado por su extracción social y su ascendencia gitana.
Buena parte de sus películas estuvieron impregnadas de ideas de avanzada para la época en la que vivió, de crítica política y social.
Expuso en la gran pantalla la desigualdad y la explotación de la clase trabajadora por el capitalismo en su película Tiempos Modernos, la ascensión del fascismo en El Gran Dictador y la paranoia anticomunista estadounidense en Un Rey en Nueva York, con un inteligentísimo sentido del humor.

Chaplin fue acusado de militante comunista y padeció de una fuerte persecución política en EEUU, país donde desarrolló su carrera y del que fue expulsado en 1953, radicándose en Suiza.

Todos estos asuntos que denunció Chaplin en sus películas, explotación, fascismo y anticomunismo vuelven al tapete con el fuerte resurgimiento de las políticas de ultraderecha como alternativas al fracaso de la socialdemocracia en el mundo.

Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977 en Corsier-Sur-Vevey, Suiza.

A continuación, segmento del famoso discurso de El Gran Dictador:

«Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis.

La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo.

Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

Soldados: en nombre de la democracia, debemos unirnos todos».

Fuentes: Radio Rebelde, Cultura Inquieta, investigación propia.